Su belleza ya cumple veinte primaveras, pero se perdió la paz, la tranquilidad y la castidad de este humilde hogar; ella se convirtió en la flor mas hermosa de nuestro jardín; en nuestros corazones anidan sentimientos y deseos encontrados, donde ella es una mariposa que despliega sus alas hacia nuestro Sol..... Blancanieves se desnuda sin querer y con querer, ya es una fruta madura que compra un poco de nuestro cariño y despoja nuestra piel... dentro de su vientre hay una luz que brilla en sus pupilas, la miel de su fruto y sus dos volcanes firmes de terciopelos, nos hace perder la cordura y nos lleva a un mundo donde ya no hay salida, es el mundo de los deseos.... Blancanieves se despierta en las noches y en sus ojos mira nuestras almas desnudas, su sonrisa y mirada entre la oscuridad de la noche y la luz de la luna, tiene semejanza a un depredador, nosotros a voluntad propia, su presa.
Envidian tu belleza Blancanieves, tu frescura, tu dulzura, tu silueta, tu glamour, tu voz, tus movimientos de caderas que hacen enloquecer hasta el mas santo y pulcro, tu porte y elegancia; Como quien compra una hermosa e inigualable juventud sin importar nunca el precio. ¡Huye de la Reina del desprecio Blancanieves! Y vuelve tu vida a empezar; pero esa manzana infame guarda el néctar de la fría muerte, termina la poesía acallando al ruiseñor; pero nostros tus caballeros de baja estatura pero tan viriles como otro cualquiera, velaremos tus sueños y tu cuerpo, nosotros aguerridos siete guerreros del amor y el deseo, fieros y leales, cuidando la mas hermosa flor con esmero y con mas deseos, un alma libre y nosotros cautivos de tu templo sin dueño....
Envidian tu belleza Blancanieves, tu frescura, tu dulzura, tu silueta, tu glamour, tu voz, tus movimientos de caderas que hacen enloquecer hasta el mas santo y pulcro, tu porte y elegancia; Como quien compra una hermosa e inigualable juventud sin importar nunca el precio. ¡Huye de la Reina del desprecio Blancanieves! Y vuelve tu vida a empezar; pero esa manzana infame guarda el néctar de la fría muerte, termina la poesía acallando al ruiseñor; pero nostros tus caballeros de baja estatura pero tan viriles como otro cualquiera, velaremos tus sueños y tu cuerpo, nosotros aguerridos siete guerreros del amor y el deseo, fieros y leales, cuidando la mas hermosa flor con esmero y con mas deseos, un alma libre y nosotros cautivos de tu templo sin dueño....
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