Ambos sentimientos son opuesto, el amor te lleva a la felicidad, alegría, amistad, matrimonio, etc. Al contrario del odio que te llevará por el camino de la amargura, infelicidad, enemistad, guerras, asesinatos, etc. Pero es importante darnos cuenta que hay muchas clases de amor como de odio también, por ejemplo: el amor a tú apariencia física que es buena, te hace cuidar tú cuerpo haciendo ejercicio, comiendo saludable, ir al médico y al dentista periódicamente, embellecerse físicamente con vestuario, cirugía, cosméticos, corte de cabello, etc. que sin dudas sube tú autoestima; en primer punto de partida está el amor que conlleva al deseo, para que hagas todo lo dicho anteriormente, pero hay que tener mucho cuidado con lo que puede venir después, que es la pasión de la complacencia que suelen ser más violentas para el espíritu porque lo hace estremecer, que no tiene nada que ver con el amor haciendo que pierdas todo uso de razón convirtiéndose de este en una obsesión, te puede llevar a la infelicidad, llevándote al quirófano periódicamente para embellecerse que muchas de las veces te destruyes físicamente o te puede llevar a la muerte, también te puede llevar a la discriminación al sentirse superior a otros convirtiéndose en una persona odiosa, la envidia al ver otras personas con mejor apariencia, etc. Así podemos mencionar otros muchos ejemplos de amor como: el amor al dinero que te puede convertirse en avaro, el amor a la gloria que haces lo que seas por conseguirlo y que son motivo de muchos asesinatos, mentiras y hasta guerras, el amor por una amante que conlleva al adulterio, mentiras y hasta asesinatos; el amor por tú pareja, cuando hay un desencanto o desamor con ello viene la frustración que fácilmente se mezcla con el odio y la obsesión, o simplemente a un desánimo que produce la infelicidad. Podemos notar que el amor algunas veces nos lleva al odio o infelicidad fácilmente. El odio tiene muchas matices, por ejemplo: el odio a una canción, un programa televisivo específico, un humorista, a un ex-novio/a, a un compañero de trabajo, un partido político, un deportista, algún vecino, etc. El odio en sí no tiene mayor trascendencia en nuestras vidas tan sólo valorar o nos enseña aún más del amor y la paz, cuando existe un perdón, un entendimiento, una reconciliación o tolerancia; el problema es cuando el odio lo mezclamos con obsesión que sin dudas el odio sólo es el primer paso; un buen ejemplo son algunos políticos, que les inculcan el odio para dividir a su mismo pueblo, donde viene aquella vieja frase que dice "divide y vencerás" pero depende de cada uno de nosotros sí seguimos por ese camino de la obsesión del odio. El amor y el odio siempre estará ligado a nuestra naturaleza humana, pero recordemos que somos seres pensantes y racionales, del cual las pasiones y las obsesiones nos pueden convertir en seres inconscientes y crueles, es importante que siempre se interponga la razón y el sentido común de la cual siempre será el punto de partida para formar nuestra propia moral y ética personal como profesional, porque las pasiones y las obsesiones son en su mayoría espejismos del alma.
