Te fuistes sin avisarme, un adiós sin despedida es como hacer un viaje sin maletas; pero tal vez fue lo mejor, así siempre te puedo recordar con esa bella sonrisa muy tuya, esas palabras de aliento cuando todo me sale muy mal, esa paz de tú mirada, tu dulce aroma y tus manos que consuela hasta las almas más inquietas. Pero como puede ser la muerte tan vil, tan cobarde, tan sin sentido que no tiene decencia ni mucho menos un concepto válido que llega sin avisar y te quita de tus manos lo que más amas en tú vida, aunque lo más realistas dicen que simplemente es un ciclo de vida; ¿Pero que hago con este dolor? ¿Con esta desolación? ¿Con la falta de vivir una vida sin tí? ¿Acaso no es real también? Que nos obliga a creer en nuestro Ángel protector, Acaso será por eso que yo tengo el mío ahora, ¿Acaso yo lo necesitaré más que mí amada? Todas son conjeturas por esta cruel soledad y desesperación, pero me reconforta pensar en eso, tal vez sea un sueño que yo quiero soñar, pero no importa, creo que todavía sigues con vida, tal vez no como la conocemos. Todo depende en lo que crees o como dicen: todo está en la Fe; quizás por eso algunos piensan que esta vida es tan sólo un sueño... un sueño hermoso cuando convives con aquella persona ideal, pero una verdadera pesadilla cuando ya no estás con ella. Como sea que sea la vida, pero hoy tengo mí Ángel Guardián.
