El Monólogo De Un Hijo Orgulloso

   Conocí  a mi padre  muy bien, es diferente a otros; mi padre era polémico porque muchas personas lo criticaban de descarado e inmoral; pero a mi me gusta mucho mi padre, era atrevido, y en el trato personal: culto y divertido, alegre y encantador; era elegante pero jovial, tierno con sus amistades y seres queridos. En su juventud fue discípulo de Don Juan Tenorio, a quien le rogué mil veces que me lo presentara para hacerlo mi mentor; pero conocí a Publio Ovidio Nason, el poeta de los tiernos amores. 
 Mi padre decía: el buen amante debe de actuar como un buen soldado, en la conquista de su deber, no hay mujer que no se pueda conquistar para el lecho, como no hay territorio que no se pueda conquistar para Roma; aunque la comparación es irreverente, aunque algunos padres pensarían que no está bien  bromear con tan sagradas criaturas como es la mujer, ni tampoco con cosas tan sagradas como la grandeza de las milicias, pero así era mi padre. Aunque es cierto que mi padre usaba muchas metáforas para el amor con bastante descaro, pero fielmente defendía la palabra "Libre" nunca lo vi cantando las glorias de sus conquistas amorosas, mas bien eran parodias de las poesías épicas; no se si se inventaba sus lances amorosos, pero al menos no creo que todas esas aventuras sean inventadas.
 Mi padre versificaba un nombre femenino en particular, llamada Corina, que era una de las nobles de su barrio, dama casada con un personaje muy principal del barrio; tal vez fue el peor error que hizo mi padre en vida, en esa relación tan secreta que intervinieron el mas alto nivel de espionaje del barrio... ósea las viejas chismosas; como resultado mi padre terminó cojeando de por vida y solo escuchaba por un oído porque el otro se lo estropearon, ¿Y Corina? Bueno, Corina fue historia al ser desterrado de aquel personaje tan notable para su pueblo.... ósea el divorcio.
 Mi padre siempre decía que había nacido para tomar vino y para que las mujeres dejaran caer sus vestimentas a sus pies, para que nada separe sus cuerpos de las manos de mi padre... así era mi padre, todo glamour en sus conquistas, y todo un desalmado en la cama... bueno, al menos eso decía él.