About Me: I was born in the most beautiful place in the Universe "Planet Earth" I love Literature in

My photo
Novato de la literatura y de la vida...

July 17, 2023

Magallanes Y Sus Monólogos

 ROXANA


  Como olvidar a esa bella rubia, su único anhelo ya siendo adulta era casarse, tener un marido  e hijos: quien la podría culpar, si para ella esa era su vocación, para ella era como graduarse de alguna licenciatura, doctorado o ingeniería; no importándole lo que le dijeran las feministas, si al fin y al cabo era su vida, y podría vivirla como le diera su gana, tal y cuál decía su abuela cuando alguien la increpaba.
Un buen día en su lugar de trabajo conoció el amor de su vida, Ismael se llamaría, padre soltero de dos hijos varones. Roxana no creía en el amor a primera vista, pero está vez pasó todo lo contrario a esa creencias; a Roxana no lo atraía tan sólo físicamente sino que razonaba que sí Ismael estaba criando a sos dos hijos sólo, sin dudas era un buen hombre y padre a la vez; lo que ella andaba buscando para procrear su primera descendencia familiar, ósea, la característica de un hombre valiente, responsable y fiel a sus convicciones.
 Roxana no dundo ni un segundo en cortejar a Ismael, él por su parte, estaba a su merced de los encantos de ella, quien podría culpar a Ismael frente a una rubia despampanante. 
 Se casaron en Abril, dentro de sus posibilidades, una boda sencilla pero hermosa, juntos a sus amistades más cercanas; Era el gran sueño cumplido de Roxana, era tan evidente su rostro y su sonrisa. Para Ismael era mezcla de felicidad y a la vez de incertidumbre, por sus dos pequeños hijos, pues es muy bien sabido que es muy difícil que una mujer acepten los hijos de otra mujer, son muy celosas, en cambio a los hombres suele ser todo lo contrario, pero en fin! Como dice el refrán: el camino se hace al andar.  Después de cinco años de matrimonio, la temprana familia era feliz, Roxana le había dado a Ismael dos hijos más, una hembra y un varón; Roxana cuidaba de su hogar y de sus hijos, Ismael trabajando, cumpliendo el deber como hombre y padre de llevar sustento a su familia y seguridad, formar en su entorno familiar y ambiente propicio para la crianza de sus hijos y su amada esposa; pero como dice el refrán: no todo es color de rosas. Una mala noche entraron en su casa a robar, dos drogadictos con pistolas en mano, no querían hacer ruido, sólo robar algo de valor y salir huyendo a rumbo desconocido, pero estaba a oscuras, todos estaban dormidos; unos de los ladrones se tropezó con un jarrón de porcelana, el ruido fue descomunal, pero los hampones no salieron despavoridos, que era lo normal, ellos estaban necesitados de más droga y estaban dispuestos a todo. Roxana despertó exaltada, despertó a su marido que estaba en un profundo sueño; Ismael inmediatamente salió de la cama exaltado y bajo las escaleras, encendió las luces de la sala, allí estaban los dos hampones con pistolas en mano, Ismael no lo dudo dos veces y se lanzó a unos de ellos, el más fornido, tenía que defender a su familia, o al menos intentarlo, porque Ismael era un hombre de fe, no tenia armas de fuego en su casa, así es que sólo tenía su fuerza y valentía. Roxana al ver aquellos dos hombres forcejando, y un tercero hiendo contra su marido, ella no lo dudo dos veces y se abalanzó contra el otro hombre, era una mujer alta y se echó sobre la espalda del hombre, estando arriba dijo tantas blasfemias conocidas y desconocidas para ella, contra el hombre que quería destruir su hermoso hogar que tanto sacrificio le había costado a ella y su esposo; Roxana era una gata sobre el lomo de aquel pobre hombre, Si! Hoy me da lástima al recordar aquel rostro de tanto sufrimiento, al recordar cómo se desprendía su piel cuando Roxana enterraba sus uñas y jalaba hacia afuera sin piedad, era aterrador! El pobre infeliz se dijo que ya era demasiado, no valía la pena un poco de dinero fácil ante semejante ultraje; ambos hampones salieron despavoridos sin rumbo conocido, fue una noche que Roxana había aprendido que haría cualquier cosa por defender a su familia. Cuando Roxana recordaba cómo había dicho tantas malas palabras en tan corto tiempo aquel hombre, se echaba a llorar como una niña, no podía creer cómo había salido tanta blasfemia de su bella boca; pero lo dudo que aquel desgraciado hombre recuerde esas blasfemias, pero lo único que no olvidará, era como se desprendía su piel con facilidad antes los arañazos de Roxana, de eso no me cabe la menor duda.