El Ermitaño (Capítulo #11)

   Fueron siete días para ser exacto, los días que se quedó recuperando Adán en la casa de Rubén; fueron días de mucha charlas en la diversidad de temas en lo que refiere de una vida social estrictamente dicha, pero jamás se volvió a  tocar el tema de la homosexualidad entre ambos, era como un tema tabú, de los muchos que existen en la sociedad misma, fue como un pacto entre caballeros, secretos que se sepultan para siempre en la inmensidad de los recuerdos olvidados. Adán se fue cojeando para su solitario hogar no muy lejos donde vivía Rubén; estaba agradecido por volver a vivir, y ahora gracias a un gran amigo del infortunio, Rubén; le juro enseñarle todos los trucos para la caza, recolección de leña para el invierno y lo mas importante, los secretos del clima invernal, que podría ser la diferencia entre la vida y la muerte. 
  Dos meses después..... el invierno estaba por terminar cediendo el paso a la primavera, Rubén estaba ansioso para ir a pescar ya que los ríos se están descongelando pero Adán le había advertido que en esos tiempos de descongelamiento era demasiado peligroso aventurarse por el río, era muy fácil que su bote se rompiera a causa de los desprendimiento del hielo, no duraría ni diez minutos en el agua helada, pero Rubén como cualquier joven rebelde hizo caso omiso a los consejos de Adán y se aventuró al río; entro al río con dificultad por tanta acumulacion de hielo desprendiéndose de la superficie del río, su bote iba vacilante como su espíritu en frías aguas, su motor fuera de borda iba a poca velocidad como precaución, pero no habían pasado ni quince minutos dentro de esas frías aguas cuando las corrientes oceánicas hacen que esos desprendimientos de hielo tomen una velocidad vertiginosa, eran como endiablados proyectiles chocando en el bote de Rubén; por su parte Rubén pensaba una y otra vez: en que diablos estaba pensando cuando me adentre a este infierno!!! pero era ya tarde para Rubén, un golpe certero partió en dos el bote de Rubén, del cual inmediatamente fue lanzado en esas aguas congeladas, sus peores pesadillas se habían cumplido para Rubén, el se aferro a una mitad del bote, del cual pudo alcanzar por suerte, se aferró con todas sus fuerzas pues sabía que su vida estaba aferrada en ese bote, trato de hacerse paso nadando sin soltar el bote, pero los bloques de hielo solo hacia mas tortuosa su desesperación.... a pocos metros iba caminando Adán al orilla del helado río, le llevaba comestible a Rubén, sabía que para esos días Rubén no tendría alimentos y estaría desesperado, en esos momentos observaba la tempestad de ese río con enormes bloques de hielo a toda velocidad corriente abajo "solo un demente entraría en ese río" se dijo a sí mismo, pero en esos momentos cerca de la orilla iba pasando un bote partido en dos y sobre el, Rubén, casi congelándose, su mirada era triste y fría, como si la tempestad lo hubiera vencido... Adán de la impresión tiro los comestible que llevaba en las manos, no lo pensó dos veces y corrió río abajo sobre la orilla para tratar de salvar a Rubén; pero lo escabroso del terreno, la herida de la pierna que no se había recuperado del todo y su avanzada edad, hacia ese rescate una tarea casi imposible, pero el medio bote golpeo un enorme bloque de hielo tirando a Rubén mas a la orilla, Rubén quería soltar el bote y nadar hasta la orilla, estaba bastante cerca, tal vez era su última oportunidad, pero la hipotermia estaba muy encaminada en Rubén, ya no pensaba con claridad y sus extremidades ya no respondían ante el deseo de salvarse; en esos momentos sintió muy cerca de él un fuerte golpe sobre el río, miró en esa dirección y se le dibujó una sonrisa de alegría, pero sobre todo de Paz, dijo en voz baja: Adán.... Adán ya adentro del río sintió tanto frío como jamás había sentido, en esos momentos pensó que a lo mejor no fue una buena idea tirarse al río, pues ahora eran dos en peligro de morir... su cuerpo ya no soportaba tanta fatiga, miraba al muchacho y la orilla del río, en fracciones de segundo pensó que solo uno de los dos sobreviviría, valoro su vida con la de su amigo Rubén, Adán no era un hombre religioso así que al diablo con eso del prójimo; pero le paso algo que jamás había sentido en su vida, ya no tenía miedo de morir; desde que fue un ermitaño y estuvo muy cerca de morir, siempre tuvo miedo, aunque se reprochaba una y otra vez: Por que quería vivir? sí ya su vida estaba en el camino de finalizar en cualquier momento, lo que tuvo que vivir ya lo había vivido, para: bien o mal; lo único que hacía era sobrevivir; Pero para Que? pero en esas fracciones de segundos pensó sobre todas las cosas, sería una muerte honorable, salvar la vida de un amigo, que si iba a dejar esta vida sería por algo que valiera la pena hacerlo; Adán con las últimas fuerzas que le quedaban empujo el medio bote junto con Rubén hacia la orilla, por momentos Adán se hundía sobre el agua helada y sobre salia a puras penas, inhalaba bocanadas de aire ártico para volverse a sumergir en el agua congelada y volver a empujar con fuerza el bote junto con Rubén, a la cuarta vez que se sumergió y empujo en bote, sintió el golpe de la orilla del río, había llegado. pero cuando iba a salir a la superficie, un bloque de hielo a toda velocidad, de mediana proporción golpeó la cabeza de Adán, haciéndolo desmayar y hundiendo hasta el fondo del río.....