La desdicha es diversa, la desgracia siempre se cierne sobre nosotros, de todas las criaturas de la creación, no hay excepciones. Desplegada sobre el ancho horizonte, como un arco iris; sus colores son tan variados como distintos, y tan íntimamente unidos.
¡Desplegada en el ancho horizonte como un arco iris!
¿Cómo es que de la belleza ha derivado la fealdad; de la alianza ha la paz, a un dolor interminable?
Pero así como la ética del mal es consecuencia del bien, así en realidad, de la desgracia nace la pena. O de la memoria de la pasada alegría, es la angustia de hoy; O las agonías que son hoy, se origina en el éxtasis de lo que pudieron haber sido.
Mi nombre es Marcos, no diré mi apellido ni mi procedencia; pero en mi país no hay iglesias mas venerables que mis melancolias y mi gris presente.
En esta tierra que en el mismo momento que murió mi madre, en ese mismo momento nací yo; pero sería necio decir que no había vivido antes de todo esto, o afirmar que las almas no tienen una existencia previa
¿Lo negaría?
No discutiré este punto porque ya estoy convencido, pero no trato de convencerme.
Sin embargo hay recuerdos en mi mirada que forman áreas espirituales y expresivos, de sonido musicales, aunque tristes; un recuerdo que jamás será excluido, una memoria como sombra: vaga, variable, indefinida, insegura, y como sombra también en la posibilidad de poder liberarme de ella, mientras brille el sol de la razón.
Al despertar de ese hermoso sueño, llamada ¡niñez! en las regiones de hadas, de palacios imaginarios, de los extraños dominios de los sueños ¡Amo y Señor! no es raro mirar atrás y ver como desperdiciaba mi infancia en sueños.
¡Es paralizante el yugo de la vida adulta!
¡Asombroso como mis pensamientos mas comunes, se forjaron en caracter!
Mientras las extrañas ideas del mundo de los sueños, se tornaron como pasto, donde nace hierbabuena y hierbamala; donde se alimentan todo clase de alimañas, así como hermosas criaturas; convirtiéndose en mi entera existencia......
Sentía náuseas...¡náuseas de muerte! después de una larga agonía y cuando por fin me desataron y me permitieron sentarme, comprendí que mi fuerzas así como mi alma me abandonaba poco a poco... La sentencia ¡La atroz sentencia de muerte! fue el último sonido reconocible que registraron mis oídos así como mi mente. No lo dudo que me lo merezco, tal vez mas cosas horribles y menos misericordia, pero no es lo mismo verlo y sentirlo como victimario, que ser víctima, es otro nivel... después los murmullos de mis inquisidores pareció fundirse en un tono de desprecio, venganza y justicia; escuchaba sus voces como un estruendo seco, como si fueran ruedas de molino triturando. Esto duró muy poco, puesto de pronto cese de oírlos; pero al mismo tiempo pude ver... aunque con terrible exageración; vi a mis jueces y verdugos a la misma vez, parecían blancos, mas blancos que las hojas en las que estoy trazando estas palabras tan escandalosas, ¡Son refinados! ¡Por la intensidad de sus expresiones de firmeza! ¡De inmutable resolución! ¡De absolutos desprecio a los seres repugnantes, malos y perversos! vi sus decretos de sentencia que brotaban de sus labios ¡los vi torces sus ojos mientras pronunciaban esa frase letal! ¡Los vi formar las sílabas de mi nombre! ¡Y me estremecí!
Y en aquellos momentos de horror, mi visión recayó en aquellos bombillos tune, que me parecieron esbeltos ángeles que me salvarían, entonces, bruscamente, una espantosa náusea invadió mi espíritu, sentí que todo mi ser se estremecía, mientras los bombillos tune angelical se convertían en unos horribles espectros de cabezas llameantes... y comprendí que ninguna ayuda de ellos vendría.. como una profunda nota musical penetron en mi fantasia de la noción, que la tumba debería ser el lugar mas dulce descanso.
Hay hombres que mueren con el corazón desesperados y apretando la garganta, a causa de sus misterios que no permiten que se revelen; la conciencia de ciertos seres soportan una carga tan pesada de horror, que sólo puede ser arrojada y admitida en su asquerosa tumba.....
