Después de mucho tiempo todo ése pacto se volvió más civilizado, ya no había de matar a alguien por no cumplir su palabra; cumplir tú palabra empeñada eras merecedor del título de un verdadero hombre o caballero; la palabra "cobarde" o "mentiroso" era una mala palabra que se usaba para ofender en lo más profundo de tú orgullo como hombre, pero no solo eso, los familiares de ése cobarde o mentiroso, influían notablemente ya que a ofender a un miembro de su familia de esa manera, era toda una vergüenza mayor para toda la familia, ni era digno de llevar el apellido que le habían otorgado en el día de su nacimiento.
Sin dudas también eran tiempos difíciles para ésos hombres de antaño, no era fácil llevar el título de "Hombre con Honor", aunque se lo pensaban muy bien antes de empeñar su palabra, porque ellos mismos sabían que cuando empeñaban su palabra de hombre, ya no había vuelta atrás, tenia que cumplir su palabra a como diera lugar, y si era necesario hasta entregar su vida por su honor.
Vaya, como han cambiado las cosas verdad? Definitivamente hay costumbres que no deberían desaparecer nunca, más cuando se trata de moldear el carácter y la lealtad de los individuos. Pero hay pocas culturas que aún las mantienen, pero no en totalidad, más bien parcial, y ése es el caso de Estados Unidos, todavía se mantiene ése pacto de caballeros en forma parcial; consiste en tan sólo un apretón de mano en ambas partes para sellar un trato que no necesita de un papel firmado o testigo, tan solo la palabra de honor, para cumplir el trato acordado o la promesa empeñada; pero si no hay un apretón de manos entre ambas parte no hay ningún compromiso de cumplirlo, aunque se empeñe la palabra, por eso digo que es solo parcial. Pero lo mejor es que las cortes federales contemplan este hecho como válidas y se puede condenar a alguien por no cumplir lo acordado aunque no haya nada por escrito, o condenar a alguien por estrechar la mano cuando se trata de sicarios; uno de tantos ejemplos fue el de un pastor de una iglesia evangélica que estaba casado y su esposa le era infiel, contrató los servicios de un sicario para matar a su propia esposa, pero lo que no sabia él, es que ese sicario era en verdad un policía encubierto, lo estaban grabando cuando lo contrataban sus servicios de sicario, pero la policía solo necesitaba un apretón de mano para esposarlo y llevarlo ante el juez, así fue, cuando le dio el apretón de manos sellar el trato, lo esposaron y recibió una condena por intento de homicidio.
Pero hay que tener muy en cuenta que un pacto de caballeros, el primer comprometido en todo esto es el hombre que da una promesa o empeña su palabra, es ahí el punto central de todo, es tu reputación y la confianza que se a deposita en tu persona, esa es lo que está en juego; sino tomemos los claros ejemplos de los políticos, prometen y empeñan su palabra, pero no cumplen su palabra empeñada, y si las cumple en una manera parcial, por eso son motivo de tantos insultos y los tildan de sinvergüenzas y poco hombre a nivel mundial.
O tal vez sera cierto lo que me decía una vieja amiga: solo hay dos clases de hombre en esta vida, los que no tienen palabras efímeras y los que tienen palabra de honor; porque un hombre sin honor, puede ser cualquier cosa, menos un hombre en todo lo sentido de la palabra.
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