El Reino del Diablo (Sexta Parte)

                                                Las Represiones del Alma

 Los meses pasaron y la adaptación de los nuevos hijos adoptivos de Fabio no fue tarea fácil, los dos hermanos desconfiaban de todos y ganar la confianzas de ellos necesitaba mucha dedicación, comprensión y amor; Fabio no los culpaba por su gran desconfianza hacia él, pues era de esperar; la vida cotidiana se había convertido en un verdadero infierno aquí en la tierra, todos querían salir de su pobreza y miseria a como diera lugar, conocieron la traición y la envidia en su máxima expresión, los índices de suicidios eran estadísticas jamás conocidas a lo largo de existencia como República. Los actos de barbarie y represión por parte de los grupos criminales era la única garantía de someter a todo un pueblo temeroso de sus propios demonios.

 Un día domingo por la mañana estaban alistándose para ir al parque Fabio, Raúl y Milton, quería salir un poco de la rutina e ir a disipar un poco sus mentes; tocaron la puerta de su humilde hogar tres veces, Fabio se dispuso abrir la puerta para ver de quien se trataba; cuando abrió la puerta miró que eran dos Señoras muy risueñas y ambas con la biblia entre sus manos apoyándose en sus pechos, a una de ella la conocía muy bien, era una vecina que vivía en medio de la colina que hoy era su barrio, se presentaron con el nombre de Rosario y Matilde, lo primero que le preguntaron a Fabio fue: Cree usted en Dios? Fabio las vio con desdén y con un poco de mal humor les dijo: Perdón pero vamos de salida y en éstos momentos no las puedo atender, pero antes que ellas respondieran se les acercó dos jóvenes que pertenecían al crimen organizado de su barrio y les dijo a las dos Señoras: Ustedes tienen que pagarnos la cuota de diez dólares por venir a predicar en nuestro barrio, se lo dijeron en una manera tajante e imponente; ambas Señoras muy nerviosas, reunieron entre las dos los diez dólares y se los entregaron a los jóvenes delincuentes. Fabio se sintió muy mal con ellas y por cortesía las hizo pasar a su hogar haciendo un poco de tiempo para ellas. Las Señoras entraron muy nerviosas y Fabio les ofreció algo de beber, ellas se decidieron por el agua, como decían: para bajarles el susto.
Fabio hizo llamar a sus dos hijos adoptivos para que escucharan lo que tenia que hablar; por unos treinta minutos escucharon la prédica de las dos Señoras, luego las interrumpió Fabio y les dijo: hoy ustedes escúcheme a mi lo que tengo que decir contra las religiones que hoy profesan, de antemano les confieso que no soy ningún ateo, creo en Dios pero no como lo describen las religiones, porque todo se basa a reprimir todos tus sentimientos, en una intimidación enorme, sino viene por el lado de diablo, viene por el lado de Dios, siempre hay un castigo en ambos sino se cumple lo que ustedes les llama mandato; pues a estas alturas de la civilización todos sabemos que es bueno y que es malo, que lo hay que hacer y lo que no; cada persona posee un alma única y auténtica, ninguna es idéntica a otra, así fuimos creados como seres únicos, cuando ustedes hablan que tenemos que ser idéntico a Jesús, algún santo en particular, un Buda, un mahoma, etc. Perdemos nuestra propia identidad, simplemente por cada uno de nosotros somos únicos de otro, la búsqueda espiritual es independiente y consciente. No alabo la pobreza, no tengo ningún respeto por la pobreza. A las personas hay que ofrecerles los dos tipos de riquezas; toda la vida han estado llena de desgracia y a pesar de ello, ninguna vez se quejan, ésas personas que aceptan todo lo que les ocurre como una manifestación de un poder divino "No soy nadie - dicen- para cuestionar los designios de la providencia" Ya no queda nada por la cual sentirse, agradecido!!! El pobre a olvidado cómo hacer algo con la condición en que se encuentra, por andar preocupado en conseguir sus alimentos, un techo donde dormir y no tiene tiempo ni deseo de emprender su propia búsqueda espiritual; es ahí donde entra las religiones para que acepten todo lo que les vengan y hasta las cadenas impuestas por nosotros mismos. El Diablo

entra en el escenario para más represión espiritual, que también lo han usado todos desde tiempos inmemoriales hasta el día de hoy, como un arma eficaz para la intimidación corporal y espiritual; solo tomen como ejemplo la delincuencia que hoy nos azota, muchos dicen que ellos son los demonios, su miedo y cobardía crece como espuma, dejándose doblegar contra el crimen y las injusticia que eso trae con sigo; los criminales han dejado de creer en el diablo y esa representación la han usado muy bien para someter a un pueblo entero, ellos muy bien lo saben, y cometen muchas cosas horrendas para paralizar y someter cualquier acción de sobre vivencia en defensa propia y de su propia familia. Por que la finalidad del demonio en nuestra vida se trata de eso, someter y paralizar cual quier acción. Usted creen que es bueno amar a alguien por miedo? eso no es amor, pues eso es lo que han hecho con Dios todas esas religiones, aunque muchos aseguran que están por amor a Dios, pero dentro de ellos temen por el castigo del diablo y su infierno, han fraccionado a las personas; si hacen o les pasa algo bueno dicen: "por obra y gracias de Dios"; por lo contrario les hacen o hacen algo malo, culpan al diablo y sus demonios, esa es una actitud irresponsable e inconsciente como personas individuales, la verdadera espiritualidad se trata que seamos conciente de nuestros propios actos y decisiones; cuando hacemos cosas buenas tiene sus recompensas, cuando hacemos cosas malas tambien tiene sus recompensas y no es obra de nadie más....