La Profecía del Año 2,064 (Segunda Parte)

 

   Año 744 D.C. PETEN......Ikal había terminado de escribir una nueva profecía, esta vez sería para el año 2,064; que cambiaría la humanidad para siempre. Aunque el mismo no sabía con exactitud lo que le habían revelado las Estrellas, porque era tan avanzado y sofisticada esa civilización futura, que poco entendía el proceder y su cultura; el día siguiente los escultores en piedra harían su trabajo de dejar esos escritos tallados para la prosperidad y así que las nuevas generaciones no olvidaran que si algún momento en el futuro los dioses decidieran acabar con todo, como lo hicieron antes, ellos tendrían una oportunidad de cambiar su propio futuro... en ese momento detuvo sus pensamientos y los analizó lo que acababa de afirmar y dijo como un susurro en sus labios..Así como los dioses....
 Ya era noche en su hogar, Ikal salió solo un momento de su hogar para ver la hermosa noche estrellada, cuando se le acercó su querida esposa Itzel (Lucero de la tarde o noche), lo abrazó por la espalda a Ikal y con mucha alegría, le preguntó: Que te han dicho las estrellas?- Ikal dirigió su mirada al firmamento y ubicando el "Panteón de los dioses", respondió a su mujer: todavía no han dicho nada, pero mañana iré al Tikal hacer ofrendas y por la noche iré al observatorio, creo que ya es tiempo de hablar con el dios Huracán (conocido también como "Corazón del Cielo) - Tendrás un día muy atareado Ikal, es mejor irnos a dormir, le dijo Itzel- tienes razón Itzel, es mejor recargar energía para mañana le dijo Ikal. Ya dentro de su hogar y acostados, Itzel fue la primera en quedar dormida, Ikal le acarició su hermosa cabellera azabache y su mente divagó hacia el pasado; pensaba en todo lo que su abuelo le había dicho, todos ellos eran una estirpe de sacerdotes, desde su abuelo, su padre y ahora él; le contó como era la vida aquí en la Tierra de Quetzalcoatl o Kukulkan como le llamaban en otras regiones del Imperio Maya, como el creó la vida dentro del agua y les enseñó la creación del fuego, también les enseñó toda su sabiduría, entre ellas el Amor; pero las envidias de los Caciques, sedientos de poder y fama, había terminado con la vida de ese dios tan maravilloso, su abuelo lo conoció en persona, le contó que viajaba por todo el Imperio Maya enseñando su sabiduría; su abuelo le contaba que había venido del "Panteón de los dioses", y cuando lo asesinaron subió a los cielos como una ave emplumada llena de luz; esas ciudades sufrieron grandes castigos por medio de los dioses, por tan alto atrevimiento y ultraje, que tardaron muchos años en recuperar su esplendor como pueblo unido; después de eso los dioses que se habían rehusado presentarse ante su pueblo, levantaron el castigo y hoy todo era diferente, ellos se presentaban ante los sacerdotes, pero seguían molestos ante otros acontecimientos distintos..... en eso estaba pensando Ikal cuando sin saberlo cayó en profundo sueño.
 Al día siguiente.... Ikal muy temprano por la mañana se dirigía al Tikal, uno de los sacerdotes de menor rango lo intercepto, diciéndole: Jasaw Chan K'awiil 1°, me ha mandado a buscarte, él quiere hablar algo urgente contigo, le dijo a Ikal que era uno de los sacerdotes de mayor rango de Petén, de

inmediato se dirigió al gran Cacique de Petén, era un hombre muy poderoso, él había invadido muchas regiones en base a guerras y tratados, extendiendo más el Imperio Maya, había edificado el Tikal y muchos observatorios Cósmicos, pero Ikal ya sabía lo que quería su Cacique.
 llegó al trono de Jasaw Chan K'awiil y la misma escena de siempre, el Cacique subido en su trono y abajo un grupo de personas haciéndole preguntas; nadie podía ver por encima de la mirada del Cacique y mucho menos mirarlo a la vista, ya que ellos creía que los Caciques eran los verdaderos descendientes directos de los dioses; pero con los sacerdotes era otra historia, ellos si podían ver a los ojos del Cacique, eran los únicos, ya que solo ellos se podían comunicar con los dioses, porque se negaban en comunicarse o hacerse ver con cualquier Cacique, y la verdad Ikal no los culpaba, ya que tenían molestos a todos los dioses por el proceder de ellos desde que asesinaron a Quetzalcoatl, todo había cambiado.
 El Cacique vio a Ikal y le indico que se acercara a su trono, Ikal se postro ante Jasaw con mucha reverencia, pero el Cacique se miraba muy preocupado, y le dijo que acercara su rostro para hacerle una pregunta sin que nadie lo escuchara, Ikel se levanto de su postura y miro fijamente los ojos del Cacique; para Ikal siempre era impresionante ver la mirada de cualquier Cacique Maya, su mirada penetrante ojos negros profundos, en sus mirada se podían leer muchas cosas del Cosmos, aunque sin dudas estaba preocupado, pero su expresión era sobria y carente de cualquier aflicción - Ya te comunicaste con el dios Huracán? le pregunto el Cacique- Todavía no mi señor, espero que esta misma noche se comunique con migo, le contesto Ikal- Si es así quiero que vengas inmediatamente hacia mi sin demora el día de mañana, el pueblo esta impaciente, le dijo el Cacique- Así lo haré mi Señor,,, Ikal se retiro de su presencia con mucha reverencia.
 Ikal estaba en el Tikal haciendo ofrenda a los dioses, no podía dejar de pensar en su Cacique, estaba todo las personas del imperio Maya preocupados por las profecías que se darían en muy poco tiempo en su mismo Imperio y a su mismo pueblo, nadie quería que eso sucediera, y Ikal sabía perfectamente lo que querían los dioses, el dios Huracán sólo vendría a reafirmar todo lo sabido, pero él se sentía con las manos atadas, todo era tan difícil.....
 Ikal estaba ya el observatorio cósmico, era una hermosa noche estrellada, perfecta para ver la Constelación de Orión, en eso estaba Ikal cuando de un momento a otro vio en el espacio oscuro exactamente en la constelación como una pequeña circunferencia en el inmenso espacio oscuro, se hacía una onda, como cuando tiras una hoja en un riachuelo y ves como se forma una pequeñas ondas en el agua, era exactamente igual pero en el espacio, después casi de inmediato se abrió la Bóveda en esa misma circunferencia de ella salia una luz mas brillante que el Sol, emergiendo una nave cilíndrica que los sacerdotes le llamaban Siihil que significa "Nacimiento", la nave en forma de cigarro se dirigió directo a la selva pasando muy cerca del Tikal. Ikal estaba eufórico y dijo muy feliz "Ya está aquí Huracán", salió corriendo del observatorio directo a la espesa selva, al encuentro de su dios favorito Huracán.......