Pie Grande ( Quinta Parte)

Pasaron mucho tiempo, para ser exacto once años de aquél encuentro que le cambiaría la vida a Harold, con sus veinte y siete años cumplidos, tuvo que pasar una penosa vida por lo que había confesado ver, el encuentro de Pie Grande; la gran mayoría del pueblo lo miraba como un bicho raro, menos los pocos viejos que contaba también a ver visto a ése gigante; pero jamás a Harold lo persuadieron para retractarse o quedarse callado sobre su avistamiento del gigante de la montaña; pasó todo lo contrario se obsesionó tanto del hecho vivido, que no pensaba más en otra cosa de atrapar al gigante y mostrarlo a todo el pueblo, que él no está loco, que todo lo que contó era cierto; su gana de atraparlo y exhibirlo, era el objetivo de su vida, más nada importaba, tendría que salvar su reputación.
  Una mañana de verano estaba Harold en el patio de su casa, con su guitarra acústica, cantaba una bella melodía hecha por él mismo, que contaba como un par de amigos de toda una vida fueron a cazar en las montañas de noche, solo con sus rifles y linternas, eran todo lo que llevaban; y como ese lugar inhóspito de frío, luna llena y oscuridad, salía entre el bosque un ser peligroso y feroz, que parecía que el mismo bosque lo hubiera parido, ya que no se conoce descendencia de ese gigante erguido, que ruge como amo y señor del bosque......
 Su padre lo miró detenidamente a su hijo, hoy ya hecho un hombre, le rompía su corazón mirar a su único hijo solo y obsesionado, por un ser que nadie creía, ni él mismo, tan solo lo apoyo ésa vez que se lo contó para subirle el autoestima, ya que de la misma manera le había roto el corazón; Peter ya a su edad se sentía cansado y sin energía, decía: "Los años no pasan desapercibido", con toda su alma quería decirle a su hijo que emprendieran el viaje hacia el bosque, que ambos atraparían a Pie Grande y lo traería al pueblo, para demostrarle de una vez por todas que los ingenuos eran ellos. Su mejor amigo Jack le había dado la espalda como era de esperar, siempre negó todo y se mostraba como el tipo más normal del pueblo, dejando a su amigo Harold muy mal parado, como si su amigo fuera un demente; su padre recordó a su hijo Harold cuando tenia tres años, como le enseñaba todo y su hijo era una esponja, absorbía todo lo enseñado, como se hacía grandes ilusiones con su hijo cuando fuera todo un hombre y hoy mirarlo bajo esa condición; se dijo así mismo: pero que importa ya mi vida, si ya viví todo lo que tendría que vivir, que mejor sacrificio entregar mi vida por el sueño de mi hijo, al menos ya no se sentirá solo con esa pesadilla a quien le llaman Pie Grande; Peter sabía muy bien que una aventura como esa le podría costar su vida, ya que su salud se iba quebrantando cada día más. Peter se le acercó a su hijo y Harold interrumpió su cantar - Hola hijo, sabes estaba pensando que fuéramos a las montañas por la noche y acabar de una buena vez con esa pesadilla que tanto te atormenta y no tienes sosiego- pero padre!!!! Se alarmó Harold, tú salud es delicada y no quiero arriesgar tu vida, le respondió Harold - Me estas queriendo decir viejo? Harold sabía muy bien que su padre era muy orgulloso y decirle viejo era toda una ofensa para él; no padre, por supuesto que no, Pero éstas seguro que quieres que hagamos esa travesía?- Nunca he estado tan seguro en mi vida como hoy, así que Preparemos todo para el viaje, nos iremos  acampar este fin de semana - Harold estaba tan feliz por el apoyo de su padre, lo abrazó y le dio un beso en su frente.
 Fue una semana agotadora para padre e hijo, hacer todos los preparativos para acampar dos noches, habían elaborado una lista de todos las cosas que necesitaban para sobrevivir esas noches, sin olvidar rifles y suficientes municiones; pero Harold era el más feliz, no podía creer que después de tantos

años subiría a las montañas en busca de Pie Grande, era la oportunidad de su vida, y su objetivo atrapar a ese gigante de la montaña.
 Llegó tan rápido el fin de semana, que inmediatamente estaban cargando su camioneta Bronco, para dirigirse a las montañas, no tenia que perder tiempo, ya que antes que oscureciera tendría que haber llegado en lo más profundo de las montañas y hacer el campamento, para no tener que preocuparse al menos de tener un lugar seguro para pasar la noche. Iban muy alegre por el camino pedregoso escuchando por la radio sus canciones Country que tanto les encantan, ambos se sentía bien pues llevaban muchos años que padre e hijos no se divertían, para Peter solo vivir esos momentos con su único hijo, ya se sentía satisfecho de esta vida, se iría sin rencor ni deseo, lo vivido con la persona que amas son momentos que nadie te lo puede describir, simplemente se vive y se siente dentro de ti.
 Dejaron la camioneta en las laderas de las montañas, de ahí no había manera de avanzar en vehículo, sería caminando como cualquier otro incursionista, la vegetación tan espesa y terrenos escabroso hacia la travesía mucho más difícil y peligrosa; aunque Peter iba en desventaja con respecto a su hijo, hacia todo lo humanamente posible por seguirle el paso a su hijo, era una tortura y esfuerzo sobre humano para la delicada salud de Peter; Harold voltea a ver a su padre continuamente para saber si su padre se encuentra bien - Déjame ver como un maldito enfermo Harold!!! le gritó su padre a Harold, su hijo avergonzado desvió la mirada hacia adelante y solo lo frecuentaba de reojo. Después de unas agotadoras horas y antes que oscureciera llegaron un claro de bosque donde era perfecto lugar para acampar Peter había hecho un esfuerzo increíble y sentía que su cuerpo ya no resistiría más, necesitaba descansar para recuperar energía, para ir en busca de Pie Grande.