El Cementerio (Tercera Parte)

 

 Al llegar al cementerio Nidawi no encontró al soldado herido, se adentro mas al cementerio de varias hectáreas, empezó a recitar la mantra y agitando su amuleto de cascabel; escuchó algunos gemidos de dolor a muerte muy cerca de él, Nidawi caminó sigilosamente entre la espesa nieve y pudo escuchar que los lamentos provenían de atrás de una lápida, fría y solitaria como todo lo que había en ese cementerio; se acercó con mucho cuidado y pudo ver una figura sutil de lo que fue un ser humano de tiempos remotos, era un soldado herido sentado sobre la nieve quejándose con amargura su dolor punzante, Nidawi observó que su herida había provocado gangrena en su pierna; con mucha frecuencia de eso morían los soldados de su época, ya que las balas o balines de los mosquetes quedaban incrustado en el hueso de los soldados de ambos bandos y sin una intervención inmediata las heridas producían gangrenas muriendo de una manera espantosa, por si fuera poco tenía que caminar muchas millas con el regimiento regular, solo los más afortunados llegaban con vida. Nidawi no dejó de sentir misericordia por esa pobre alma, que incluso después de muerto sufría como el mismo día de su muerte, observaba que respiraba con desesperación como si le faltara aire, era evidente que ésa alma creía que todavía seguía viva en el plano físico; Nidawi lo saludó: Hola Soldado!!!- el espíritu tomó con rapidez su mosquete apuntándole a Nidawi, quien eres? le preguntó el espíritu- no temas soldado vengo en paz, solo quiero ayudar, le contestó Nidawi- el espíritu se quejaba de su dolor, estoy al servicio de su majestad el rey- Que clase de rey deja morir así a sus soldados? preguntó Nidawi- Como te atreves de insultar así a mi rey dijo muy furioso el espíritu levantándose con su mosquete - Dónde está tú regimiento soldado? le pregunto Nidawi con autoridad - el espíritu se quedó callado un momento y después contestó con amargura: me dejaron abandonado porque estoy muy mal herido - Y que andas buscando? - Quiero presentarme ante mi rey, le respondió el espíritu - Para que? Si se puede saber le preguntó Nidawi - quiero que se me reconozca como un héroe de su reino, que me de respetabilidad en todo su reino por está lucha fratricida, le respondió el espíritu quejándose de su dolor de muerte - Nidawi midió muy bien sus palabras y sabía que había algo más en todo ese asunto; no acabó de entender, tu rey te abandonó y tus propios compañeros de lucha también; y hoy andas buscando honores? - se notaba que el espíritu tenía una enorme dosis de frustración y odio; el espíritu respondió: Por eso busco a mi rey, aunque no acabe con su reino al menos terminaré de una buena vez con su bastarda vida, le quiero demostrar a todos sus súbditos que por nuestras venas corre la misma sangre, que nadie es invencible y que todo merecemos respeto con solo el hecho de que somos seres humanos; estoy harto de tantos nombres y títulos nobles, aunque los verdaderos culpables es el pueblo por seguir creyendo que ésos son los ungidos y obedecer las órdenes de esos desquiciados que nos han metido en guerras tras guerras, generación tras generación.. y todo por el reino que solos los nobles viven como Dios les manda; sabes una cosa, si me cruzo con un regimiento Independentista me uno a ellos, para luchar contra mi rey y por mis derechos como persona libre. Nidawi esta escuchando muy atento todo lo que decía el espíritu, estaba llegando a una conclusión definitiva del porque algunos espíritus no pueden trascender a su propio plano natural, aunque el caso de Johnny y del soldado eran muy diferentes pero tenía algo en común, pero necesitaba indagar más para estar seguro de sus propias conclusiones; Cuál es tú nombre soldado? le pregunto Nidawi - Tom Cárter, le respondió el soldado- tú vida a sido dura Tom, te pondré al tanto si veo a tu rey o a los Independentistas, según sea el caso - Y tú de que reino eres? le preguntó el espíritu - se llama Apache, le respondió Nidawi - los conozco, son valientes guerreros y su rey que les llaman Jefe, lucha a la par de su pueblo sin intimidarse, perdona por haber invadido sus tierras en el nombre de su majestad el rey.....
 El espíritu de Tom se había desvanecido y se dio cuenta en la lápida donde estaba recostado el espíritu al principio era su propia tumba, estaba inscrito su nombre y había muerto a la edad de veinticinco años.

                                                         El Alma Suicida 

 Pasaron los meses y Nidawi no había tenido contacto con los espíritus de Johnny ni Tom, del cual tenía una enorme piedad por ellos, con todo su voluntad los quería ayudar, pues Nidawi sabía muy bien que cada ser humano pasaría por el mismo camino de muerte algún día, aunque eso solo representaba la no existencia física, pero se planteaba un problema enorme, el espíritu nunca muere y no se quería imaginar que su espíritu también podría quedar en el limbo, sin ningún rumbo que tomar, era importante para Nidawi ayudar a esos espíritus encontrar su propia esencia natural y al fin podrían descansar en paz.

 Era un Domingo soleado pero frió, Nidawi estando en su casa tomando una taza de café y pensando en sus encuentros con los espíritus, se dijo que era el tiempo de averiguar si en verdad algunos espíritus habían trascendido, si era eso cierto no podría llamarlos, aunque lo hiciera no vendría a platicar con el, eso resolvería una parte del misterio espiritual, pero entonces Nidawi quedaría solo para ayudar a esas pobres almas en pena, así que decidió arriesgarse; lo que le quedaba claro por el momento a Nidawi era que las almas seguían teniendo los mismos sentimientos buenos y malos, mentían y encubren, como si estuvieran vivo en el plano físico, así que como en esta vida hay que tener cuidado con las personas mal intencionadas, también con los espíritus porque no le cabía dudas que también habría espíritus mal intencionados.

 Eran las cinco de la tarde cuando Nidawi muy bien abrigado estaba en el centro del cementerio, no se divisaba casa alguna desde allí, ya que el cementerio era inmenso, así que nadie lo estaba mirando, al menos que alguien llegara a visitar algún familiar o hablar con los espíritus como lo estaba haciendo Nidawi. Al pie de un obelisco que era una tumba, estaba sepultada una mujer que había vivido 50 años, Nidawi decidió llamar a ese espíritu, encendió una pequeña fogata con ramas que había cortado por el camino, sacó su amuleto e hizo sonar la cola de cascabel, empezó a cantar la mantra con voz suave pero con temple, Nidawi estaba de rodillas concentrado recitando el mantra, cuando de su pequeña fogata salio una bola de fuego, como si alguien le hubiera tirado gasolina a las llamas a propósito, Nidawi se levantó asustado y entre las llamas miro un espíritu que no era la mujer que estaba llamando, sino que se presentó otro espíritu, pero tenía algo muy extraño en su aura, era de un gris muy pálido y su presencia se le notaba un desprecio inmenso por todos y para todos....