Monólogo Para Un Amigo (Segunda Parte).

  Mi amigo Tomás consideraba que había cuatro condiciones elementales para alcanzar la verdadera felicidad:
 - La primera para él era (Cosa muy extraña para muchas personas) la simple y puramente naturaleza en todo su esplendor, dimensión y colorido; era la vivencia y apreciar lo que por sí es vida, fuera de lo superfluo. Tomás era un poeta, pero en el sentido mas amplio y mas noble de la palabra en sí; tenía un carácter innato, la dignidad del verdadero sentido poético; indiscutiblemente ponía en la creación de todas las cosas, como lo mas bello y satisfactorio. Tomas nunca fue poeta ni músico, pero tenía un verdadero gusto exquisito por ambas cosas.
 Tomás sostenía que el campo mas rico, el mas verdadero y el mas natural, si no el mas extenso, había sido inexplicablemente descuidado; mi amigo opinaba que la creación de nuestro Edén (el planeta Tierra), ofrecía a la Musa la mas espléndida de las oportunidades. En efecto era evidente, se hallaba el mas hermoso campo para el despliegue de la imaginación en la interminable combinación de la belleza en todas sus formas y dimensiones; los elementos que entran en combinación son por su gran superioridad excelsos, lo mas esplendidos que el Edén (El planeta Tierra) nos pueda brindar. 
 Los Ojos (de Dios) que iban a contemplar lo creado, se sentía en cierta forma, obligado a emplear los mejores medios, trabajando para mayor beneficios de aquellos, y satisfacción para el suyo; es lo que influyó sin dudas a Dios, cuando le dio el soplo divino de todo sentido poético; Era su adaptación a los ojos que iban a contemplar lo que había creado. 
 El arte en todo su esplendor, como el escultor o el pintor, siempre estarán influenciado en el ser, en la naturaleza en todas sus dimensiones; nunca se encontrará realidades paraíso, el lo mas encantador de los paisajes naturales; tan solo encontraran arte en forma decorativa o semejanza. En todos los otros dominios hemos aprendido a considerar justamente a la naturaleza como soberana, porque en los detalles nos estremece la idea de competir con ella.