La Venganza De Una Víctima (Monólogo)

  Más que la urgencia de vengar el ultraje de su pequeña hija, Emma sintió la necesidad de castigar con un ultraje igual o peor al padrastro de su pequeña hija; no podía no matarlo, después de semejante deshonra. Tampoco tenía tiempo que perder en teatralerías; ella estaba detrás de su compañero de vida con el pretexto de sacar algún alimento de la refrigeradora, todavía estaba indecisa y nerviosa, pero al aparecer en su memoria los recuerdos frescos de su hija cuando era un bebé y toda ese desborde de alegría que le había traído a su vida cuando la vio por vez primera en la sala de parto, y juró protegerla por siempre aun a costa de su propia vida, en esos momentos llegó a ella una fuerza de una obligación de lealtad; tomó el cuchillo de cocina mas grande y pesado, lo sujeto con sus dos manos y con todas sus fuerzas, y la rabia que sentía en esos momentos la deposito de un tajo y golpe certero en lo que hoy es su ex-compañero de vida. Emma entre dientes frunciendo su boca y su rostro que delataba esa sed de venganza dijo: ¡maldito hijo de puta! - Cuando Manuel incrédulo de tales aspavientos, pero indulgente, volvió hacia atrás, ya Emma había empezado apuñalarlo sobre la espalda con todas su fuerza y gritando con odio y rabia: ¡Maldito hijo de puta! ¡Maldito hijo de puta! una y otra vez; el cuerpo de Manuel se desplomó sobre la mesa de comedor, el vaso de licor que tenía Manuel en su mano, lo soltó y se estrelló sobre el piso; las malas palabras no cesaban en la boca de Emma, y razón tenia de sobra, tuvo que hacer un enorme esfuerzo para mantener la cordura nuevamente; una efusión de brusca sangre manó sobre la espalda de Manuel, su muerte se miraba obscena, vulgar pero satisfactoria al mismo tiempo. Emma inició el epitafio que tenía preparado para Manuel, con rencor pero satisfecha inició: “he vengado el ultraje de mi pequeña hija y castigue al autor de esa deshonra con su propia sangre.... Manuel nunca supo ni alcanzo a comprender con exactitud la determinación de odio de su pareja para con él. Emma empezó a cambiar toda la escena del crimen como lo había calculado previamente, para que las autoridades llegaran a la conclusion que todo era en defensa propia, porque habían tenido una acalorada conversación por el reclamo de su hija violada, por lo cual Emma lo había amenazado con denunciarlo a la policía, Manuel al escuchar eso de Emma se sintió acorralado, quiso acabar con la único testigo en su contra, hubo un forcejeo entre ellos, por tal motivo Manuel estaba muerto ahora. La historia era increíble, en efecto, pero se impuso a todo, porque sustancialmente era cierta; el tono de Emma era cierto, su pudor también, el odio que sentía por su difunta pareja también era cierto, verdad también era el ultraje de su pequeña hija, lo único que era falso fueron las circunstancias....