Monólogo Para Un Ser Querido

  Recuerdo esa alma dormida, contemplando y recordando cómo pasa la vida, como se viene la muerte tan callada, que tan rápido se va el placer, cómo después de recordar todo eso da dolor.

Como a nuestro parecer cualquier cosa que pasa (y el pasado para los difuntos siempre será mejor) vemos el presente como un punto muerto, y para algunos, acabado; si juzgamos sabiamente  no engañaremos a nadie, ni a uno mismo.
 La dura vida que vivió esa alma, ha de pasar de tal manera a la espera en aquel estado de contemplación. Este mundo es el camino para otros que vienen, porqué es morada de peregrinos, pero si quieres bendiciones en tu vida, es necesario tener buen sentido de juicio para andar toda la jornada sin errar. Casi partimos al nacer, ¡la cuenta regresiva empieza! andamos mientras vivimos y llegamos a tiempo de nuestro fallecimiento, es así como descansamos. 
 Este mundo fue hecho de buena fe, que muchos abusamos de ella, para ganar algo, un no se que - que muchos antes de morir lo han perdido todo - pero te digo hoy alma buena, te acompañaré cuando mi tiempo termine, para llegar a esa puerta de aquel dueño que no engaña; tened paciencia, porque la vida es como el sueño, ligero y pasajero. ¿recordaremos en que nos deleitamos temporalmente?  ¿y los tormento de competir entre nosotros mismos?  ¿los placeres? ¿las dulzuras, los sabores? ¿y las trabajosas vidas que hoy tenemos? ¿y recorreremos a riendas sueltas nuestras nuevas vidas sin mirar atrás?