La Ouija (Tercera Parte)

   

Miguel y Antonio, llevaban veinte minutos tratando que Juan de Arco articulará alguna palabra coherente, o más bien descifrar lo que ella indicaba en las letras del tablero mágico, pero todo era en vano, yo iba tomando nota con papel y lápiz lo que ella indicaba en base a las preguntas que Miguel o Antonio le hacia, pero todo era tan impreciso y fuera de toda lógica para nosotros, de pronto Miguel y Antonio ya estaban harto de continuar con el espíritu de Juana de Arco, yo les pregunté a mis amigos: De que país era Juana de Arco? - Miguel contestó: creo que de Francia - volví a preguntar: alguien de ustedes sabe Francés? - Antonio contestó esta vez: que a penas sabemos el español, mucho menos el Francés - Tal vez ese sea el problema amigos, ni ella nos entiende el español ni nosotros le entendemos el Francés y supongo que debe ser un Francés antiguo, concluí - sabes ya basta con esto, refunfuñó Antonio - Si!!! Dije: esta vieja es aburrida, jamás en mi vida había conocido una mujer tan aburrida como Juana de Arco, y yo que pensaba que la Maria era aburrida - Miguel le dijo al espíritu: quiero que te vayas y no regreses mas aquí!!! El triángulo se fue directo donde decía la palabra adiós, la mirilla así lo indicaba; Antonio quitó sus dedos del triángulo y con mucha confusión preguntó: Que no entendía el lenguaje español? O Acaso nos estaba tomando el pelo (mintiendo)? - Yo le respondí: ya saben como son las mujeres, cuando no quieren, no quieren.... Los tres estallamos de la risa - Es mejor que olvidemos ese tablero por hoy y mejor nos emborrachamos. Fue así que empezamos a escuchar más música Rock y al poco momento nos habíamos olvidado del espíritu de Juana de Arco, pero la noche no acababa aún y ya bastantes acelerados por la música, alcohol y tabaco, ya con el calor de los tragos Miguel y Antonio se volvieron a retar para llamar otro espíritu, de mi parte hacia la función de secretario, tomando nota de los espíritus que llegarán a la Ouija que quisiera comunicarse, porque tenía mis buenas razones para no entrar en esas sesiones espiritistas, ya que desde que niño sentía las presencias de almas que anda deambulando en nuestra dimensión, aunque para ser sincero nunca he visto un espíritu hasta el día de hoy como solemos ver en películas o documentales por televisión y otros medios, por ejemplo: sentir frío, ver espectros, luces espirituales, sombras, gritos,  que alguien los toque o golpee, voces, oír pasos donde no hay nadie, etc. Nada de eso, es algo así cuando tú estás en un lugar o vas caminando y sientes que alguien te esta observando con interés sin verlo y cuando volteas a ver en la dirección dónde has sentido esa sensación, efectivamente alguien te esta observando, lo confirma esa misma persona que cuando se da cuenta que tú te has dado cuenta, esquiva rápidamente su mirada y se pone nervioso; algo así me pasa no los veo pero se siente su presencia, pero nunca se los dije a mis amigos porque pensaría que estaba loco y poder ser el hazme reír de todos los conocidos y desconocidos también, no quería comunicarme con las almas en pena ya que al saberlos ellos podría ser que ellos hicieran una larga fila de espíritus en la entrada de mi casa esperando su turno y lo más seguro que mi familia me ingresara en un manicomio. Pero como dicen por ahí: eso es harina de otro costal... Miguel y Antonio se sentaron de nuevo en frente del tablero y empezaron otra sesión espiritista, pero antes se detuvieron a pensar a que espíritu iban a llamar en ésa oportunidad, Miguel el más atrevido de los tres de inmediato dijo: Adolfo Hitler!!! Antonio y yo nos quedamos horrorizados, fui el primero en hablar: escuchen no creo que sea buena idea, así como era ese mequetrefe de racista lo más seguro que venga con todo los miembros de la SS y la Gestapo incluida - Tal vez nos haga unos uniforme Hugo Boss, dijo Miguel - sabes Miguel tú nombre de Arcángel te queda muy grande, le respondí - como sea, lo llamaremos o no? preguntó Miguel - Mejor llamamos a un tío mío que murió hace años y dice mi familia que esta en pena su alma porque dejó a su mujer sola, dijo Antonio - Miguel y yo estallamos a carcajadas y riéndonos del tío de Antonio le respondí: Que ingenuo  era tu tío!!!  Secando nuestras lágrimas de los ojos de tanto reímos decidimos llamar el espíritu del tío de Antonio, pero no pasó mucho tiempo en responder, pero quizás escuchó que nos estábamos riendo de él, porque no estaba de humor ese día, y nos habíamos arrepentido en llamarlo.....