Las Sucursales del Cielo (Séptima Parte)

 

Jerry temeroso al castigo eterno ya sea por Dios o por el diablo, no asistió más a la congregación de los Testigos de Jehová, aunque su abuelo Franck le insistía que éso no era castigo de Dios ni ninguna clase de advertencia como proclamaban los fanáticos de cada congregación religiosa, sólo fue que Tom estaba en el lugar y la hora equivocada cuando el rayo hizo su aparición, pero Jerry que había sido el testigo presencial de esa tragedia tan lamentable, sentía un miedo atroz y no quiso arriesgarse, según las versiones de los que se dicen guardar los preceptos de Dios.
  Tres años después.... (El siguiente caso esta basado en hechos reales sucedido en 1,993 Pennsylvania, USA) Jerry se sentía muy feliz en su nueva congregación religiosa, eran lo que comúnmente les llaman protestantes o protestantismo; tenía vacaciones en la Universidad y lo aprovecharía para ir a un seminario en Pennsylvania, quería ser el pastor de su propio rebaño, aunque su abuelo Franck lo desaprobaba pero no le quedaba otra de que su nieto decidiera por su propio camino, así que lo fue a despedir al aeropuerto, aunque sólo iría por tres semanas fue una despedida emotiva.
  Al llegar a Pennsylvania Jerry notó que todo era tan diferente a su lugar de origen, la sede de la Iglesia protestante en ése Estado se encontraba apartado de las ciudad, era una zona rural pero el edificio era moderno y equipado con todo lo necesario; al entrar al complejo Jerry vio que habían muchas más personas todos hombres con el mismo fin, rápidamente hizo amistad con los miembros de su iglesia, el pastor encargado de la Iglesia les mostraba las instalaciones y sus respectivas normas para su convivencia mientras duraba el seminario, la terraza del edificio le mostraba todo el panorama de la región, al fondo se divisaba una población muy extraña a la época, como si el tiempo se hubiera detenido para ellos, Jerry le preguntó al pastor: Quienes son ellos? Señalando con su dedo el pueblo, el pastor hizo un sonido con su garganta de incomodidad y se le notaba más en su rostro, y respondió: Los Amish.
  Jerry sentía mucha curiosidad sobre esa comunidad religiosa que tenían una forma de vivir muy peculiar para él y sobre todo eran eran muy cerrados cuando de convivir con otras personas fuera de su comunidad, pero uno de los que estaban ahí en el seminario conocía muy bien a los Amish y al saber la curiosidad de Jerry él empezó a darle detalles de ellos a grandes rasgos; era una comunidad que era dirigida por su reverendo que es la máximo autoridad ahí, él decidía con sus más allegados como comportarse, convivir, vestirse, etc. Era quien decide que es bueno o malo, según la interpretación de sus sagradas escritura; todo lo que era avance tecnológico era pecado para ellos, evitaban cualquier cosa tecnológica una de ellas era la electricidad, cualquier clase de motor incluyendo vehículos motorizados, televisión, etc. Su propósito que nadie tomara ventaja de nadie, todo conviviendo con igualdad para evitar el pecado; los matrimonios tenía que ser de beneplácito por el reverendo y quien tenía el mando y la autoridad del hogar es el hombre, las mujeres se quedan rezagadas en labores del hogar y criar a los hijos; sus creencias así como su comportamiento social y vestimentas, eran rigurosas y ortodoxas, cualquier tentativa o quebranto de sus normas o preceptos por cualquier de sus miembros se arriesgaba al rechazo y la expulsión de la comunidad Amish.
  Jerry así como todos los que estaban en el seminario tenían sus horas libres para salir afuera del complejo e ir a la ciudad más cercana para conocer y familiarizarse con el bello Estado de Pennsylvania; un día varios compañeros o hermanos como ellos se hacen llamar fueron a la ciudad más cercana, Jerry fue a una tienda de comestibles con otro hermano, para sorpresa de Jerry se encontró con unos miembros de la comunidad Amish, todos ellos indiferentes a las otras personas que no eran de su comunidad, pero a Jerry le causaba simpatía todos ellos, pero de inmediato se dio cuenta de un hombre Amish que más parecía un gigante con casi dos metros de estatura y un peso aproximado de trescientas libras, pero lo que captó la atención de Jerry fue que era bastante amigable con cualquier persona, se miraba una persona servicial con todos, los miembros de su comunidad miraban con malos ojos lo que él así, ser amigable, el hombre estaba comprando helado en la tienda para él y su familia, estaba escogiendo el de sabor a chocolate cuando Jerry se le acercó amistosamente, le dijo: has escogido bien, ése es muy buen sabor, el hombre Amish le  sonrió con sonrisa sincera y jovial, le respondió: gracias, se que le gustará a mi familia - perdón por no presentarme, mi nombre es Jerry, se lo dijo dándole su mano derecha en señal de amistad - es un gusto, mi nombre es Ed....