Las Sucursales del Cielo (Octava Parte)

 

Jerry y Ed, rápidamente se hicieron muy buenos amigos en tan corto tiempo, el tiempo que Jerry tenía libre coincidía cuando Ed llegaba a la tienda de comestibles algunas veces sólo él, ya que ahí encontraba muchas cosas que carecía su comunidad Amish; ése tiempo Jerry pensó en aprovecharlo para evangelizar a Ed, pues en su mentalidad doctrinal pensaba que si lograba que alguien creyera en su religión protestante, habría ganado un alma para el señor, y era de ésa manera que los demás miembros te respetarían o te reconocieran como su líder religioso, mas aún tratándose de un Amish que son tan ortodoxos, pero en el caso de Ed surgió todo lo contrario.
  Ed tuvo una infancia normal desde su niñez criado en la comunidad Amish, no conocía otro mundo tan sólo ése; cuando llegó a la edad adulta con ello vinieron los problemas psicológicos que atormentaban diariamente a Ed, escuchaba voces, tenía visiones fuera de lo normal, su cerebro no le funcionaba bien y lo engañaba con sus visiones y voces que sólo él podía ver y escuchar; su hermano menor al ver todo éso llevó a Ed a un psiquiatra en la ciudad, quien le diagnóstico psicopatía, le dijo que era una enfermedad mental que por el momento la ciencia no había podido encontrar su cura, pero si había tratamientos con medicamentos y visitas regulares a su psiquiatra, que podía llevar una vida normal, pero les enfatizó a ambos hermanos que los medicamentos eran de por vida o hasta que se encontrara una cura, que si no seguía con su tratamiento el estado mental de Ed podía empeorar. Fue así que Ed se puso en tratamiento con la colaboración de su hermano menor pero era un secreto muy bien guardado de ambos hermanos pues sabía muy bien que si el reverendo se daba cuenta del problema de Ed todo podía repercutir en otro escenario muy diferente ya que sus creencias no creían en absoluto de la medicina moderna y mucho menos en psiquiatras, así que dispusieron en mantenerlo en secreto. El tiempo pasaba y Ed llevaba una vida normal, se sentía muy feliz ya que las voces y sus visiones había desaparecido para siempre, se había enamorado de una joven de su comunidad muy bella y devota a los preceptos Amish, pronto el reverendo les dio el visto bueno para casarse y formar así una familia adentro de la comunidad Amish; Ed tenía muchas más responsabilidades en su nuevo hogar con su esposa embarazada tenía que cumplir con sus obligaciones como cabeza del hogar, pero los efectos secundarios de su medicamentos le causaba somnolencia así que pasa dormido más de lo habitual, su esposa que no sabía nada de la enfermedad mental de su esposo Ed, lo acusaba de un holgazán que no quería afrontar sus responsabilidades de esposo y futuro padre, su esposa se quejaba con sus familiares cercanos de su comunidad, de pronto toda la comunidad se enteró de lo que pasaba en el seno familiar, pronto vino el rechazo de todos los miembros de la comunidad excepto su hermano menor que sabía de los trastornos mentales de su hermano Ed. Un día Ed de tanto hostigamiento de su esposa de como él se comportaba le confesó todo sobre su problema mental y como escuchaba y oía voces, que sólo él escuchaba y miraba, su esposa como el resto de la comunidad no sabía nada sobre trastornos mentales y menos como se trataban, ella intuyó que era otra cosa lo que en realidad había atormentado a su esposo, se alarmó pero no le dijo nada a Ed de lo que pensaba, aunque Ed le confesó que eso era cosa del pasado que él estaba completamente sano, pero su esposa no le creyó.
  Al día siguiente como era de esperarse la esposa de Ed le fue a contar todo al reverendo sin que su esposo se enterara, el reverendo empezó a sopesar todo lo que le había contado la esposa de Ed, y llegó a la conclusión que era el propio demonio que atormentaba a Ed, las sospechas de su esposa se habían hecho realidad por la visión de su reverendo.
  El reverendo mando a llamar a Ed en el templo donde se congregaba toda la comunidad Amish, él llegó y el reverendo lo recibió con desaprobación y desconfianza, habló directo y claro con Ed, le dijo que tenía una posesión demoníaca y todos ésa medicamentos que le habían recetado los hombres modernos no le servirían de nada, que sólo lo mantenía aturdido para desactivarlo de su propia realidad y no enfrentar sus propios demonios, ya que el hombre moderno no creía nada de eso ni en Dios, así que le exigió que no continuara tomando sus medicamentos y que no volviera ir al consultorio del psiquiatra, que Dios y su palabra de poder lo iba a salvar del maligno. Ed salió del templo y también sopesando lo que el reverendo le exigía, decidió hacer lo que su guía espiritual le decía, por una parte le creía y por otra tenía las consecuencias del rechazo y posiblemente la expulsión de la comunidad Amish; a los pocos meses de haber dejado los medicamentos y dejar de asistir al consultorio de su psiquiatra, Ed empezó a escuchar voces de nuevo que le hablan y visiones que le detallaba su enfermedad mental....