El Hombre Pájaro (Primera Parte)

 

Hay cosas inexplicable en nuestras vidas que pasan para cualquier razonamiento y lógica humana, pero pasan y algunas veces inadvertidas, que nos dejan marcados para siempre, pero lo más extraño de todo eso, es que suceden antes que seamos concebidos....
  El gorrión no podía ver dónde se encontraba, tan solo sentía una pesadez en su pequeño ser que lo hacía dormir a profundidad, hasta que un día despertó y se sintió fuerte una especie de invernadero, aunque no podía ver por la viscosidad, con sus ojos sellados de nacimiento empezó a romper esa frágil esfera con su pico poniendo fin a su corta y antigua vida. Cuando el gorrión rompió el cascarón, su madre observó que ya era el momento de nacer, así que se apresuró en ayudarle; con la ayuda de su madre el pequeño gorrión dio sus primeros pillidos casi ahogados pero con muchas ansias de vivir; cuando abrió por primera vez sus ojos vio una hermosa luz que le cegó sus ojos, días después comprendería cuando sería de noche y cuando de día, con su madre como maestra conocería todo lo que respecta a sobrevivir como un ave cosmopolita, ya que su nacimiento estaba situado en una gran ciudad de muchos contrastes y dónde se cernía las profundas divisiones sociales, pero lo mas importante en estos momentos era alimentarse y aprender a volar.
 Como de muchos es sabido, los gorriones se encuentran en casi todas las partes del mundo, pueden vivir en cautiverio hasta los siete años, pero en libertad no pasa de los tres años; también los gorriones se conocen comúnmente por su gran adaptación y convivencia entre los seres humanos; dónde hay seres humanos hay gorriones también, hasta en las grandes urbes.
 Aunque ese gorrión en particular lo hacía muy diferentes a los otros de sus mismas especie, bueno al menos dónde estaba conviviendo en su pequeña zona donde tenía su habita. Poco a poco el gorrión iba creciendo gracias a su hambre voraz, como si supiera que tendría una corta vida; su madre lo alimentaba de gusanos e insectos, por el momento para el gorrión era un gran deleite, todavía no había probado la comida urbana, de la cual los seres humanos se jactan. Un día amaneció como otro cualquier día de primavera, pero no para ése pequeño gorrión, desde temprano agitaba sus pequeñas alas emplumadas, deseoso de emprender vuelo como lo hacía su madres y los otros que tenía como vecinos, inflaba su pequeño pecho, como tomando aire para alzar vuelo; el gorrión pensaba para si mismo; tengo que alzar vuelo desde la primera vez que me tire, si no me pasará igual a mi hermano, que hace dos días no pudo alzar vuelo y fue devorado por un enorme felino (gato). El gorrión agitó rápidamente sus alas con secuencia y precisión, tanto que se animó en saltar al vacío..... el gorrión nunca pensó que la caída fuera tan rápida, iba sin control ni precisión, pero en cuestión de unos centímetros antes de impactar el suelo, el gorrión pudo nivelar su pequeño cuerpo con exactitud y levanto vuelo, sus alas las movía rápidamente sin planear su vuelo, la falta de experiencia estaba haciendo meollo en el bebé gorrión, recuperó unos metros de altura pero rápidamente se canso, tenía que buscar un lugar donde reposar y su nido estaba muy lejos como para regresar, así que en su alocado vuelo pudo ver una ventana en un edificio viejo y ruin, alcanzó el segundo nivel impactando con su cuerpo en la ventana cerrada, pego un pequeño pillido, su pecho luchaba por tomar todo el aire posible y en eso su curiosidad lo guió a ver al interior de esa habitación, pudo ver un hombre andrajoso, despeinado sentado en una vieja silla que al parecer era todo el mobiliario que tenía, estaba con una de sus manos tomando su rostro, estaba llorando, pero el gorrión no sabía con exactitud el porque ese hombre estaba tan triste, sería: algún pariente muerto, su desdichada vida, pérdida de empleo.... no sabía muy bien, pero algo era seguro, el gorrión razonaba y tenía sentido común, tal vez no tanto como un ser humano promedio, pero si pensaba y no actuaba por instinto como lo hacía los de sus especie, pero Por Que? su diminuto cerebro no era para dar tanto, así que sería otra cosa o un milagro, o a lo mejor dentro ese gorrión habitaba algo más, tal vez un espíritu encarnado.....