El Hombre Pájaro (Segunda Parte)

 

El pequeño gorrión podía saber lo que pensaba las personas, ese pobre hombre andrajoso que estaba sentado en esa silla descolorida y vieja, lloraba sin cesar y en su otra mano sostenía una carta que al parecer familiar, no dejaba de atormentarse por su desdicha ante su inminente suerte, pensaba como había caído en su miseria, porque una cosa era la pobreza que era perdonable pensaba él, ya que en la pobreza todavía se podía vivir dignamente, pero lo imperdonable era la miseria, caer en un abismo profundo y negro, sin esperanza de salir, dónde lo más sublime de una persona se pierde, que es la dignidad, dónde todos los males se acrecienta y quedas al merced de todos los villanos y usureros; se lamentaba que había dejado su carrera universitaria por falta de dinero, su trabajo modesto en una alcaldía de la municipalidad, lo habían cesado por cambio de Alcalde en las elecciones pasadas, y hoy le escribía su madre que estaba muy lejos de donde él vivía, que ya no le podía enviar el poco dinero mensual que le servía para alimentarse mal, si mal!!! pensaba ese hombre desdichado, pero al menos tenía algo en su estómago para minimizar el hambre; su madre del poco dinero que le daban de su pensión no daba para más, ya estaba teniendo problema con su casera al cual le alquilaba una pequeña habitación, pobre y ruin, como en la que vivía su único hijo amado, él también tenía problemas con su casera ya que le debía muchos meses de alquiler, lo había amenazado con ir a la policía para que le desalojara la habitación donde él vivía; pensaba de ir hablar con esa vieja déspota y ofrecerle las únicas dos posesiones con valor que tenía en el baúl de sus recuerdos, un reloj de plata que su padre le heredó antes de morir y una esclava de oro que su madre le había regalado antes de partir a un futuro incierto, pero con la esperanza de que la recuperaría una vez que consiga trabajo.
 El gorrión alzó vuelo nuevamente, tenía que poner a prueba sus alas, pero esta vez supo planear y fue como un vuelo a la libertad, un clima tan agradable y un sol tan radiante, que para ése gorrión no existía mejor vida que ésa, miró un árbol frondoso lleno de hojas y flores, se dirigió hacia el, aterrizó en una de sus ramas torpe pero en seguida se afianzó con sus pequeñas patas, el gorrión cantaba su pequeña hazaña y al pie de ése hermoso árbol había una banqueta también descolorida y vieja, miró a lo lejos que venía una joven con su vestido hecho jirones, mostrando la indecencia de su cuerpo abusado, venía llorando tapándose su rostro de vergüenza y embriaguez, sus pasos eran desatinados y no concordaban con la sobriedad, se sentó se un sólo golpe y sin más se puso a llorar con sus dos manos recogidas en su rostro bello, los transeúntes que allí pasaban, miraban con desaprobación aquél espectáculo que ésa joven estaba dando a plena luz del día, dos policías venían detrás de ella con mucho enojo y reproches, pensando que para eso se habían graduado de policías, para desalojar borrachos en las vías públicas; uno de los policías abordó a la joven preguntándole que como se llamaba y a dónde vivía? La joven alzó sus ojos desorbitados por el efecto de la embriaguez, sólo daba manotazos al aire sin articular ni una sola palabra, menudo caso el que tenemos hoy!!! respondió el policía a su compañero del infortunio; señorita donde vive? le volvió a preguntar el policía, la joven sin alzar su bello rostro y con sus dos manos en su rostro, les gritaba: Dejenme en Paz!!! los dos policías retrocedieron un poco para indagar el caso de la joven a solas; por lo que se ve compañero esta chica ha sido abusada sexualmente, mira su vestido muy mal puesto y enseñando casi todo su cuerpo, como si manos inexperta se lo pusieron- solo las manos de hombre podría ser, le respondió el otro policía- claro esta compañero, a sido abusada sexualmente, se aprovecharon de esa chica por el estado de embriaguez que hoy demuestra su fatal estupidez- Pero que haremos compañero? si la llevamos en ese estado a su casa, su madre o su padre, la botaran de la casa dejándola en la desdicha y deshonra, y mira esa pobre chica no tendrá más que 18 años, como se podrá defender a esta dura vida? creo compañero que se sumará a las estadísticas de las trabajadoras del sexo, como suele ocurrir cuando se comete un error entre las chicas- Si eso esta claro una más en la lista, pero dicen que ese porcentaje son necesario para nuestra sociedad, para aliviar tantos enfermos sexuales y porque no!! también las infidelidades - pues si lo vemos de otro punto de vista compañero, las conclusiones fueran diferentes y nada de lo dicho anteriormente. El pequeño gorrión volvió alzar vuelo a su nido donde estaba su madre esperándolo.......