El Lado Sur del Cielo (Décima Parte)

 Nicolás jamás en su vida se había sentido tan miserable y poca cosa, de ese dia que trataba de darle explicaciones al alma en pena de la pequeña Teresa, que espiritualmente también había perdido a su padre; pero todo fue en vano, el espíritu de Teresa deambula ahora en busca de su única familia en esa dimensión, su Padre.
  Nicolás había pasado muchos días con el cargo de conciencia que cada día se hacía más pesado para él, las noches que dormía poco y sumado el estrés, como a las mayorías de personas que han pasado o están pasando una situación muy difícil, las drásticas decisiones que toman o sí es que toman alguna, son muy pocos acertadas ya que la fatiga mental es traicionera, ya que no se piensa con lucidez.
  Nicolás sentado en la silla del comedor, miraba al horizonte, era el comienzo del anochecer, donde el día se oculta haciendo aparición la oscuridad cargada de misterios, leyendas y mitos; que los mismos seres humanos a lo largo de su historia han transmitido por medio de sus miedos, fantasías y del cual los delincuentes hacen sus fechorías, aprovechando el temor de las almas buenas y piadosas, pero del cual surgirá un ángel vengador que luchará en su mismo terreno y cobijo, castigando todas esas almas malditas.... Nicolás miraba su alrededor de su humilde hogar, para él todo eso ya no significaba nada, al verse sólo se deprimía aún más; Que significado tiene la vida si no hay un objetivo? Se preguntaba así mismo Nicolás - tal vez esa sea la diferencia entre los seres humanos y los animales, ya que los últimos sólo se preocupan en: sobrevivir, alimentarse y asegurar su descendencia, se respondía así mismo. Nicolás miró su revólver que estaba sobre la mesa y a un lado una caja de municiones; se dijo para si mismo: Que más da? o me quito el cargo de conciencia o sumo más a ella, mi padre siempre me aconsejó que la venganza era mala, pero estoy en punto de mi vida que sino asesino a esos bastardos, seré yo que me pegaré un tiro en la cabeza, así que terminaré con todo esto de una buena vez, para bien o para mal. Nicolás se levantó de su asiento, tomó el revólver con sus municiones y su linterna, abrió la puerta de su hogar para salir, voltio su mirada hacia atrás, en eso momentos recordó a su familia que ya no estaba con él, le salieron lágrimas de sus ojos y quebrantada su voz dijo como un susurro: espero que un día me perdonen...
  Nicolás iba en un taxi a la dirección donde recordaba que el espíritu de Mateo se lo dijo en uno de ésos días de sus apariciones, también recordaba muy bien las características físicas y los nombres que Mateo le había proporcionado de eso malhechores ; Llegamos!!! le dijo el conductor del taxi sin mas preambulos, Nicolás se bajo de vehiculo pagando al conductor del cual este salio tan rapido como llego, miraba al cielo estrellado era una noche sin luna, las únicas luces que alumbraban el anochecer eran las que el hombre había fabricado; Nicolás iba caminando cuidadosamente en ese barrio empobrecido e infectado de desgracias a todos aquellos habitantes azotado por la miseria Nicolás metió su mano derecha en su chaqueta, urgo en ella y encontró su revólver, le quitó el seguro y puso el martillo a disposición del primer disparo, pero seguro que no iba hacer a discreción. Encontró la dirección indicada, miraba su reloj de pulso y eran las 10:45 pm. se quedó mirando en una esquina escondido ayudado por la poca luz existente, a unos pocos metros del objetivo, en la vivienda había actividad, miraba siluetas humanas en el interior, Nicolas miraba hacia arriba en cielo oscuro llenos de estrellas, exhalo un suspiro profundo y de resignación, iba caminando cauteloso y decidido a cazar a sus presas.....