El Lado Sur del Cielo (Décima Primera Y Última Parte)

Nicolás tenía apoyada su espalda sobre la pared del inmueble, a un lado de una de las muchas ventanas de esa vivienda de crimen, injusticia, vicio y depravación; Nicolás escuchaba los llantos y la súplica al parecer de una joven mujer, él se acercó a la venta para ver que era lo que estaba sucediendo, miraba de reojo al interior del inmueble y la ventana era una de las habitaciones; Nicolás miraba y escuchaba horrorizado como tres sujetos ultrajaron a una joven que no sobrepasaba los diecisiete años de edad, ella desnuda gritaba por piedad y misericordia aquellos que la ultrajaban una y otra vez, la golpeaba para que se callara, no porque si alguien llamará a la policía, ya que esos criminales tenían intimidado a todo el barrio, ellos decidían quién vivía allí y quienes no, hacían con las jóvenes del lugar lo que les viniera en gana, por lo general las violaban y después las asesinaban, en los mejores de los casos la dejaban con vida pero tenía que satisfacer sexualmente a todos los miembros de la pandilla cuando a ellos les viniera en gana, por si fuera poco, tenía que parir todas las camadas de esos engendros. Nicolás ya no soportaba esa escena de locura, así es que decidió actuar, no sabía exactamente cuántos miembros de esa pandilla había en esa vivienda y si todos estaban armados, lo que él quería era terminar con todo eso, y Nicolás ya estaba consciente que había emprendido un viaje sin retorno, lo importante para él era la cantidad de mal nacido que él mismo se llevaría para la otra vida. Fue a la puerta trasera de la vivienda y se encontraba sin seguro, Nicolás abrió la puerta, entraba sigilosamente con arma en mano apuntando en todas las direcciones donde el iba caminando, su objetivo era la habitación donde estaba violando a la joven, cuando se encontraba cerca de allí escuchaba claramente los suplicios de ella y los risas mezclada con burla de los delincuentes, vio que la puerta de la habitación estaba abierta y la luz que salía de allí mostraba las figuras de los ocupantes, en esos momentos Nicolás sentía toda clase de sensación que jamás había sentido en su vida, pero no tenía miedo a nada sólo quería ajustar cuentas y salvar a esa joven, mientras caminaba a la habitación pensaba que sí del principio habría hecho lo que estaba a punto de hacer, osea lo que el espíritu de Mateo le suplicaba tiempo atrás, esa pobre joven nunca hubiera sido víctima de esos degenerados... Eran tres delincuentes que estaban ultrajando a la joven, el último de la fila que estaba de espaldas de la puerta presintió que había alguien detrás de él, cuando fijó su mirada hacia atrás vio un hombre fornido y alto que les estaba apuntando con un arma de fuego, su primera reacción fue tirarse al piso, escuchó la primera detonación que impactó a uno de sus compañeros que estaba violando a la joven, sólo miraba horrorizado como entraba el proyectil detrás del cráneo y haciendo explotar su rostro en cuestión de segundos, rápidamente las paredes de la habitación se mancharon de sangre, la joven al ver esa escena tan dantesca daba gritos espeluznantes... Para Nicolás todo fue tan rápido, apuntó su arma al otro sujeto y apretó el gatillo haciendo impacto sobre el pecho, cuando lo vio desplomarse, se concentró en el otro sujeto que se había lanzado al piso, pero se percató que ese sujeto también le estaba apuntando con un arma de fuego listo para disparar, fue en una fracción de segundos que ambos se dispararon, Nicolás observó que había impactado en la garganta del delincuente pero rápidamente él también se desplomaba, cayó al suelo y soltó su arma de fuego que fue a dar abajo de la cama, se apretaba con ambas manos su costado, le temblaba todo el cuerpo y miraba sus dos manos temblorosas manchadas de su misma sangre, le costaba respirar, el proyectil le había roto una costilla y le perforó un pulmón, su corazón latía al máximo y su pecho se hinchaba grandemente, luchando por respirar, Nicolás jamás en su vida había sentido tanto dolor e impotencia, sentía que su vida se iba, su visión era borrosa, giró su cabeza en dirección del sujeto herido de muerte también, de la garganta del sujeto salía borbollones de sangre, tenía sus ambas manos en su garganta y miró por primera vez a Nicolás también en el suelo mal herido, con su mirada buscaba su arma y se dio cuenta que estaba a unos dos metros de él, se quitó una de las manos de su garganta para alcanzar el arma de fuego pero Nicolás también se dio cuenta de las intenciones del delincuente, ambos malheridos iban en busca del revólver... El delincuente se iba arrastrando sobre el piso, no tenía la fuerza para levantarse, pero tocaba con sus puntas de los dedos el arma de fuego, cuando sintió un fuerte golpe que lo aprisionaba su mano, quiso gritar pero no podía, era la rodilla de Nicolás que tenía sujeto la mano del delincuente, Nicolás con mucho dolor con una de sus manos tomó el revólver y con la otra mano no dejaba de apretarse su costado donde había entrado el proyectil, en una subida de adrenalina levantó el revólver con fuerza pero todavía de rodillas, martillo y el cañón del arma se lo puso al delincuente en su frente, Nicolás con mucho odio y su voz ronca le decía al delincuente que tenía los ojos de espanto en dirección de Nicolás: juro que acabaré con todas las almas malditas de este mundo y la del otro... Nicolás sin piedad disparó al delincuente que rápidamente dejó de existir...
  Nicolás cayó de espaldas al piso nuevamente, ya no podía respirar, tosía su propia sangre, miraba empañado la silueta de la joven huyendo del lugar, llorando y dando gritos de auxilio, de un momento a otro Nicolás sentía una gran paz que no experimentaba hace algunos días, su corazón dejó de latir y su visión se oscureció para siempre....
  El espíritu de Nicolás iba girando envuelto en llamas dentro de un remolino de fuego, Nicolás tomó conciencia de lo que le estaba pasando y se miraba así mismo que era una bola incandescente pero no sentía calor ni sentía que esa espeluznantes escena le quemaba, iba a toda velocidad en picada en lo que parecía el abismo de un volcán activo, lleno de fuego y rocas incandescentes, pensó que iba al lugar de tormento, pero que más podría hacer, sólo esperar lo inesperado; cayó al fondo de ese abismo estrepitosamente, se puso de rodillas y sentía algo en su espalda que aleteaba, con una de su manos la dirigió hacia atrás de él y sintió unas plumas como la de las aves, la sujetó con fuerza y la llevó en dirección de su rostro, sorprendido vio que eran alas, pero su plumaje parecía de acero forjado, ahora estaba más confundido que antes, sabía que había muerto en el enfrentamiento con los delincuentes, pero lo que él no entendía era lo que le estaba pasando ya que tenía un concepto diferente a lo que era los espíritus, miraba el piso donde él estaba, de allí salía pequeñas bolas de fuego y un pequeño Oasis de magma que estaba enfrente de él se miraba un objeto pesado y largo, metió una de sus manos tomándolo con fuerza, una fuerza que jamás había tenido en vida lo sacó de allí, era una gran espada color negro mate sin brillo, sólo el filo de ambos lados de la espada era de color negro brillante, lo miraba detenidamente, en la empuñadura de la espada estaba incrustado un zafiro azul oscuro, debajo de esa piedra preciosa tenía unas letras de alto relieve que se leía "Ángel de la Muerte".

Nota: Para todos aquellos lectores que les encanto esta narrativa de ficción, esta solo es el primer episodio, dentro de pocos días vendrán nuevas entregas del segundo episodio titulados "El Ángel de la Muerte" espero que les agrade y gracias por su lectura.