Espíritus Malditos (Tercera Parte)

 

Larry se despertó exaltado a media noche cuando escuchó la primera detonación que hizo añicos la puerta principal de su casa, comprada con el dinero maldito de las drogas y sus correspondientes drogadictos; pero Larry ya todo lo tenía muy bien planeado, sabía que tarde o temprano vendrían por él, de un salto salió de su cama y tomó el rifle de asalto que tenía en su misma habitación, sobre el piso del armario dónde guardaba su ropa habían una tapadera muy bien escondida que lo llevaría a la profundidad de la tierra, era un túnel que el mismo había mandado hacer para estas clases de emergencias. Larry se metió en la cueva con el rifle de asalto en sus manos y sólo con unos pantalones recortado hasta la rodia más nada; salió rápidamente por ése salvo conducto que lo llevó a un rancho situado a la orilla de la playa, él quiso siempre vivir en la zona costera no sólo para disfrutar una vida paradisíaca, si no también para poder escapar rápido y sin dejar huellas. Rápidamente de ése rancho con unos ayudantes del crimen sacaron una lancha con dos potentes motores y lo pusieron sobre la orilla del mar, Larry se dispuso a irse a toda prisa él solo, dejando ordenes muy claras y precisas a los que les había ayudado a escapar; Larry se puso en marcha, cuando apenas se veía la orilla del mar, vio al horizonte y se dio cuenta que se avecinaba una tormenta eléctrica, pero para él eso era poca cosa, lo más importante ahora es que había escapado de las manos de la ley. Ya muy adentrado al mar y sin ver tierra firme, empezó la tempestad con rayos y centellas, Larry estaba muy preocupado, el mar estaba enloquecido y el cielo ni hablar, jamás había sentido tanto miedo en su miserable vida como en ése día, trató de cambiar el rumbo de la lancha pero era imposible salir de ésa tempestad, su corazón le latía con frenesí cuando muy cerca de él impactaban los rayos en el echo marino, miraba a todos lados para ver si había una luz de esperanza por si tal vez lograba salir vivo de ésa, pero sin previo avisa un rayo impacto en el mar a tan sólo unos diez metros dónde se encontraba Larry con su lancha, aunque no lo mató pero fue suficiente para tirarlo de la lancho, cayendo en el agua semi consciente; Larry luchaba por flotar pero su cuerpo no le respondía, sentía todos sus músculos entumecidos, con mucho dolor apenas podía contener su respiración cuando no alcanzaba subir a la superficie, pero poco a poco se iba rindiendo a su vida despreciable, ya no tenía fuerza para seguir luchando, de un momento a otro sintió en su pierna derecha una mordida profunda y letal, que lo sujeto muy bien y lo iba tirando a lo más profundo del océano tan rápido que sólo puedo observar que un enorme tiburón lo había sujetado de su pierna, Larry empezó a gritar con frenesí, pero lo único que consiguió fue tragar agua salada del mar, sus pupilas se dilataron, Larry ahora sabía que se siente ahogarse en el mar, sus pocas fuerzas sólo consistía en querer respirar, pero en cambio sólo tragó agua salada y sentía como ésa agua invadía todo su cuerpo hasta que le quitó su vida.
  Un fuerte oleaje y viento lo despertó, se vio a la orilla del mar, acostado sobré la arena y un poco inconsciente, no podía creer que todavía seguía con vida y lo más insólito cómo había ido a para a la orilla del mar, pero el fuerte viento y oleaje lo hicieron que mirara al horizonte y vio horrorizado como venia hacía él un inmenso tornado, que venía a toda velocidad sobre el echo marino, pero Larry podía observar que era muy diferentes a los normales, ya que dentro del tornado o el embudo estaba una tormenta eléctrica, podía observar como salía los rayos dentro del tornado y se iluminaba dentro de ella con los relámpagos que allí se estaba dando ése fenómeno; Larry se levantó rápidamente sobre la arena y salió corriendo al lado contrario del tornado, quiso saltar un tronco caído pero antes que sucediera el tornado lo alcanzó con su furia y su enorme poder; Larry giraba alocadamente dentro del tornado, sintió que cada rayo que el impactaba le iba quitando energía, pero lo que no sabía Larry era que su aura se iba desaparecido poco a poco por cada impacto de los rayos.
  El tornado se comportaba de manera extraña, en vez de lanzarlo por los aires como normalmente sucede, lo succionó a las profundidades del mar nuevamente, Larry sentía que iba con vida ésa vez no sabía como no se ahogaba, hasta que llegó a lo más profundo del océano, calló a lo parecía cavernas oceánicas pero sin agua alguna, todo allí permanecía seco como si estuviera en tierra firme. Larry se encontraba en esas profundidades carentes de luz natural, sólo miraba algunos destellos que venían de arriba, él pensó que era el cielo, se fijo hacía arriba pero estaba abajo del océano y miraba animales horrendo que al parecer eran peces monstruosos con colmillos muy bien afilados que le mostraban sus fauces, los habían de todos tamaños y tipos, eran los que daban un poco de luz a ése lugar en penumbras; Larry no miraba su cuerpo humano, con desesperación buscaba sus extremidades y su cabeza sin éxito, poco a poco con horror se daba cuenta que sólo era un espectro....