El Éxito (Capítulo #11)

   

Una semana después..... Humberto como era de costumbre iba una vez por semana a supervisar sus plantaciones de caña de azúcar y sobre todo la producción; iba montado sobre uno de sus caballos, a galope lento, cabizbajo y su mente puesta en lo que le habían dicho sus nuevos amigos terratenientes sobre sus trabajadores; en esos instante iba pasando donde estaban un grupo de sus trabajadores jugando a los dados en horas de trabajo, estaban felices con la euforia del juego de azar, del cual unos gritaban por ganar y otros por perder, enloquecidos jugando sus salarios a la suerte. Al ver eso, Humberto rápidamente se bajó enfurecido de su caballo, antes de que hubieran hablado claramente sobre su negocio no le hubiera importado nada en absoluto, pero ahora era todo distinto - A trabajar holgazanes!! les gritaba Humberto, No es momento de jugar, les pago bien para que trabajen!! los trabajadores se quedaron mirando a Humberto sorprendido por esas palabras duras, ya que el jamás se habia comportado de esa forma, guardaron los dados, su dinero y se fueron cada quien a trabajar; ellos pensaban que Humberto solo había tenido un mal dia y que pronto llegaría todo a la normalidad, sabían que Humberto era más amigo que  patrón, pero lo que no sabían ellos que había dejado de ser su amigo para convertirse en su patrón. 
  Cuba año 1911... Humberto al fin había llegado a su meta desea que se había trazado hace muchos años atrás, ser un hombre de éxito; comprando terrenos agrícolas de muchas acres, después fundó su propia hacienda "Manacas" consiguiendo el éxito económico y convirtiéndose finalmente  en unos de los terratenientes más adinerados de Cuba; su experiencia de vida le había enseñado, que en esta vida solo hay dos clases de personas: perdedores y ganadores . Ahora era el momento de Humberto de formar una familia, tener muchos hijos y ser felices, que para él era la cúspide de su éxito; sin imaginarse que su propia sangre sería su propio berdugo...