El Éxito (Capitulo #2)

 No cabía dudas que la cosecha de Humberto había sido un tremendo éxito, tanto para él como para toda su familia; festejaban cada vez que podían junto a su familia ya que era un exelente año, la seguridad y certeza que los próximos años iba ser más de lo mismo o incluso mejor para el tremendo optimismo de Humberto, hacia que su padre Felipe le hablara con prudencia que la vida no era tan fácil como se pinta en el optimismo y la imaginación, cosa que para Humbert carecía de importancia por su poca experiencia de la vida.

 A pesar de todo, Humberto se compraba todo los electrodomésticos de última generación de su época para estar al día de todo lo innovador que había en la capital de su país. Tenía televisor con una antena de última generación que tomaba casi todos los canales de su país, le gusta los anuncios televisivo donde salía hombre de éxitos con automóviles de lujo último modelos, trajes importados, con reloj de pulsera chapado en oro y todos los artilugios que lo hacían un hombre sofisticado; Y que de las mujeres? Salía en el anuncio con modelos hermosas, refinada, elegante y llenas de glamour; como para estar a la altura del hombre perfecto. Humberto se quedaba mirando con su boca abierta y en sus ojos se notaba que estaba soñando despierto; se miraba así mismo como para encontrar un cierto parecido al hombre éxitoso de la televisión; pero su mente se respondía así misma: pero mi mujer tengo. Decía una gran verdad, las mujeres bellas desde su adolescencia emigraban a las grandes ciudades de su país, púes tenía mayores probabilidades de un mejor futuro fuera de su pueblo rural; ya que su pueblo carecía de todo y hasta de hombres éxitosos; eran de esos pueblos que si naciste pobre, así morirás, pobre. Su padre lo observaba detenidamente a su hijo Humberto, pensó bajarlo de las nubes por su bien: es mejor que no te hagas muchas ilusiones hijo, sabes muy bien que no todos los años hay buenas cosechas - Humberto miró a su padre con un poco de resentimiento, le dijo: hay que pensar siempre en grande padre, porque lo que nos mueve son los sueños y por eso es que luchamos día a día sin cansancio, siempre hay que estar optimista de un mejor futuro padre, yo haré la diferencia en esta familia - y no lo dudo hijo, no lo digo por eso hijo, no me mal entiendas, sólo quiero que entiendas que estamos a merced de la naturaleza, y aveces la naturaleza es caprichosa - entiendo padre, pero hemos sufrido tanto y ahora que todo va bien es justo disfrutarlo, decía Humberto - en eso estoy de acuerdo hijo, en hora buena.

 Así pasaron festejando y trabajando duro en ese año de buena cosechas, pero antes de terminar el año, los pronósticos de los meteorólogos y climáticos no era nada alentador para los próximos años, se aproximaba un fenómeno bastante fuerte de sequía para la región, y como era de esperar los agricultores más vulnerables serían los más afectados. Humberto al escuchar las noticias se estremecía de incertidumbre, se negaba así mismo de esa triste realidad, no podía creer que tuvieran tan mala suerte; se preparó lo más que podía y tomó todas las precauciones del caso, pero era muy poco lo que podía hacer a tan envergadura de sequía.