Goliat (Séptima y Última Parte)

   

Goliat se fue directo al depósitos de armas mientras sus dos amigos quienes les acompañó para sus propias liberaciones, abrían la puerta principal del mesón donde se encontraban los niños hechos prisioneros, los cuerpos sin vidas de los dos centinelas ya hacían sobre el suelo formando un poco de barro en el contorno de sus cuerpos de la sangre derramada cuando les arrebataron sus vidas, así como ellos hacían con la sangre de inocentes. En una sola línea iban caminando cautelosamente niños y jóvenes hacia el depósito de armas, donde estaba Goliat esperándolos para darles a cada uno de ellos la arma de la cual defendería cada uno su propia libertad y ayudarían poco a poco a más niños esclavos de las cercanías de sus poblados.
  Unas detonaciones despertaron al capataz, su corazón se aceleraba más con cada detonación, su peor pesadilla se había cumplido, con su garganta reseca llamaba desesperado a los centinelas que estaban fuera de su lujosa propiedad, pero ellos hacían muertos sobre el piso también; el capataz presintió lo peor y tomó su arma de fuego que tenía en la mesa de noche a la par de su confortable cama, él sudaba helado y le temblaba sus manos, no podía sujetar muy bien el arma; en esos instantes escuchó que las ventanas de su habitación se rompían por el impacto y escuchó dos golpes secos sobre el piso de su habitación, el capataz no podía creer lo que estaba mirando todo era tan irreal para él, eran dos granadas fragmentarias lista para explotar, trató cubrirse tirándose al piso a un lado de su cama, sólo escuchó una enorme explosión y luego sintió como entraba fragmentos incandescente en su cuerpo y no sentía una de sus piernas, escuchó otro fuerte ruido pero no podía ver porque había mucho humo por las explosiones, pero entre esa densa cortina de humo salió Goliat con ametralladora en mano, el capataz sentía que ya estaba muriendo, hoy miraba a su verdugo que venía a terminar el trabajo; Goliat!!! decía el capataz agonizando - La ironía de la vida maldito!!! tu ultima mirada es para quienes les hicisteis tanto daño, decía Goliat con odio y una sed de venganza desmedida, apuntó su ametralladora directo al rostro del capataz y apretó el gatillo dejandole ir todo los proyectiles.
  Empezando así una pequeña guerra en la zona rural de donde eran Goliat y sus demás amigos hoy compañeros de lucha, sabían que ya no podían huir a ningún lado pues siempre estaba latente que los atraparan y los asesinarían por lo que habían hecho, como escarmiento para otros que quisieran seguir sus ejemplos, Goliat y todos ellos sabían que era una lucha a muerte sin retorno, no tenían otra opción, así es que se encaminaron a liberar otros niños de otros poblados cercanos sumando más efectivos en su lucha clandestina; su estrategia una guerra de guerrillas evitando confrontaciones en lo más posible con efectivos policiales que el gobierno había dado la orden de exterminar a todos ellos. Muchos adultos al ver el valor de los niños se iban sumando mas y mas dentro de esas filas guerrilleras, su objetivos asaltar bodegas de armamentos y liberar más esclavos que le fueran posible, sabían muy bien que esa era la única manera de seguir con vida esos anhelos de libertad para la gran mayoría que sufren el flagelo de la esclavitud.
 Después de cuatro años de lucha armada.... unos binoculares salía entre la maleza en lo alto de una montaña, el hombre se los quitó de su rostro, era Goliat con barba espesa, rostro tosco y mirada de águila, detrás de Goliat un gran numero de efectivo a su disposición, estaba mirando la gran ciudad cosmopolita, había llegado a la capital de su país, el último bastión por doblegar para hacer el sueño realidad para millones de niños esclavos, la tan ansiada libertad. Al principio de la guerra Goliat su único interés era la venganza, una venganza por todo lo que le había sucedido a toda su familia por culpa de la élite predominante que siempre los esclavizo mentalmente y físicamente, pero todo eso estaba a punto de cambiar; hoy a Goliat ya no luchaba por una sed insaciable de venganza, al ver tantos niños amigos suyos morir por esa lucha, sabia muy bien que es más importante entregar su vida por esos ideales de libertad y ya no mas por el rencor acumulado por años. Goliat y sus amigos de lucha se pusieron en marcha por el lado del Occidente de la capital, hicieron llamadas por radio para que los otros contingentes armados se dirigieran también hacia la capital del país de los cuatros puntos cardinales, la gran ciudad estaba rodeada de efectivos muy bien armados y con una sed de liberta que fueron imparables.....