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Novato de la literatura y de la vida...

October 15, 2015

Goliat (Tercera Parte)

   
Seis años después de la muerte del padre del pequeño Goliat....
 La madre de Goliat había vendido la mayor parte de todos sus hijos e hijas, se miró con su cruda realidad después de la muerte de su esposo, no sólo era la discriminación religiosa al cuál todos de su misma clase padecían, por si fuera poco la discriminación de género, la mujer no tenía ni un valor ni derecho y menos aún si era viuda; era algo que no podía soportar, al menos cuando estaba su marido le daba su lugar como su esposa y madre de sus hijos, jamás le levantó la mano para golpearla como era lo habitual en su sociedad corrompida por las injusticia de la desigualdad; pero después de su muerte todo fue tan diferente, hasta los mismos de su condición social la discriminaba y no recibía apoyo de nadie, los hombres sólo la querían para el sexo nada más, así es que por un tiempo se prostituía para alimentar a sus hijos, pero tristemente se está convirtiendo en una mujer bastante adulta, lo que es una gran desventaja para aquéllas que ofrecen sus servicios clandestinos, siendo desplazadas por las más jóvenes.
 La madre del pequeño Goliat había vendido la mayor parte de sus hijos no tenía más recursos que sólo a ellos, se había quedado con sus dos hijos menores: Balu de diez años de edad y Goliat de ocho años de edad; habían llegado al fondo de la miseria donde hasta la dignidad se pierde, no tenían nada que comer así es que su madre decidió entregar a sus dos últimos hijos, ya nada podía hacer ante el infortunio, se le había convertido su corazón en piedra, al verse en su triste realidad al caminar en las calles polvorientas sentía como si flotaba en vez de caminar, sus latidos de su corazón ya no lo sentía; se preguntaba a sí misma que mal habían hecho toda su familia en las vidas pasadas para reencarnar en esa vida tan miserable y llena de injusticia. En un día gris y frío entregó a sus dos últimos hijos, los vio partir como a sus otros hijos e hijas, pero ya no tenía llantos para llorar sus partidas y no tuvo el valor de despedirse de ellos; entró a su vivienda humilde, sentándose en la única silla en frente de una pequeña mesa descolorida, era todo el inmueble que poseía, recordó los años mejores junto a toda su familia pasada, se reía de lo divertido que la pasaron todos juntos con su difunto esposo, en unos minutos ésa desborde de alegría y carcajadas se transformó en amargos llantos de frustración e impotencia, en el centro de la pequeña mesa estaba un vaso plástico sucio, lo tomó y miró su contenido, era una mezcla gelatinosa de un veneno potente de la savia de un árbol altamente tóxico, sin pensarlo dos veces se lo llevó a su labios abiertos ingiriendo ése mortífero veneno, en unos segundos hizo efecto la dosis, no podía respirar, sentía que todo su organismo interno se quemaba, quería vomitar pero rápidamente se llevó sus dos manos tapando su boca con fuerza, sabía que sí vomitaba el veneno no haría el efecto que ella deseaba, cayó al suelo y su cuerpo daba convulsiones, cerró sus ojos para jamás despertar.....
   Balu y Goliat lo llevaron a trabajar en su contra de su voluntad a una cantera, extrayendo piedras caliza del cimiento de una enorme montaña, rápidamente se dieron cuenta que eran esclavos de la clase social más alta de su país de origen, solo miraban niños trabajando en ese duro y arriesgado trabajo, sus horas laborales eran de diez a doce horas diarias con poca alimentación que no compensaba los nutrientes necesarios para esa clase y ritmo de trabajo, todos los niños esclavos dormían en un enorme y maloliente salón, que los encerraban después de sus horas laborales y los sacaban solo cuando iban a trabajar, el salón estaba siempre vigilado por mercenarios tras las órdenes de matar si algún niño quisiera escapar; el trabajo sucio lo tenia que desempeñar alguien y eran los capataces, eran los representantes de los dueños de todo hasta de las vidas humanas que habían ahí, eran crueles y sin ninguna clase de piedad para nadie. Así daba comienzo a la nueva realidad de los pequeños hermanos, arrebatarles su libertad y su familia, todo por la discriminación religiosa que dio sus podridos frutos: pobreza,  miseria y la esclavitud.
  

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