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Novato de la literatura y de la vida...

August 14, 2014

El PSICÓPATA (Quinta Parte)

   Dario despertó por la mañana dejando atrás ese triste día, cuando alzó la vista enfrente de él, allí estaba de nuevo el psicópata, sentado en su silla y fumando un nuevo cigarrillo -Como pasaste la noche Hispano? le dijo el psicópata- Dario no tenía ánimos de hablar con ese mocoso y mucho menos contestarle, el psicópata se levantó de su silla todavía fumando y se puso enfrente de Dario dándole una calada profunda al cigarrillo y posteriormente lo apago en el otro hombro de Dario, sintió en mismo maldito ardor del día anterior pero la misma reacción de ayer, apretando sus labios y no quejarse - el psicópata le dijo con una sonrisa llena de ironía: sabes tenemos una amiga y te la quiero presentar, espérame aquí no tardo- no te preocupes mocoso aquí te esperare, le dijo Dario, el psicópata se echó a reír saliendo de la habitación.
 El psicópata entró dónde se encontraba Dario con una mujer de unos 35 años, sometida a fuerza y muy bien amordazada, la lanzó estrellándose la mujer contra el piso, dando un gemido profundo; Dario y la mujer se cruzaron las miradas por un momento, ambos se dieron cuenta que no podían hacer nada por sus vidas, el psicópata se les quedó mirando a los dos y dijo: pero que tierno, creo que es amor a primera vista... le dio unas patadas a la mujer en las costillas y se abalanzó contra ella para quitarle su ropa, dispuesto a violarla, la mujer luchaba con todas sus fuerzas pero el psicópata era mucho más fuerte, Dario le gritaba sin cesar: suéltala cerdo!! el psicópata la empezó a violar y la mujer logró dar un arañazo en el rostro, el psicópata se enfureció y le dio un fuerte golpe en su rostro que la desmayó, el psicópata se levantó todavía excitado y fue a traer una inyección de adrenalina, se la colocó en el brazo de la mujer y ella reaccionó de inmediato, el psicópata la siguió ultrajando y ella ya no puso resistencia; cuando el psicópata terminó de ultrajar a la mujer sacó un cuchillo de cazador y le empezó a dar puñaladas a la mujer con toda su furia, pero ya la mujer estaba fuera de sí y sólo apagó sus bellos ojos... Dario gritaba sin parar, cuando vio que el psicópata estaba apuñalando a la mujer, se le vino a la memoria su niñez, volvió a vivir aquellos duros momentos, cuando aquella noche lluviosa llegaron los narcotraficantes a su humilde hogar y miró como violaban y asesinaban a su hermana y a su madre ante sus propios ojos; Dario agachó su cabeza y se sentó en el piso encadenado y se puso a llorar como un niño inconsolable.... el psicópata se le acercó al oído de Dario y le susurró: tenemos otra amiga Hispano si te portas bien te daré una probada de ese manjar, el psicópata empuñó el bastón eléctrico con su mano ensangrentada y le dejó ir una descarga eléctrica a Dario en su cuello, Dario sintió nuevamente que su cuerpo se estremecía y se apagó todo para él....
  Al siguiente día por la mañana se despertó aturdido Dario y sentía que sus brazos le dolía demasiado, estaba casi colgando de sus brazos encadenados a una cañería horizontal más pequeña de 2" de diámetro, el psicópata lo había cambiado de lugar, se levantó y vio como se aflojaba la cañería, Dario no podía creerlo, todo su peso y el óxido que allí reinaba, había hecho que la cañería donde hoy lo había puesto el psicópata había cedido; Dario jaló con fuerzas las cadenas con sus dos brazos y la cañería se desprendió fácilmente, él estaba eufórico de tanta alegría pero tenía que actuar rápido, escuchó un ruido de un automóvil afuera del edificio abandonado y se acercó con mucho cuidado por la ventana para ver, era el automóvil del psicópata, Dario sabía que vendría directamente allí dónde estaba y decidió esperarlo.
  El psicópata abrió la puerta del lugar donde supuestamente estaría Dario pero no vio nada, muy alarmado se volteo para atrás, pero ya era muy tarde, vio a Dario dirigirse hacia el con rapidez y furia enloquecida, sujetando una cañería de acero forjado con sus dos manos, levantandolo sobre todo lo alto y lo dejó caer sin piedad en dirección de la cabeza de ese maldito... y se apagó todo para el psicópata.....
 Dario después de sujetar bien con cadenas al psicópata sobre una tubería de acero forjado; era obvio que ahora era su prisionero. Se dirigió rápidamente a inspeccionar el lugar donde lo tenían cautivo... se encontró con una habitación: húmeda, ruin y con moho; sobre el piso un colchón descolorido y maloliente; sin dudas era allí donde se alojaba el psicópata para posteriormente acechar por las noches a sus víctimas. Encontró un tarro de sal comestible, que sin dudas era propiedad del psicópata, junto a la sal, un cuchillo de caza: de inmediato voló los malos recuerdos de Dario en aquella maldita guerra.....        
  El psicópata empezó a despertar, sentía su cabeza a estallar del dolor, se miró a sí mismo y estaba desnudo de pie a cabeza, encadenado de pies y manos del desagüe principal en posición vertical, de acero 6" de diámetro, exactamente dónde se encontraba al principio Dario, su visión era borrosa y confusa, vio enfrente de él una silueta muy borrosa, pero mientras su visión se fue acentuando miró que era Dario, sentado en su silla del lado opuesto, sus brazos apoyados en el respaldo de la silla y fumando un cigarrillo, pensé que no despertarias mocoso, le dijo Dario, el psicópata se le quedó mirando con odio - Dario le dijo con mucho sarcasmo: sabes mocoso que en mi país hay dicho que dice: " En esta vida nadie se va debiendo"  y tal vez sea cierto porque mira como es la vida, de un momento a otro las cosas cambian, tal vez la vida quiere que hoy sea yo tu verdugo, algo así como que yo me encargue para purificar tu espíritu - maldito Hispano!!!! le gritó el psicópata- Dario se levantó fumando y se le acercó al psicópata y enfrente de él, le dio una buena calada a su cigarrillo y le dijo: sabes algo mocoso, tus cigarrillos son una porquería, no sabías que los cigarrillos con mentol son para mujeres... se quitó el cigarrillo de su boca y lo apagó en el pezon del psicópata, él sintió que le quemaban el alma, sintió el olor a carne quemada, apretó sus labios pero no se quejó, Dario se regresó a sentarse, el psicópata se le quedó mirando con odio y le pregunto a Dario: no llamarás a la policía? Jajajaja... y perderme de esta diversión, no seas aguafiestas mocoso. el psicópata estaba midiendo las intenciones de Dario y le dijo con mucha resolución: Sabes Hispano no le tengo miedo a la muerte así es que me puedes asesinar, meda lo mismo... Dario se levantó y se fue donde estaba el psicópata, estando enfrente de él, le dijo: sabes mocoso hoy es tu día de suerte para ti, te perdonare la vida, a pesar de todo me caes muy bien, de inmediato Dario sacó el cuchillo de caza que usaba el psicópata y se lo enterró en una de sus piernas así como se lo enseñaron en el ejército, el psicópata no se dio cuenta de nada hasta que sintió como se les desgarraba los músculos y los tendones de la pierna, dando un grito ahogado y solo bajó su cabeza moviendo la negativamente, Dario se fue a sentar a la silla y encendió otro cigarrillo, dándole calada al cigarrillo y vio como le había dejado el cuchillo de caza enterrado en la pierna del psicópata, Dario dijo con mucho sarcasmo: perdona mocoso que maleducado soy, te deje allí el cuchillo, pero tal vez ya me esta fallando la memoria, tu sabes tal vez por la edad, el psicópata con toda su cabellera rubia en su rostro, le inyectaba una mirada asesina; Dario se levantó nuevamente fumando y se dirigió donde el psicópata, ya enfrente de el, Dario le dio una calada profunda al cigarrillo y lo apagó en el otro pezon del psicópata y casi de inmediato tomó con su mano fuertemente el cuchillo de caza que estaba enterrado en la pierna del psicópata y lo iba subiendo poco a poco todavía dentro de la pierna del psicópata, Dario sentía como el cuchillo le iba fisurando el hueso de la pierna, el psicópata daba gritos desgarradores, hasta que Dario le extrajo el cuchillo y metió su mano en una de las bolsas de su pantalón, sacó un puñado de sal y se lo introdujo dentro de la herida, le metía los dedos con sal al fondo de la herida, el psicópata ya no podía más con tanto dolor, gritaba como alma en pena, se quería mover a todos lados pero no podía, agitaba locamente su cabeza sin ningún consuelo, Dario se volvió a sentar en la silla y le dijo al psicópata; puedes gritar todo lo que quieras mocoso, aquí estamos en medio da la nada, pero el psicópata sucumbió al dolor y se desmayo.........



















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