El Ermitaño (Capítulo #1)

   

Adán iba montaña arriba con pasos lentos, temerosos pero firmes como sus decisiones que le han hecho cambiar su vida una y otra vez. Giró su cabeza hacia atrás, miraba horrorizado todo lo que había subido en esa montaña, sabía que una caída a esa altura podría significar su muerte instantánea, eso le daba terror, aunque su vida pasada fue un infierno de: abusos, frustraciones, injusticias, traiciones, confusión, desalientos, dolor y marginación; Adán no quería morir, no aún, de alguna forma sabía que no era su tiempo de morir; ahora que se había aislado de todo vínculo social, su nueva vida en soledad dentro de la naturaleza salvaje, de algún modo se había reencontrado a sí mismo, sentía esa paz que tanto había anhelado, era reconfortante y agradable vivir solo, pero el tiempo le pasaba la factura a su vida, con sus 60 años de edad y viviendo como un ermitaño dentro de tierras salvajes e inviernos interminables, tan fríos como los corazones de aquellos que dejó... pero lo peor que le podría pasar es no morir en esa caída, quedar mal herido sin que nadie fuera a rescatarlo, morir de dolor, frío y hambre, en el peor de los casos, Un castigo divino? como creen los idiotas! se dijo a sí mismo Adán entre dientes con una mezcla de rencor y menosprecio. Adán sacó fuerza donde muchos no creen o no saben que existe cuando todo se a perdido, desde su alma, tomó su bastón hecho de una frondoso cerezo, con firmeza con su mano derecha; antes de dar un paso adelante se fijaba muy bien donde iba a pisar, si el terreno era seguro, confiable y bastante sólido para soportar su propio peso, paso a paso, eso lo aprendió muy bien cuando vivía en la civilización..... Civilización? se preguntaba Adán así mismo, malditos farsantes! decía de nuevo entre dientes con mucho mas rencor; iba subiendo lento pero seguro en aquella colina, ya podía sentir el frío Ártico, ya solo era cuestión de semanas para que el peor clima arribará entre las montañas, deseo tener 30 años de edad de nuevo, cuando llegó por vez primera a esas montañas, todo era mas soportable, ágil, vigor y ganas de crear nuevas cosas, reinventarse nuevamente; hoy solo quería sobrevivir y soportar su avanzada edad, pero no comprendía del por que? a esta edad todo es mucho mas confuso cuando se trata de vivir, se decía Adán con mucha melancolía; pero ya iba llegando a su solitario hogar, insertado en medio de la montaña, un lugar perfecto alejado de los depredadores mortíferos e ideal para un centinela, siempre atento a cualquier acontecimiento o peligro; dio el último golpe sobre el piso con su bastón, junto con sus pasos lerdos, quitó el seguro de la puerta de su cabaña, entró dando gracias a la vida por haber llegado sano y salvo.