Dios vrs. Pobreza

   

Cuando lees este título cualquiera diría que es de bastante controversia y escabroso a la vez, para otras personas tal vez ya está bastante definido el asunto por los diversos corrientes religiosas o no; es un tema bastante antiguo como nuestra humanidad misma porque es de aquí dónde viene todos los conceptos que hasta hoy conocemos, pero deberíamos reconsiderar nuestra postura una vez más ante esta realidad que muchas personas durante todos estos siglos han sido engañadas y muchas veces manipuladas a conveniencia.
  ¿Crees que Dios nos quiere pobre como una forma de vivir y poder así heredar su reino y ser hijos suyo? Para poder analizar y profundizar esta pregunta hay una palabra clave que no sólo la utilizan las religiones sino también los moralistas en la ética, convirtiéndose en un concepto intrínseco, no es más que otra que la "Humildad". Se define como lo opuesto a la " Soberbia " alguien que no se vanagloria; la humildad toma un sentido virtuoso, aquellas personas que tienen conocimientos de sus propias limitaciones y debilidades, restan importancia a sus propios logros y virtudes, reconocen sus propios defectos y errores. La soberbia se define como una persona pretenciosa, interesada, egoísta, se siente autosuficiente y hace las cosas por conveniencia.
  Al analizar estos dos conceptos la soberbia queda como el chico malo de la película, pero viene la humildad con su estandarte para salvar la honra de la justicia y la moral, hasta aquí todo está y se mira muy bien, pero si analizamos el concepto de la humildad nos daremos cuenta que hay muchas tela que cortar, porque está bien reconocer nuestras limitaciones y debilidades, nuestros defectos y errores, pero ¿restar importancia a nuestros logros y virtudes? Esto tiene una postura derrotista y de sumisión; porque si no luchas por superar tus limitaciones y debilidades, ¿que beneficios te trae la humildad? Entonces la humildad te convertiría en una persona derrotada; si no cambias y superas tus defectos y errores, ¿que beneficios te trae la humildad? Entonces la humildad te convierte en una persona sumisa, es aquí cuando las religiones toma una gran ventaja sobre ti, porque una persona con defectos y errores, ellos los traducen como pecadora, del cual lógicamente ellos te mostrarán el camino hacia tú rehabilitación por medio de Dios, pero sin sumisión no obtendrás nada, según sus preceptos religiosos.
 La humildad cobra otra dimensión basadas en la religiones, que lo definen también con las personas pobres, pero ¿será la pobreza una virtud? En las definiciones morales y éticas religiosa lo toman como algo  cierto y verdadero, pero en la realidad del día a día, ¿será una virtud? ¿Has visto alguna vez el verdadero rostro de la pobreza? ¿Sabes las grandes secuelas y transformaciones que sufren las personas por la causa de la pobreza? Y no me refiero como viven, como hablan, lo que comen, como visten o su educación ineficiente; motivo de las desigualdades sociales, sus patéticos servicios de salud (si es que los tienen algunos pueblos) también por las desigualdades sociales, la esclavitud moderna que sufren tantos niños y niñas pobres, que en ocasiones arrastran a todos los miembros de su familia; motivo por el cuál los índices de violencia se elevan en estadísticas alarmantes, con esto no quiero decir que en la clase adinerada no hay violencia, pero en la pobreza se acentúa más como lo son: asesinatos, drogadicción, robos, prostitución, narcotráfico, esclavitud, tratas de blancas, divorcios que conlleva a desintegración familiar en números exorbitantes, etc.
 ¿A caso Dios nos quiere pobre? Si Dios nos puso en este planeta que hoy le llamamos tierra, con tantos recursos naturales y nos dio una mente razonable para que nosotros mismos la aprovecháramos para nuestro propio beneficio y poder vivir una vida plena, diría que Dios no nos quiere pobre, nos quiere que tengamos en abundancia y con igualdad, es en este punto donde la lucha por las igualdades sociales, la libertad y las oportunidades para todos cobra una gran relevancia y es la única virtud del cual Dios lo ve con beneplácito, porque la pobreza no fue hecha ni deseada por Dios, la pobreza es una creación de nosotros mismos los seres humanos por nuestros actos mezquinos y miserables; la pobreza es la inmundicia creada por la misma humanidad. ¿Como Dios puede bendecir nuestras propias miserias e injusticias? Jamás Dios bendecirá la pobreza ya que no tendría sentido alguno que nos hay puesto en un mundo donde hay ilimitados recursos naturales y una mente razonable para explotar todos esos recursos, para que tengamos una vida plena con igualdad; por eso no hay que tenerle ningún respeto a la pobreza, ni mucho menos aferrarse a ella; si no haces nada por salir de la pobreza, irremediablemente te llevará a la miseria donde se pierde lo más preciado que nos queda, la dignidad humana; porque todos tus pensamientos te llevará a las preocupaciones del que comer, vestir, vivir, pagar cuentas, etc. Es aquí donde muchos toman el camino equivocado por la desesperación y frustraciones, que miran que todos sus anhelos y sueños se derrumba uno a uno. Pero recuerda que la lucha por las oportunidades y las igualdades sociales es justa y necesaria, porque es un problema del ser humano, no de Dios; por un mundo libre de la pobreza, luchemos juntos contra aquellos que nos obligan a someternos en la pobreza.