Mentes Perversas (Novena y Ultima Parte)

   

Dos años después.... Peter se encontraba nuevamente enfrenté de ése enorme risco, desdé la última vez cuando él tan sólo tenía diez años, ya había pasado más de quince años, se acercó a la orilla del risco para poder apreciar mejor el enorme abismo, miraba detenidamente como las olas del mar golpeaba la enorme base del risco, la tierra que estaba suelta abajo de los pies de Perter cedía un poco, dio unos pasos hacía atrás, levantó en todo lo alto su frente al horizonte, ya no tenía miedo desde como cuando intentó saltar de ése enorme precipicio cuando tenía diez años; se fijaba en la inmensidad del cielo azul, Perter volvía a caer de nuevo en la depresión, cada vez se sentía más solo y lo peor de todo, ya no le encontraba sentido a su vida nuevamente; había ajusticiado a tantas personas que de un momento a otro se le convirtió en rutina, ya no quería seguir en esa locura persecución detrás de los chicos malos, Liz tuvo un final trágico cuando el crimen organizado supo de que ella había hablado más de la cuenta sufrió persecución, a plena luz del día la ajusticiaron cuando esperaba un autobús que la llevaría muy lejos de allí. Después Peter ejecutó a todos los cabecillas de ésa organización del hampa, fueron tan horribles esas ejecuciones que mucho huyeron muy lejos de ésa ciudad y nadie tuvo la osadía de volver a reagruparse, se formó un mito y leyendas detrás de ése personaje místico, decían que un portal se había abierto entre el mundo de los muertos y los vivos, que eran los espíritus guerreros de los Cheyennes que habitaron esas tierras antiguamente los que hacían justicia a todos los mortales perversos que manchaban sus tierras sagradas con sangre de los justos, decían que cuando los tambores se escuchaba por las noches clamaban esos espíritus del universo, aquellas almas buenas que estaban haciendo castigadas en sus cuerpos mortales, el clamor popular tenía su propia mantra que decía: Tiemblen espíritus malditos porque los ángeles justos vienen por ustedes a desollar sus cuerpos impuros, llenos de vicios y maldad, sus espíritus de la misma manera serán desollados y destruidos porque sus torcidas mentes han hecho del paraíso un tormento, su castigo es justo....
  Peter levantó sus brazos y su mirada se perdía en el horizonte, estaba ansioso por reunirse con su madre y su padrastro, sentía que su cuerpo sólo era una especie de cárcel que no dejaba reunirse con los dos seres que había amado en su vida terrenal, dio dos pasos hacia adelante sobre la orilla del risco, Peter ya no tenía miedo a la muerte....
  Dos semanas después... En una ciudad muy lejana, Katerine había salido por la noche a una fiesta con dos hombres que ella llamaba sus amigos, en su bebida ésos dos hombres le había puesto droga para que Katerine no pusiera resistencia a lo que ellos tenía en mente; Katerine drogada depósito toda su confianza a esos dos individuos y se dejó llevar por ellos, salieron del lugar se la llevaron a un sitio desolado y oscuro en su automóvil, hicieron un alto y Katerine se percató lo que ellos tenía en mente, forcejeo con uno de ellos y pudo salir del automóvil, los dos hombres le dieron persecución entre la maleza en la oscuridad de la noche, sólo la luna con su brillo sería testigo lo que ahí iba a pasar; le dieron alcance a Katerine tirándola sobre la grama y con forcejeo le quitaron la ropa a ella, pero Katerine peleaba con todas sus fuerzas sabía que al terminar de violarla, la asesinarían para no dejar testigo, uno de ellos levantó en todo lo alto su puñal para herir a Katerine, pero antes de asestar la puñalada sintió un fuerte golpe en su mano, que de un tajo se la arrancó, el individuo gritaba de tanto dolor insoportable, el otro individuo miraba horrorizado como una hacha iba en dirección a su rostro a toda velocidad, Katerine miraba con asombro aquel personaje místico pintado su rostro de negro, que hasta en su ciudad lejana había llegado su leyenda....