About Me: I was born in the most beautiful place in the Universe "Planet Earth" I love Literature in

My photo
Novato de la literatura y de la vida...

July 13, 2015

La Muñeca de Jeremías (Segunda Parte)

 
Una Tarde calurosa y soleada, Jeremías llegó a mi casa como era costumbre para hacer las tareas escolares, no le quise mencionar nada de lo de mi abuela porque sabía que ambos nos meteriamos en líos con ella, al parecer Jeremías no recordaba nada porque tambien no me lo mencionó, fue hasta cuando estaba por irse a su casa y se estaba despidiendo de mi y vio a mi abuela sentada en el sofá de la sala cuando se acordó, le dijo que quería hablar con ella, mi abuela muy extrañada le preguntó: ¿Conmigo? Si con usted le volvió a corroborar Jeremías, yo trataba de esquivar la mirada por todos lados, pues me fijaba que mi abuela me miraba algo así como si yo fuera el cómplice de algún complot; mi Abuela un poco incomoda le dijo: diga joven para que soy buena - Jeremías empezó hacer galanterías de su educación y un poco refinado, buscaba toda clases de palabras que no fuera común ante la clase plebeya, pero eso para mi abuela le importaba un cacahuate, mi abuela tenía sus propios conceptos por cada género, sea masculino o femenino, del cual nos daba consejo para cuando nos tocará vivir a nosotros solos en la jungla de concreto, no nos fueran a devorar; decía que hay dos clases de hombre que las mujeres deben tener cuidado, uno son lo que se jactan de su educación haciendo alarde de ella, tan solo para impresionar a las mujeres con su galantería, que para mi abuela son unos aprovechado y embusteros, que al final no son más que unos vulgares, y los hombres que siempre esquivan la mirada cuando lo están observando o hablando con él, no tienen el valor de sostener la mirada cuando se le esta hablando, decía mi abuela que eran más traicioneros que el propio Judas Iscariote; a las mujeres que hay que tener cuidado son aquellas que se muestra sumisas y calladas decía mi abuela, esas mujeres son las más peligrosas porque nunca sabes lo que están tramando hasta que es demasiado tarde. Pero mi amigo Jeremías no sabía nada de eso, empezó hablar con mi abuela: querida señora mía...espere un momento joven, señora suya no lo soy, le interrumpió mi abuela - Jeremías se le quedó mirando un poco avergonzado, pero tomó ánimo y prosiguió: usted como toda una dama que a vivido lo que nosotros como pequeños mortales inexpertos que apenas estamos viviendo toda clase de nuestra vivencia humana, que apenas empezamos a ver el umbral de nuestras vidas que algunas veces son miserables, cuando de amores imposibles se trata, noble señora usted como muchas de mujeres de su noble edad que han superado y han vencido al desamor, han traído a todas las nuevas generaciones que hoy estamos aprendiendo a vivir, son como el Arcángel Miguel que con su armadura y su lanza han vencido toda clase de infortunios y esos hijos e hijas que hoy somos nosotros, somos los laureles de sus victorias, porque ustedes nos enseñan con su ejemplo, que el amor todo lo puede... Mientras Jeremías seguía echando flores a mi abuela, ella me miraba muy enfada, yo conocía muy bien a mi abuela, esa mirada...esa mirada que me decía que yo tenia mucho que ver con ese loco enamorado, le decía con ademanes para no interrumpir la gran inspiración del momento que había arrebatado a mi amigo Jeremías, le decía a mi abuela que yo no tenía nada que ver con todo eso, le trataba de explicar que todo eso era de propia iniciativa de Jeremías no mía, mi abuela me quito la mirada sin mucho creerme, se dirigió a Jeremías interrumpiendo por segunda vez: escúcheme joven, yo se muy bien donde van sus palabras y se las puede ahorrar con migo, yo conozco muy bien a los hombres de su talla, que por cierto les queda muy grande... o mejor dicho al hombre que sera, pero ya se le nota su lengua ponzoñosa, la talla de hombre como usted lo será en un futuro, solo quieren endulzar el oído de las jóvenes ingenuas para que le suelten su tesorito, y usted seducirla dándole rienda suelta a sus bajos instintos, saciandose como un puerco para después desecharla como otro objeto más, pero déjeme decirle joven de mi no obtendrán ninguna clase de consejo para que usted se pueda saciar de esas pobres ingenuas, así que vaya con ese cuento a otra persona....Mi abuela se levantó y se fue a su habitación, Jeremías y yo nos quedamos con la boca abierta, jamás había visto a mi abuela tan molesta, solo le pude decir a mi amigo Jeremías: te lo advertí que no le dijeras nada...pero Jeremías solo dio la vuelta y se fue de mi casa perdiéndose en el horizonte....
  Llegamos al último año escolar estábamos por cumplir nuestro mayoria de edad, Jeremías y yo habíamos conseguido un trabajo a medio tiempo, reuniendo dinero ambos porque habíamos acordado que cuando nos graduáramos íbamos alquilar un apartamento con una habitación para cada uno de nosotros, para llevar una vida independiente de nuestros padres y madres; no ganábamos tanto dinero para alquilar un apartamento cada uno, así que decidimos compartir, cada uno teníamos muchos sueños de nuestra vida ya independientes, teníamos toda clase de planes y aspiraciones, pero me daba mucha pena con mi amigo Jeremías porque ya nos íbamos a graduar y el nunca había tenido una novia, me atreví aconsejar, que por el momento no buscará jóvenes para tener una relación amorosa, le decía que buscara mujeres mayores, le decía ellas son más comprensibles, complacientes y con mas experiencia, me pongo como ejemplo, yo tenía una sexualidad ortodoxa hasta que conocí a Rosita, después de conocerla todo cambio en mi sexualidad... le decía a Jeremías, el me miraba con escepticismo, yo busco amor no complacencia me respondió, pero yo bien sabía que a nuestra edad las hormonas iban hacer meollo en los pensamientos de Jeremías. 

No comments:

Post a Comment

Note: Only a member of this blog may post a comment.