El Monólogo De Un Samurái

   

Sabrá alguien de estos tiempos que es ser: ¿Un hombre de honor? ¿Un hombre de principios? ¿Un hombre sin miedo? ¿Un hombre respetable? ¿Un hombre de verdad? ¿Un hombre con lealtad? ¿Un hombre con carácter inquebrantable? ¿un hombre con coraje y valentía que está dispuesto a luchar hasta la muerte por defender y cuidar aquellos que ama, y ante todo? sus propios principios de hombre real y confiable. Espero que en estos tiempos hayan hombres de esa talla todavía, y no unos malditos cobardes, que sus palabras valen lo que valdría una prostituta de tercera categoría; ¡sería inaudito! sería la peor decadencia para todo el género masculino; seremos el hazme reír del género femenino, y la vergüenza a la vez por tener hombres tan cobardes y tramposos; sabiendo que han descendido de hombres valientes, con honor, guerreros y hasta muchos de ellos ofrendaron sus vidas por aquello que creyeron justo y honorable. Porque no podría soportar la idea de un hombre sin honor, sin carácter, sin la mas mínima pizca de lealtad, un hombre sin palabra no se merece ser llamado hombre, porque no es mas que un desgraciado animal agonizante, que no merece estar vivo porque pertenece a la decadencia de un verdadero hombre; de cual aquellos semejantes nos hemos forjado a fuego y espada, donde el título de "Hombre" lo hemos hecho en base a: sangre, sacrificios, honor, coraje, lealtad inquebrantable, y muchas veces hemos llegado hasta la muerte por esos ideales tan noble que no merecen menos que eso; para que unos cobardes, insensatos, animales, personas sin honor y sin sentido, vengan a malograr todo por tanto hemos adquiridos nuestros buenos nombres; no se merecen tanto honor llamarse "hombres" porque el hombre de verdad es mas que seis palabras, porque el título no lo es todo, hay que ganarlo con lealtad, valentía y honor.