El Monólogo De La Princesa

 

 Existen hechos: encantados, brujería, magia o como le quieras llamar, la insensatez de nuestra humanidad que jamás tendrá reparo. Un noche caminaba cerca de una laguna bajo el manto de la luz de la luna, pensando sobre el infortunio que he tenido que pasar junto con mi familia a quien le debe todo de lo poco que tengo; iba pensativa en la orilla de la laguna cuando algo sorprendente se me cruzó en el camino, era un sapo parlanchín haciendo una propuesta tentadora, una oportunidad que cualquier mujer desesperada no la pasaría por alto; el sapo me dijo: Perdón bella mujer, ¿podría escucharme un momento? - Yo sorprendida le dije que continuara con sus palabrerías y una sonrisa se le dibujó en su horrible y repugnante rostro - Una bruja malvada me hizo un hechizo para arruinar mi vida como un príncipe adinerado y exitoso, tengo un reino con muchos sirvientes y extensas propiedades, lo mejor que una persona puede desear: una vida holgada, sin aflicciones de la pobreza y un estatus social que solo los privilegiados pueden estar; solo necesito un beso de una hermosa doncella para romper el hechizo y así convertirme de nuevo en un príncipe apuesto, pero no debe ser un beso cualquiera, tiene que ser un beso real, puro y sobre todo ¡de Amor! si lo logras te daré la mitad de todo mi reino y en estatus social que tanto has deseado - Miraba a ese despreciable sapo de hito en hito, era mi oportunidad de oro, ¡yo una princesa! jamás me lo hubiera imaginado, sin dudas pensaba que esa noche era mi noche de suerte, que me cambiaría la vida para siempre; fue así que tomé su asqueroso cuerpo con mis dos manos bellas y delicadas, hice lo que me pidió, pero paso algo ¡inverosímil! Yo termine convertida en ¡una horrible rana! ¡que fiasco lo de la vida! su maldición se reinvierte ¡sobre mí! y él rompió su hechizo, convirtiéndose en un hermoso príncipe, lo que siempre fue; y el príncipe terminó diciéndome: Eso es lo que tu ganas, pues tu conveniencia será tu maldición; el interés te transforma en algo:  repulsivo, despreciable y egoísta; porque no eres capaz de amar a alguien por lo lo que es, ni te interesa descubrirlo; sino aprovecharse de las circunstancias.... por el cielo tuviste infierno, haciendo mas duro tu viaje, pero llegando al fin obtienes tu merecido, todo debe ser así......