El Relato de Un Héroe Anónimo

  António hacia una pequeña hendiduras con sus dedos en la cortina que protegía de las miradas indiscretas de los transeúntes, de la ventana de su casa que estaba situada a la par de la puerta principal, caía un poco de lluvia, mirando su reloj de pulsera se daba cuenta que faltaba quince minutos para la reunión secreta entre los vecinos del barrio; nunca en su vida había estado tan ansioso y nervioso a la misma vez, habría que tomar decisiones drásticas, enérgicas que podrían afectar a él y toda su familia; António dejó de mirar hacia afuera y se dirigió a su cuarto a tomar su cajetilla de cigarrillos, sus pasos eran secos pero firmes; sobre la cama estaba su esposa queriendo conciliar el sueño pero no podía por la gravedad de situación actual de su país y por el destino rotundo que esa noche marcaría el futuro incierto de su esposo y sus hijos - Estás 100 % seguro de lo vas hacer António? - Antonio miró pensativo a su esposa, le respondió: nadie está seguro de nada en este país amor, sólo queda jugarse la vida a cara o cruz, hay que hacerlo te guste o no, todo es por supervivencia - su esposa ya no dijo nada, quedó callada por respeto a su esposo António, simplemente confiaba en él, ponía en sus manos su propia vida y hasta las de sus hijos. António se dirigió hacia la puerta de salida de su humilde vivienda, pero antes paso mirando a sus hijos que dormían en su habitación plácidamente, siguió de paso, antes de abrir la puerta principal miró el paraguas aún lado y lo tomó, salió de su vivienda abriendo el paraguas por aún caía algunos chubascos, puso un cigarrillo en sus labios y le dió lumbre; le dió una profunda calada al cigarrillo y exhalando miraba en cielo nocturno cubierto de nubes de lluvia, miró su reloj de bolsillo nuevamente y faltaba cinco minutos para la hora indicada, caminó hacia la casa del vecino donde estaba programado la reunión secreta; António sentía que todo iba en cámara lenta, hasta sus propios pasos surcando las diminutas lagunas que se hacía sobre el suelo a causa de la lluvia, también observaba como caía las gotas de lluvia en cámara lenta; António no podía creer como todo ese problema de las pandillas habían llegado a tal magnitud que era una pesadilla tratar de sobrevivir en su país, sin que ningún gobierno le importará, porque era para los políticos la mejor arma, ya que en campaña les prometía solucionar su grave problema, sólo para ganar votos populares.

  Entró a la vivienda cerrando su paraguas y apagando su cigarrillo, saludo con apretones de mano a sus vecinos pero sin caras felices por la gravedad de la situación; cerraron las puertas y las ventanas por seguridad, las sillas están ordenadas para la reunión, todos tomaron asiento menos el dueño de la vivienda, se puso enfrente de ellos y tomó la palabra: Hola vecino y amigos, todos los que estamos esta noche presente en mi humilde hogar saben muy bien el motivo de esta reunión; y los que han asistido a la reunión que somos muchos, creo que tiene la convicción y el coraje para enfrentar el peor cáncer social que nuestra querida patria había visto jamás; sabemos que será una lucha a muerte, una guerra no declarada ya que estaremos fuera del margen de la ley, en la clandestinidad por un sólo motivo, aniquilar pandilleros!! La lacra social que ningún gobierno les importó solucionar en ningún sentido, porque sus votos los consiguen de esa forma, con el sufrimiento y la sangre de nuestro propio pueblo; lo que nos impulsa a matar no sólo es la venganza ante tanta tiranía y el horror de ver asesinado a tantas personas, familiares, amigos y vecinos; que lo peor de todo esto es la impunidad a todos esos miembros de pandillas, es cuestión de honor, respeto y sobrevivencia; porque estamos cansados que violen a nuestras esposas e hijas, que recluten a nuestros hijos varones para ser miembro de su criminal organización o sean asesinado brutalmente; basta a las extorsiones por lo que tanto sacrificios pasamos para obtener un poco de dinero y sea arrebatado de nuestras propias manos sino quieres ser asesinado, que sea de paso, son ciento de miles de personas honradas y trabajadoras han perdido sus vidas; un basta de controles territoriales entre las pandillas, para hacerse amos y señores de los barrios ocupados por ellos mismos, quienes deciden que vive allí y quién no, que son muchos familias honradas que han abandonado sus casas por represalias de las pandillas; púes bien, quieren sangre? sangre les daremos!!! Ayer corrió sangre de inocentes, hoy correrá en nuestras calles sangre de bandidos, no tendremos piedad con ninguno de ellos ni sus familias, ojo por ojo desde hoy; porque nadie nos socorre y jamás hemos pedido esta guerra, estaremos actuando por defensa propia al margen de la ley, porque no nos dan otra alternativa; desde hoy la presa será el cazador. Entre nosotros habemos policías que estamos al pendiente de todas las actividades criminales como sus miembros, a cada grupo de exterminio se le pasará toda la información de forma clandestina, para que hagan con los pandilleros lo que le plazca; jamás capturaremos algún miembro de los diferentes grupos de exterminio, primero morir!! Antes de​traicionar a un amigo; habrán bajas como en toda guerra, pero la sangre que será derramada desde ahora, será sangre de valientes, de héroes anónimos, de hombres que no se dejaron doblar sus rodillas ante la tiranía, hombres que​ son capaces de entregar sus vidas por su familia que a lo mejor nadie sabrá de nuestros​ sacrificios y luchas, pero si nosotros mismos, porque seremos compañeros en armas, compañeros de lucha, compañeros del infortunio, compañeros de la justicia que nos han negado ahora; seremos crueles con los miembros de cada pandillas, seremos el destripador para cada uno de ellos, la única conciliación entre ellos y la sociedad, serán las muertes de sus miserables vidas; llegarán a un punto de desesperación que cuando duerman no dormirán en paz porque tendrán horribles pesadillas, soñarán con nosotros, que siempre estaremos al acecho en quitarle sus vidas. Ahora amigos y vecinos es hora reinvertir nuestra realidad, lo que están de acuerdo con esta lucha justa y están listos para acabar con esta plaga llamadas pandillas, levanten sus puños en señal de apoyo y lucha; lo que ya no están de acuerdo pueden irse sin remordimientos, porque siempre seremos buenos vecinos; todos los allí levantaron sus puños en señal que la guerra a penas iba a comenzar; allí estaba Antonio con su puño levantado, no tenían que pensarlo dos veces, porque sus vidas simplemente dependía de esa guerra....