La Muerte del Bastardo

                                                                                                                                                         

El bastardo tosía desenfrenadamente, sabía que su hora había llegado, sobre su cama acostado ya moribundo miraba la ventana de su habitación, lo que podía ver era el inmenso mar y unos transeúntes tomando el sol sobre las arenas del mar; el pueblo ya nada podían hacer tan sólo soñar por un futuro mejor, como la hace una bella doncella esperando su príncipe azul que la llegara a rescatar... Una suave brisa entró en su habitación desde su venta y su último deseo fue que lo dejarán sólo para poder pensar en su larga vida que estaba por terminar:

- Que fiasco me llevé cuando visité el lugar donde se crió mí padre, era un don nadie que jamás pudo levantar su humilde casa, sucia y ruin; menti que quizás de allí venía mis pensamientos y acciones revolucionarias, así como he mentido a lo largo de mí vida que ya no recuerdo que era cierto o que era mentira, pero que importa ya. Y saber que mí padre hizo una enorme fortuna aquí, le sirvieron todo en bandeja de plata tan sólo por su apariencia extranjera y hablar diferente; pero lo que me marcó para siempre fue que empezó a embarazar a su sirvienta dandole hijos e hijas bastardas, dejándonos en el olvido en el regazo de sus propiedades; cuando ya íbamos encaminados a la edad adulta se propuso a poner su apellido a cada uno de nosotros, creo que fue más por convicción que por un amor paternal, como fuera le arrebate todo lo que tenía cuando triunfamos en la revolución y lo repartí a los pobres, no se si fue una venganza o acto de justicia, pero como sea le hice un gran favor, lo repartí a los de su misma clase. Desde pequeño nos tenía ignorados, él no le interesó nuestro pensamientos y sueños infantiles, como hace un padre amoroso cuando ve crecer a sus retoños, tal vez por vergüenza; quizás por eso siempre tuve la sed insaciables que todos me escucharan, porque nunca me interesó el lujo ni el dinero, sólo quise que todos estuvieran atentos cuando yo hablara, pero luego surgió lo mágico, incrustaba mis pensamientos en sus mentes y obedecían como mansos corderos, eso me daba poder absoluto en ellos, era para mí como una droga para mí ego personal que cada vez quería más y más.. toda mí vida fue un éxtasis, me sentía tan bien que todos obedecieran mis órdenes, por eso todos aquellos que pensarán diferentes que mí los llamé mis enemigos y los traté como tal, los que opacaban mí imagen de líder cometí traición con ellos, Oh Che! Oh Che! Por que no aceptabas a Rusia como aliados? Pero a pesar de todo te convertí en un mártir revolucionario; Hay Camilo! Por que el pueblo te quería más a tí que a mí? Que tuve que sacarte del escenario revolucionario. Como sea mi pueblo me recordara, unos con odio otros muchos con amor y añoranzas, porque sus mentes siempre fueron mías, sus recuerdos malos y buenos, también son mías, porque siempre me escucharon a mí y a nadie más, pero como dije al comienzo de la revolución "La Historia me Juzgará".