Los Patriarcas (Cuarta Parte)

 

Scott llegó con su nuevo invitado al festejo de su hija, los demás vecinos y amigos de Scott le dieron la bienvenida, era la primera vez en años que Frank asistía a una fiesta familiar; pronto empezó a festejar muy alegremente entre charlas, comida y bebidas, pero en algún momento de la fiesta Frank cambio de ánimo, se volvió callado y hermético como solía ser, Frank miraba a todos los ahí presentes como festejaban en comunión con sus respectivas familias, sólo él había llegado sólo a la fiesta, recordó que le fue a la habitación a decirle a su esposa si quería asistir a la fiesta, que lo único que recibió a cambio fue un rechazo total por parte de su esposa, que le azotó la puerta de la habitación en sus propias narices; bajo a la sala de estar donde estaban sus dos hijastros adolescentes, Frank los invitó que fueran con él a la fiesta, sólo recordó el momento que ambos hermanos se miraron uno al otro y explotaron a carcajadas enfrente de su padrastro, diciendo con burla e ironía: Ir contigo? Jajaja... ni loco Jajaja... pero a pesar de todo él fue a la fiesta de su vecino Scott, del cual no le dijo nada de la ofensa que le hizo su propia familia. Scott miraba que su vecino Frank había cambiado de ánimos, se volvió callado y hermético - Pero que te pasa Frank, no te gusta la fiesta? Preguntaba Scott - Frank ya con unos tragos adentro y al ver que sólo hombres estaban en su pequeño círculo festejando y bebiendo, empezó hablar: Si me gusta Scott, perdón por ser tan impertinente es que se me vino a la mente mi familia; en ésos momentos se le pusieron vidriosos sus ojos y su voz se entrecortada por el resentimiento porque su familia no había querido ir a la fiesta con él; creo que saben que no soy feliz en mi hogar, dijo Frank - Scott sintió mucha pena por él, lo conocía muy bien, a pesar de la apariencia de Frank como hombre frío, apartado de todo contacto social, era un hombre noble con un gran corazón; así empezó una conversación de hombres que rara vez las mujeres o los hijos lo saben de eso, pero ya que sólo hombres estaban bebiendo allí, empezó la conversación íntima que sólo los Patriarcas saben de lo que se habla entre ellos mismos - si no eres feliz en tú hogar, divorciate y vete de allí, nunca mires atrás por personas que no valen la pena, dijo un vecino - si fuera así de fácil, respondía Frank con melancolía - si lo dices por las posesiones que tienen que repartirse, deja que te diga que no eres el primer hombre que le pasa eso, ni serás el último, al principio te afectará mucho pero con el tiempo descubrirás que fue la mejor decisión que has tomado en tú vida, y mira quien te lo dice, yo que me he divorciado dos veces, respondía otro vecino - así Frank en un divorcio se pierde todo, dinero posesiones y hasta la familia, pero es de hombres levantarse de nuevo cuando has caído, es lo que se diferencia un hombre de otro, el coraje y la determinación - así es, a eso se le llama carácter, que no permites que nadie te humille y que eres dueño de tus propias decisiones, añadía otro vecino - Frank no sabía que responder, pero tomó valor diciendo: ellos sólo quieren mi dinero cuando aportó todo mi salario están felices, pero cuando quiero poner orden en mi hogar o hacer lo que me gusta, me tratan como si fuera un bufón, no tengo voz ni voto en ese hogar - escucha Frank, solo hay un lugar donde cada persona se siente en paz, tranquilo y relajado, es su propio hogar; si en tu hogar se ha convertido en un verdadero infierno, ya alli estas muy mal, porque es el unico lugar donde estaras en paz contigo mismo, si es asi es mejor vivir solo, haslo por tu salud mental amigo Frank, le decia Scott.