La Locura, Como un Pecado Mortal?

   

Este tema es muy difícil de analizar ya que su propia naturaleza es muy compleja, y hay muchas personas involucradas cuando las enfermedades mentales se desemboca a un frenesí de locura. Las enfermedades mentales son muy variadas en muchos de los casos son inofensivas, tan sólo se mira afectado la personas que la padecen y sus familiares; pero hay enfermedades mentales que pueden desencadenar actos de crueldad y salvajismo, que se convierten en peligro inminente para toda la sociedad, como por ejemplo: psicopatía, personas bipolares o maniático depresivo, sociopatía o trastorno de personalidad antisocial, etc.
  Las enfermedades mentales se convierten muchas más complejas cuando son seguidas de asesinatos común o en serie, violaciones fisicas, agresiones físicas o verbales, etc. Todos ésos casos extremos quedan al merced de la sociedad misma y las religiones; por un lado queda la interrogante si castigar esos casos con pena capital? (Para los países que tienen la pena de muerte). Y por el otro extremo las religiones, Si esos actos son condenados por Dios? como pecados mortales.
  Hace muchos años Estado Unidos llegó a la conclusión que los casos de enfermedades mentales quedan excluidos de la pena de muerte, porque son personas que están fuera de sí mismo, no están conscientes de sus actos, pero quedan recluido por largos años (depende el delito cometido) porque son un peligro latente para la sociedad. Después que se formuló esa ley todo asesino o violador se refugiaba en ésa cláusula de ley para evitar la pena capital; eso llevó a otro paso al gobierno, contratar expertos psicológicos y psiquiatras para que evaluara los casos donde imponer la pena de muerte y en cuáles no. Las investigaciones reveló un sorprendente hallazgo, las enfermedades mentales se nacen con ella no se hacen, carecen de remordimientos o sentimientos de culpa, no tienen reflejos físicos, cuando se les evalúa que sigan el dedo índice con la mirada no lo hacen, sus actos no son metódicos atacan por instinto, son manipuladores, se complacen con sus crímenes, sufren depresiones constantes, no son conscientes de sus actos, sus víctimas las escogen al azar que pueden ser personas conocidas o desconocidas para ellos, etc.
  Todo esto nos conlleva a un gran dilema social, si estas personas merecen una condena de muerte o no? pero hay dos caras de una misma moneda, si lo analizamos por el lado clínico profesional, es muy fácil llegar a la conclusión de estas personas sufren de enfermedades mentales graves y sería en cierto punto señalarlos o condenarlos, pero si lo vemos o lo analizamos por el lado del víctimas en sí, o sus familiares como esposo, hijo, hija, padre, tío, abuelo, amigo, etc. esto cambia de un matiz muy diferente, donde la pérdida de un ser querido exige castigos mucho más fuertes.
 Ahora si lo analizamos por el lado de las religiones hay muchas piezas que nunca encajarán simplemente porque no se les puede adoctrinar a su antojo o conveniencia, porque recordemos que nuestro cerebro humano es lo que determina nuestras acciones y comportamientos, nuestro cerebro es el motor de nuestra alma, donde se lleva a cabo nuestros principales sentimientos buenos y malos, si este motor tiene desperfectos todos esos sentimientos se convierten en un caos descomunal, ya que reina la confusión y se pierden muchos sentimientos sin voluntad propia; nuestro cerebro humano es el mismo reflejo de la naturaleza misma de la cual pertenecemos y somos parte de ella, es fuerte pero frágil a la vez, es un constante equilibrio entre la cordura y la sensatez, es donde nos diferenciamos entre las otras especies, es un precio de la cual tenemos que pagar nos gusté o no.