El Diablo Y Sus Puntadas (Novena Y Última Parte)

Los meses pasaron y como era de esperar todo esfuerzo tiene su recompensa, el cielo estaba en aprieto con las nueva táctica del diablo y sus secuaces; Dios había mandado una delegación de ángeles de alta jerarquía al infierno para negociar un alto a las actividades del diablo en el planeta tierra, pero como era de esperar las negociaciones entre Dios y el Diablo eran de un estirarse y encoge; fácilmente llegaban a un punto muerto que ninguno de las dos partes cedían, estaba claro que el Diablo era un tipo duro de roer. Un día el Diablo se había tomado un día de descanso cansado de tantas negociaciones Insólitas y poco transparente de parte del cielo;  Judas Iscariote lo vio desde lejos que el Diablo iba caminando pensativo, con la mirada triste mirando a la nada; por las orillas del abismo iba Diablo meditando su vida y la de los suyos, que todo era tan surrealista…, Judas se acercó a él muy animado y le preguntó; ¿Como van ésas negociaciones? - Ya tú sabes Judas, en punto muerto, Dios nos da la opción que todos regresemos al cielo como si nada de esto hubiera pasado; que iba a buscar a otro que fuera el Diablo, porque ninguna doctrina puede sobrevivir si un enemigo en común, o al menos que así lo crean sus seguidores; porque siempre debe de existir una figura que representa el bien y  otra el mal, que a los humanos les encanta esas clases que confabulaciones, eso los vuelve locos. Pero cuando le dije que no queríamos ser más sus borregos y que todos fuéramos iguales sin ninguna clase de jerarquía, ósea el libre albedrío en su estado más puro, Él se negó rotundamente - todo esto me recuerda la política humana, te prometen cosas que ellos mismos no cumplen y saben que jamás cambiará su postura inicial; a lo mejor toma otro conejillo de india, pero esta vez lo hará todo muy diferente para evitar estas clases de problemas que hoy tienen, es muy posible querido Judas Iscariote, Dios no juega a los dados, Él sabe muy bien que piezas mover antes de dar un paso, respondía el Diablo - Pero por el otro lado no llegarán a ningún acuerdo, ¿Que pasaría entonces en el día final o como dicen otros, el día del juicio? Preguntaba Judas Iscariote  - Ya que lo preguntas querido amigo, hay un viejo refrán que dicen los seres humanos: "Más sabe el diablo por viejo que por diablo" y tienen toda la razón, ahora bien amigo te responderé con otra pregunta: ¿tú irías a una guerra, que de antemano la sabes que la perderás? ¿Arriesgaría tú vida y las de tus soldados, sabiendo que perderás absolutamente todo? porque eso es lo que esta escrito, ¿Crees que soy lo

suficientemente estúpido o idiota? - la verdad no lo eres diablo, respondía Judas Iscariote - Sabes algo amigo Judas, todo esto es una gran ofensa para toda la raza humana y muy poco han percibido eso, aclaraba el diablo - ¿Como así? preguntaba Judas Iscariote  sorprendido - Si amigo Judas, todo esta estúpida pelea es por quién de nosotros nos llevamos las almas de los seres humanos y hacerlos sus borregos; y algo más, Dios no es amor y paz como lo han asegurado, es un Dios de guerra y muerte que desde escogió a su pueblo a sido así, el juicio final es más de lo mismo, le enseña a los seres humanos que las diferencia que siempre habrá, hay que arreglarla a golpes, guerras, sangre y expulsión; para ser sincero Judas no creo que lleguemos algún acuerdo, Dios está tan ligado a mi figura, sin mi el quedaría como un bufón, nada de guerra ni triunfo ni superhéroe, así como la vieja historias de las películas de Hollywood. Judas Iscariote  iba caminando también a la orillas del abismo, cabizbajo y muy pensativo, todo lo que le decía el diablo le parecía sensato, razonable y lógico, en eso por ir muy distraído, Judas Iscariote dio un mal paso resbalando y cayendo al fondo del abismo, el Diablo lo quiso atrapar con sus garras pero ya era muy tarde para ayudarle a Judas Iscariote…..
  Judas Iscariote abrió sus ojos por segunda vez en su vida, también miró el sol por segunda vez en su vida, más brillante que nunca; miro unos rostros conocidos, sus viejos camaradas: Mateo, Pedro, Juan y Jesús, Pedro decía muy alegre: ¡A despertado! nos tenias muy preocupado Judas Iscariote pensábamos que habías muerto, te resbalaste cuando veníamos al encuentro de Jesús; Judas vio horrorizado a Jesús, buen mozo y una cara de tío simpático a más no poder, rápidamente se levantó del suelo muy asustado y nervioso, pero con una actitud resuelta: ¡esto se acabo, me largo de aquí y de sus vidas! Jesús muy sorprendido llamaba a Judas que se iba alejando rápidamente cada vez más: ¡pero hoy es mi última cena Judas Iscariote y tu eres uno de mis discípulos! En esos instantes Judas Iscariote voltio a ver a Jesús con rostro iracundo, quería acercarse a Jesús para abofetearlo pero hizo una fuerza sobrenatural para no hacerlo; desde lo lejos Judas Iscariote alzó su mano derecha en dirección de Jesús, mostrándole su dedo de en medio erigido  desde lo más alto; y le respondió: ¡Pues búscate a otro idiota o discípulo o conejillo de india, como le quieras llamar, yo renuncio, me largo de aquí! gritaba enfurecido Judas Iscariote  mientras se alejaba de ellos.

 Judas Iscariote iba caminando enfrente de una colina, ya oscurecía, iba refunfuñando: menuda cena..se decía, en eso por el horizonte vio tres siluetas a lo lejos pero muy visibles, en su rostro a Judas Iscariote se le dibujó una gran alegría y su corazón regocijaba, no podía creer eran sus tres demonios amigo: el Diablo, Belcebú y Aamon, los tres alzaban sus enormes garras con alegría diabólicas dando un ultimo adiós a Judas Iscariote; Judas Iscariote en respuesta también alzaba su mano en señal de despedida, les gritaba con lágrimas en sus ojos de tanta felicidad: ¡adiós mis queridos amigos! ¡Jamás los olvidaré!