Amores Cibernéticos (Segunda Parte)

 

Oscar no encontraba las palabras adecuadas... o más bien el pretexto adecuado para no comprarle un computador a su hijo Lucas; pero era demasiado tarde, su hijo se había empecinado en que su padre le comprara un computador, cada vez que su padre buscaba un nuevo pretexto para no comprar el computador, Lucas se esmeraba más en la escuela y en las obligaciones del hogar. Por que no vas a ésos ciber café a pagar por unas par de horas, te daré permiso y dinero para que vayas, le decía su padre; pero Lucas no quería porque el necesitaba algo mas intimo y no tener que esperar turno para que alguien desocupara un computador y estar a la merced del tiempo pagado - no Papá, mira al mes te va a salir mucho más caro, así fue que Lucas le sacaba las cuentas del mes si fuera a un ciber café, comparado si tuviera un computador en su hogar, unas cuentas que a su padre no le cuadraba para nada y muchos menos su hijo Lucas, pero Oscar sabía que todo era una trama de su hijo para que le comprara el bendito computador.
 Navidad llegó para todos y con mucha más ansias para Lucas, aunque su padre nunca le dio un "Sí" para el añorado regalo, pero ya se venía venir, el esfuerzo físico y psicológico que había implementado Lucas con su padre dieron sus frutos, pero que padre no podía negarle algo a su hijo que tanto se había esforzado? Así fue que los sentimientos de Oscar quedó zanjado ante la insistencia de su hijo Lucas. Cuando su hijo abrió la caja de regalo quedó impactado de la felicidad, era un sueño hecho realidad, su primer computador de última generación con todo sus accesorios incluidos, le dio un fuerte abrazo a su padre y no dejaba de darle las gracias, eran de esos momentos inolvidables para la vida de cualquier hijo o hija como fuera el caso; al desempacar, armó lo que tenía que armar, le conectó la energía eléctrica y presionó la tecla de encendido, la pantalla dio el resplandor habitual, una pequeña ventana a otro mundo y le dio la bienvenida; Lucas empezó a meter todos sus datos personales, correo electrónico con su respectiva clave... Su padre no podía estar más orgulloso de su hijo, si Lucas era así feliz, pues él también. Lucas sin dejar de teclear y sin quitarle la mirada al monitor de su nuevo computador, le dijo a su padre: Ahora solo falta el Internet papá - Oscar se quedó estupefacto, se le dibujó una gran incógnita en su mente, Internet? Le devolvió la misma pregunta a su hijo con una gran dosis de misterio - si papá, las computadoras no pueden trabajar sin Internet, le respondió su hijo - Oscar jamás se había sentido tan ignorante en su vida, ni cuando iba a la escuela, pero toda esa tecnología lo había situado fuera de base, y eso en que tienda se compra? Le preguntaba a su hijo ingenuamente - Lucas le empezó la ardua tarea de explicar a su padre descontinuado, como se adquiere el Internet, el costo y para que servía, a lo que su padre respondió resignado: vaya!!! Eso si es un gran negocio.
 Oscar no le quedó de otra que tener que pagar un recibo más en su costo mensual del hogar para el Internet de su hijo Lucas, pero ni modo que devuelva el computador a la tienda decía Oscar, pero no se la iba a poner tan fácil a su hijo, la condición era que tenía un horario fijo cuando usar el computador, si se quebraba esa regla sería decomisada su computador.
 Lucas estaba como niño con juguete nuevo, buscaba y bajaba músicas, vídeos y cualquier otra información de su interés, como historias e información de misterios inexplicables; la información para sus estudios era habitual para Lucas y su computador le facilitaba todo, pero como todo chico de su edad, era tentado por incorporarse a las redes sociales, aunque nunca lo había hecho, pero tenía suficiente información que sus compañeros de la escuela le habían dado, lo que más le apasionaba era conocer chicas de todas partes del mundo, tal vez con un poco de suerte encontraría su media naranja... o su medio limón? no se, pero se atrevió, porque a esa edad las hormonas se producen a mil por hora y eso no compagina con la razón....