Amores Cibernéticos (Octava y Última Parte)

 

Como era de esperar Lucas y Bety se hicieron novios oficiales villa Internet, su amor creció y floreció como en miles de parejas que se cocieron en la nueva modalidad tecnológica, que a creado muchas ventajas ya que puedes encontrar tu alma gemela en cualquier lugar del mundo, una de las desventajas seria a cuantas cientos y miles de millas vive esa persona tan especial para ti, otra sería los paseos al cine, restaurante, bar, áreas de juegos y esparcimientos, etc. dónde habitualmente se convive las parejas; tan solo la esperanza que un día llegue ese día tan especial dónde se conozcan en cuerpo y alma, y ni hablar con el contacto físico... Para mientras Lucas y Bety vivían su noviazgo virtual, dónde haces volar la imaginación, como ir de compras, ir a la playa, comerse un helado, darse un beso, etc. Se mandaban fotos de todo aquello que ellos querían vivir juntos, hablaban de lo bien que la pasarían si todo se hiciera una realidad, al final de la noche, cada quien se despedía con un beso y apagaban sus respectivas computadoras, ambos se acostaban al mismo tiempo en sus respectivos hogares, apagaban las luces y Lucas pensaba en Bety, lo mismo hacia Bety, pensaba en Lucas en la oscuridad de la noche.... Ahhh!!! Hablando de la "Oscuridad de la Noche" me acordé de Oscar y la hechicera.
 Habían pasado varios días que la hechicera había aceptado la solicitud de amistad de Oscar; pero él al ver tanto silencio sepulcral decidió tomar la iniciativa. Un buen día vio que el perfil de la hechicera estaba con un punto color verde, como si esperando que alguien se comunicara con ella, Oscar le mandó un mensaje que decía: Hola!!! La hechicera puso su perfil en color marrón, eso quería decir que estaba ocupada, pero Oscar no entendía de colores y menos de rechazos - Como estas hechicera? Le escribió Oscar nuevamente - Bien, le respondió la hechicera- no cabía dudas que la hechicera era una mujer fría, solo quiero conocer personas diferentes, eso no quiere decir "extraña" y gracias por aceptarme, le escribió Oscar - de nada, le respondió la hechicera - vaya!!! Dijo Oscar esta chica en más fría que un témpano de hielo, sabes me gustan tus dibujos, le mintió Oscar, y eso de ocultismo es una religión? - con esa pregunta fue lo que rompió el hielo, la hechicera le escribía como a cien palabras por minuto, dándole todos los detalles sabidos y por saber, pero era tan rápida la hechicera que Oscar no alcanzaba a leer todo sus mensajes - vaya!!! Esta chica es rápida para escribir, espero que no sea así para todo... y Oscar se reía con picardía; fue así que Oscar empezó una amistad con la hechicera, pero Oscar era más lento para escribir que su hijo Lucas; la hechicera tenía que esperar largo tiempo para ver los mensajes de Oscar, cuando se le acababa la paciencia, la hechicera se quería tirar por la ventana, se le ocurrió hacerlo más simple todo, la hechicera le hizo una videollamada... Oscar vio es su monitor que le estaba llamando la hechicera y presionó aceptar; Oscar vio una mujer joven como de 27 años, sus labios, uñas y delineador en sus ojos, todo color negro, su cabello largo, lacio también de color negro y toda su vestimenta; la hechicera pudo ver a Oscar por primera vez, un hombre maduro de unos cuarenta años, pintaba algunas canas, mirada profunda y surcos en su rostro, un hombre de una y mil batallas, pero la hechicera se puso nerviosa, sabía que estaba con un hombre que no se dejaba intimidar de nada ni de nadie, son de esas personas que no se tragan ningún cuento de baratijas, su experiencia y su temple estaba a la vista de todos y todas, la hechicera no pudo más y colgó la videollamada - vaya!!! No le tiene miedo al diablo pero a mí sí, se dijo Oscar, ahora él tomó la iniciativa y le marco para hacer otra videollamada; la hechicera vio que Oscar le estaba llamando, tragó saliva y con su dedo delicado y tembloroso aceptó la llamada....
  Los días pasaron y lo que tenía que pasar, pasó, Oscar y la hechicera, que en verdad se llamaba Liseth, cosecharon una gran amistad, eran inseparables de monitor a monitor, Oscar se dio cuenta que la tal hechicera era más mundana que mandada hacer, fue tanto el apego entre ambos que Oscar se fue en sus vacaciones dónde vivía la hechicera, y cuando regresó de vacaciones, Oscar no venia solo, venia con su nueva pareja para hacer familia, cuando Lucas vio por vez primera a lo que es hoy su madrastra se sorprendió tanto, porque ya no era la mujer que conoció, venía vestida de muchos colores, hasta de cabello, elegante, guapa y una gran sonrisa de felicidad; Lucas le dijo a su padre: creo que al final tú eras el hechicero.... Liseth le dio dos bellos hermanos a Lucas e hijos a Oscar, Liseth era toda una mujer y madre de hogar, de sus demonios jamás se acordó ni los menciono, Oscar volvía a tener razón, solo necesitaba atención y amor.