Timoteo Pampa (Monólogo #12)

 

  Esta mañana estaba escuchando música en YouTube, no se si el algoritmo es una especie de brujería o yo no se qué, pero escuché una vieja canción de mi infancia, haciéndome transportar en la memoria cuando yo era un chaval, era mi primera escuela, era pública y mixta; a mi me encantaba, aunque en mí sociedad las escuela públicas era una especie de castigo divino, o si eran niños de familia acaudalada y si eran muy indisciplinados o rebeldes, sus padres los amenazaba que irían a una escuela pública; se imaginarán las clases de traumas qué nos inculcaban desde niños? Pero con todo eso, muchos eramos felices.

Los métodos de estudios se basaba, que si el alumno tenía una excelente memoria, era un genio, porque adquiria mayor conocimiento, algo así como si fuera una biblioteca andante; pero claro, muchos no teníamos buena memoria como yo, que siempre se me olvida las fechas de nacimiento de mis familiares, o busco mis llaves 🔑 cuando las tengo en mis propias manos. Como sea, era obvio que eramos un pueblo atrasado, cuando en las escuelas de otras sociedades más avanzadas, los estudios se basa en la creatividad de sus alumnos; pero creo que eso ya cambió en mí pueblo, bueno, eso espero. 

La Canción que escuché esta mañana se llama: Carolina. Así se llama mi amiga de mi barrio que estudiamos en la misma escuela pública; yo iba a tercer grado y ella a octavo grado; ella era mayor 5 años. Un día en el recreo estaba aburrido y decidí ir atrás del edificio de la escuela, allí había unos arbustos muy altos en todo lo largo del edificio; de casualidad vi en uno de esos arbustos salir humo, mi primera impresión fue de susto, e instintivamente salir corriendo para avisar a mi profesora que el edificio de la escuela se estaba incendiando; pero al dar el primer paso para corre, escuché un: chí,chī,chí!!! Muy fuerte, como el típico aviso que quieren hablar contigo pero a escondidas. Carolina salió entre los arbustos y me hizo señas qué llegara donde ella estaba pero en silencio, me pregunto ¿Para dónde diablos vas? Yo la miraba instintivamente con la boca abierta y los ojos también, mi mirada iba hacia ella y el camino que tenía que recorrer; luego me vino ese olor a tabaco quemado, y ella al darse cuenta de mi asombro me enseñó el cigarrillo que tenía entre sus dedos; ¿Nunca has fumado? Me preguntó ella, yo asombrado y sin decir una palabra asistí con mi cabeza en forma de negación; ven idiota te enseñaré, pero entremos entre los arbustos para que nadie nos vea, me decía ella; mira bien te enseñaré, le dio una calada enorme al cigarrillo 🚬 y acto seguido hizo como si tragara agua, me habló contenido la respiración y acto seguido expulsó el humo entre su boca 👄 yo me quedé asombrado 😲 jamás había visto algo igual; ahora haslo tú, y medio el cigarrillo 🚬 yo no sabía como tomarlo y me queme los dedos y lo solté callendose al piso, ¡Si que eres idiota! Me dijo Carolina muy enfadada 😠 jamás en mi vida alguien me había insultado tantas veces en tan corto tiempo, pero pacientemente me enseñó como tomarlo, ahora dale una calada, me dijo ella; yo muy obediente le hice caso, pero fue todo un fiasco, sentí que me ahogaba y empecé a toser sin parar, me cuerpo se puso helado y quería vomitar, sentía que el mundo se me acababa en ese instante, ella muy preocupada me quitó el cigarrillo y lo apagó con la suela de su zapatos, me dijo muy preocupada que respirara profundamente y me acariciaba mi cabello como lo hace las madres, creo que pasó cinco minutos para reponerme por completo, pero Carolina me miraba detenidamente, como midiendo la situación, la típica mujer calculadora, me preguntó ¿Has besado alguna vez? Yo le respondí: si a mi madre; no idiota! A una mujer que no sea tú madre? Ah, no, nunca! Le respondía; ella me hizo acostarme sobre la grama qué había entre los arbustos, y se acostó sobre mí, fue algo maravilloso sentir su cuerpo sobre el mío, mi corazón latía a mil por horas, y poco a poco iba perdiendo mi inocencia; sentía que estaba soñando, tantas emociones en tan corto tiempo. Carolina acercó su rostro contra el mío, podía sentir su respiración, su corazón latía con el mío, y en su aliento sentía el olor a tabaco quemado, pero en esos momentos no me importaba nada, sólo quería que las cosas siguieran su curso natural, me beso 💋 🙃 suavemente, y yo también, siguiendo su ejemplo, abrió su boca y me metió su lengua en mi boca, yo también seguí su ejemplo, era como una enredadera de lenguas, saliva con saliva, fue espectacular 👌 y escuchamos las campanas de que el recreo había terminado, ella se levantó rápidamente y me exigió qué nos fuéramos ya! Yo no quería ir a ninguna parte si no fuera con ella, pero ella insistió sin tregua, me hizo prometer qué jamás comentara lo del cigarrillo 🚬 y su escondite, y yo se lo prometí. 

Era la primera vez que conocía el amor entre parejas, fue algo increíble, pero me extrañaba que no me exigió qué no contará sobre nuestro beso, si no que se preocupó por el cigarrillo 🚬 y con los días fui entendiendo tristemente que el beso sólo era pura manipulación, fue así como también iba conociendo a las mujeres. Las mujeres es lo más divino que Dios nos dio, y no importa su desfachatez, igual se siguen amando.