Ya no es mágico el mundo, ya no compartiré la claridad de la Luna, los jardines florales; ya no hay una Luna qué sea espejo de mí pasado.
Adiós a las cálidas manos, los sienes que acercan al amor. Tan sólo tengo fieles memorias, de aquellos días que a nadie le importa; nadie pierde nada de lo que nunca a tenido, pero hay que ser valiente para aprender el arte del olvido.
Una vieja fotografía y una rosa marchita, te desgarra el alma; ya no seré feliz, tal vez ya no importe, hay tantas cosas en el mundo de hoy.
La vida es tan corta, aunque las horas son tan largas. Una pesadilla me acecha ¿Será la muerte? ¿Será otro mar? ¿Será otros cielos que nos libre del Sol y la Luna? Oh, Dios! La dicha que me diste y me quitaste, debe ser borrada; lo que era todo debe ser nada. Oh,Dios! Sólo déjame el goce de estar triste, esa vana costumbre de inclinarme al Sur, a cierta esquina, a cierta puerta, a cierto lecho.
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