El Éxito (Capitulo #8)

 

España, siete años después.... el padre de Humberto tenia la mirada perdida en el horizonte de una pequeña ventana que le mostraba una esquina de una vieja habitación de un hospital caritativo; ya no tenia esperanza de vida ni de nada, esa fue la mala noticia que le había dado el doctor; pero que mas importaba? Si ya su vida antes de ese diagnostico había sido una desgracia, desde el día que su esposa murió y su único hijo los olvido desde que fue a buscar su propio éxito en otro continente. Al principio pensó que su hijo había muerto en América, pero Iñigo en uno de sus viajes a España les dijo que su hijo estaba vivo y trabajando duro, eso fue una gran esperanzas para sus padres, pero poco a poco se iba desvaneciendo conforme el tiempo pasaba, porque lo peor que le puede pasar a las personas que aman, es el olvido. Ya su vida no tenia sentido de ser, mas aun con su esposa muerta; de un momento a otro una briza fresca entro por la venta de esa vieja habitación, con la poca fuerza que le quedaba se inclino su cabeza hacia adelante sobre su lecho, para mirar hacia afuera; quedo sorprendido lo que miro afuera, era un bello camino rural con arboles frondosos y una casa que al parecer era su hogar, a lo lejos por el camino que se habría por ese pasto, venia su esposa sonriente hacia donde el; abría sus

brazos con mucho regocijo en dirección donde el estaba; el sonrió también y le salia lagrimas en sus ojos de alegría, al fin iba a descansar en paz se dijo así mismo.... la enfermera entro a la habitación para dar el medicamento al moribundo, miro que algo no iba bien, le tomo el pulso y muy asustada salio corriendo la habitación gritando a viva voz por el doctor de turno; el cuerpo inerte estaba sobre la cama hospitalaria, otra nueva briza entro por la ventana, a lo lejos se miraba que iban una parejas de jóvenes enamorados, que se perdían en ese camino de ese bello lugar..... 
  Humberto estaba enfrente de una enorme parcela de terreno donde iba a iniciar su nuevo negocio; sembrar caña de azúcar para extraer la apreciada azúcar que tan buenos dividendo traían a los terratenientes; se quito su sombrero y sonriente porque no se podía creer lo que había logrado con la gallera, que ahora no iba a depender del pasatiempo preferido de los jornaleros, ahora el iba a contratar jornaleros para su propio negocio, iba ser su patrón y les iba a devolver el favor de su éxito, les iba a pagar buenos salarios a todos aquellos que el contratara para su siembra de caña de azúcar; ahora no había nada ni nadie que se interpusiera a su gran éxito que iba viento en popa, allí no era España, era América con tierras fértiles y un clima envidiable para cualquier parte del mundo; en esos momentos que recordó su tierra natal, también recordó a su padre y madre, se dijo a si mismo que ahora era el momento de ayudarles, porque su hijo se había convertido en un hombre de éxito.....