La Virtud y El Deseo

 

  La virtud es una disposición constante del alma para las acciones conforme a la ley moral.
 Las cuatro virtudes cardinales son:
- TEMPLANZA: esto se obtiene en base al carácter, que se moldea conforme a las experiencias vividas.
- PRUDENCIA: se obtiene en base a la madurez y la tolerancia de nuestro diario vivir.
- FORTALEZA: es la constante de tus propios principios morales y éticos.
- JUSTICIA: aquellas personas solidarias ante el dolor o pena ajena, no tan sólo con las personas con las que convive o familiares, sino con todas aquellas personas vulnerables. La justicia se obtiene en base a la misericordia y la compasión.
 Sócrates opinaba que la virtud es aquello que nos ayuda a conseguir el bien mediante el razonamiento y la filosofía. Platón opinaba que la virtud tiene tres poderosas herramientas: el Intelecto que es la madurez o sabiduría, la Voluntad y la Emoción que es el carácter.
 La virtud siempre estará motivado por el "Deseo", sin ella no podemos obtener ninguna clase de virtud, pero recordemos que hay dos parámetros del deseo: buenos deseos y malos deseos o deseos positivos y deseos negativos; lo que nos plantea Sócrates es el razón, por ejemplo puedes desear ser una persona racional o puedes desear ser una persona irracional; recordemos que hemos nacido como personas racionales, lo irracional siempre irá en contra de nuestra propia naturaleza humana, es aquí donde se deriva la frase " Seamos más Humanos". En estos términos es donde más frecuencia se da muchas malas interpretaciones, ya que el calificativo de "Humanos" algunos lo toman como perversos e injusto, por ejemplo: el ser humano es quien hace las guerras, el ser humano es quien contamina el mar, el ser humano es quien contamina nuestro aire, el ser humano es quien está destruyendo nuestro planeta, el ser humano a creado la pobreza, etc. Pero es importante aclarar que la propia naturaleza del ser humano no es esa, se trata de personas irracionales que se dejan seducir por sus bajas pasiones haciéndolas personas insensibles ante los demás, son personas fuera de control.
 El Deseo si está dirigido por el razonamiento humano o del alma siempre nos convertirá en personas virtuosas, porque la virtud es el bien supremo de nuestra propia existencia. Por consiguiente nuestra propia naturaleza humana nos lleva a la tendencia de ser personas virtuosas, pero algunos se pierden por el camino de la vida de nuestro diario vivir, las personas que lo consiguen su espíritu se asemejan poco a poco más a nuestro verdadero Dios.