La Comedia del Pobre (Primera Parte)

                                                                             INTRODUCCIÓN 

     Para todos aquellos lectores que me conocen muy bien sabrán que concepto tengo con respecto a la pobreza, pero a pesar de lo trágico, de las tristezas, de los sinsabores, desgracias y vergüenza que te hace pasar la pobreza; quiero escribir algo diferente, una mezcla de trágico y comedia o "Tragicomedia" como se conoce comúnmente, un poco de humor para todos aquellos que sufren ese flagelo tan cruel que nosotros mismos hemos creado como seres humanos que lleva como estandarte la injusticia y la desigualdad social, si en alguna parte de lo que narraré te sientes incómodo, de antemano te pido disculpas, pero todas las publicaciones que compartiré con ustedes con este mismo tema llevará un sólo objetivo y es luchar para salir de esa cruel realidad que millones de personas sufren alrededor del mundo generación tras generación; porque lo peor que puedes hacer es tomar costumbre y rascarse la barriga todo el día sin hacer absolutamente nada, tomar la postura de un verdadero fracasado, llevándote a la verdadera miseria, tratar de dar lastima para sacar algo de provecho y no hacer nada al respecto.
  Nuestro protagonista será Jerónimo,  pero no crean que es el guerrero Jerónimo aquél nativo americano, este es otro Jerónimo, un guerrero tambien pero sin armas, tan sólo su valentía para hacerse escuchar y reclamar sus derechos como todos se los merecen, un adolescente de tan sólo 18 años de edad, que nació en una familia pobre de las grandes urbes, que con su poca y mediocre educación, quería tragarse y cambiar el mundo, pero lo que no sabía que el mundo se lo tragaría a él....

      A Jerónimo le costaba respirar con tanto calor y por si fuera poco el pañuelo que cubría parte de su rostro no le ayudaba en nada, sentía que se iba asfixiar de un momento a otro, pero para él todo lo que estaba haciendo en esos momentos valía la pena, hasta arriesgar su propia vida, como muchas veces lo había visto en las noticias por televisión, esos hombres valientes que dejaban sus vidas tirado sobre las aceras sangrando hasta morir, ya sea por proyectiles o a garrotazo limpio, todo por exigir a lo que ellos le llamaban sus derechos constitucionales; siempre era lo mismo en cada gobierno de turno no importando la ideología de cada partido politico o su lema que se inventaba en cada campaña electoral, esos lemas que hacían efervescer las pasiones de justicia  y un  mejor futuro en especial para millones de ciudadanos pobres del cual eran ellos mismos que ponían en el poder a cada sinvergüenza que se les antojara, como era de esperar el desenlace era el mismo: muerte, represión y más pobreza. Jerónimo miraba con asombro desde su incógnito pañuelo, como sus demás compañeros perdían el control de sus protesta callejera, empezaron a tirar piedras y destruir con bombas molotov, la propiedad de aquellos que ellos mismo le llamaban las fábricas y negocios de la oligarquía, los verdaderos dueños del país y de millones de pobres incluidos; Jerónimo no podía creer lo que estaba presenciando, lo había visto muchas veces por televisión pero era muy diferente vivirlo en carne propia, en esos instantes a unos pocos metros de él cayó una granada el cual explotó y empezó a salir humo en todas direcciones, fue tan rápido que Jerónimo no pudo reaccionar de inmediato, solo se ajustó más su pañuelo pero era en vano, sentía que ese gas tóxico le quitaba la respiración y le empezaron arder sus ojos, se acordó cuando su hermano mayor le hizo una broma de mal gusto, untando extracto de chile picante adentro de sus ojos; inclinó su cuerpo y empezó a toser fuertemente, sus compañeros de luchas empezaron a correr despavoridos uno de ellos se detuvo enfrente de Jerónimo y le gritaba a jerónimo que corriera por su vida; Jerónimo empezó a correr pero en dirección contraria, el gas tóxico y los ánimos caldeados de todos los allí presente hacían meollo en la mente de Jerónimo, se vio enfrente de una barricada de la policía anti-disturbios, solo los mas valientes y los que en verdad se querían inmolar por la causa estaban allí, pero Jerónimo nunca lo había pensado de esa manera, todo había empezado por el apoyo moral hacia las causas nobles, pero una cosa le llevó a otra, hasta que llegó al punto de estar enfrentando a los anti-disturbios; Jerónimo sentía miedo ante ellos, se miraban imponentes, pero lo que más le temía era sus enormes macanas, sabia que cuando empezaban a repartir garrotazos no había nada ni nadie que los detuvieran, a pesar de todo, no había cambiado mucho las cosas desde que nuestros antepasados prehistóricos arreglaban las diferencias a garrotazos limpios, era más de lo mismo, pero era el momento de enfrentarse pobres contra pobres, la única diferencia era que unos usaban uniformes de policías y otros no, que unos defendían los intereses de la oligarquía y los otros no, pero al final siempre seguían siendo las misma clase pobre que tanto pisotean, irónicamente tantos los ricos como los mismos pobres....