Los Dalton

Esta historia verdadera es un claro ejemplo de como un pueblo recurre a hechos que para muchos pueden ser inaceptable e inmoral, pero como sucede en algunos países en la actualidad, cuando sus gobiernos no son capaces por un motivo u otro de no garantizar la seguridad ciudadana de un pueblo noble y trabajador, es dónde ése mismo pueblo se ve con una encrucijada, si se arrodilla ante el crimen o luchar contra ese crimen, aún a costa de entregar sus vidas por esa justa lucha; pero para ello ése pueblo se debe de despojar de todo aquello que lo ata y lo hace más vulnerable ante el crimen, sus principios religiosos, su moral y ética de sus antepasadas familias que habían luchado durante siglos para tener una sociedad más civilizada y menos salvajes, irónicamente lo mismo habían hecho lo que hoy eran criminales y castigaban a su misma gente con actos de horror e impunidad; pero hoy era el turno de las personas honradas y era por un objetivo diferente, iban a asesinar a los malos en legítima defensa, simple y sencillamente porque estaban salvaguardando su propia seguridad e integridad.
 Fue para el año 1892, después de la guerra civil Estadounidense, a pesar que la Unión le ganó la guerra a los Confederados, la gobernabilidad era un verdadero caos para todos esos Estados esclavistas, ahora se habían atrincherados en la política interna, promulgando leyes racistas ante la clase Africana hoy liberada y el incumplimiento de muchas leyes Federales para todos esos Estados y unos pocos en el Norte que se habían sumado en forma de solidaridad, pero en el trasfondo era la enorme corrupción Estatal que se estaba gestando poniendo como cortina de humo el racismo que más tarde pagó su cuota histórica. El gobierno Federal tuvo que mandar al ejército de la Unión a que desempeñará el papel jueces Federales para que todos los Estados esclavistas cumplieran sus leyes, ya que ésos Estados firmaban las leyes Federales, pero a la hora de hacerlas cumplir se hacían de la vista gorda, sin contar las leyes racistas que impusieron esos Estados, que las cumplían a cabalidad y a todas luces eran un claro retroceso a las nuevas leyes de las libertades civiles por el cual se acababa de luchar; todo eso hacía que la seguridad ciudadana quedara en total abandono, los alguaciles y sus ayudantes era muy poco lo que se podía hacer ante los grandes índice delincuenciales que se estaba gestando, la pena de muerte no era tan efectiva sino existía un verdadero cuerpo policial y las recompensas de vivo o muerto llevaba otro veneno de los caza recompensas. Es importante aclarar que había dos clases de ladrones, los menos peligrosos eran los que te roban cuando te descuidas de tu dinero o cosas de valor, ya sea objetos o de animales de crianza, te llevan lo que es tuyo sin que te des cuenta y los más peligrosos y sanguinarios los asaltantes, que te roban con armas de fuego o arma blanca, te hacen ver que tú vida está en manos de ellos, son amos y señor de tú propia vida, ellos deciden si continuas viviendo o no, tienes que ceder lo que ellos te piden a cambio de tú vida, sumado otras clases de hechos delictivos como la violación de mujeres, las borracheras y los juegos de azar eran otro ingrediente del crimen para todos esos bandidos, todo eso conllevo al pueblo honrado y trabajador que adquirieran armas de fuego, lo que hoy se conoce como: "La Cultura de las Armas en el Pueblo Estadounidenses".
  Uno de los cientos de casos del crimen organizado fueron la banda de los Dalton, la familia Dalton venían del condado Jackson Misuri, el padre de todos ellos era Lewis Dalton y se casó con Adeline Younger, otra futura familia de forajidos "Los Hermanos Younger", otra banda del crimen organizado con su cabecilla el célebre asesino Jesse James. Pero el hijo mayor de los Dalton, Frank Dalton fue ayudante del alguacil con una sólida base y madurez, les daba un buen ejemplo a sus otros hermanos menores, fue asesinado por un cuatrero de caballos, pues en eso se convirtieron cuatro hermanos de él: Bod, Emmetf, Grat, Dick y Bill, eran también cuatreros, asalta bancos, trenes y diligencias, formaron la banda de los Dalton junto con la banda de los hermanos Younger, pero los Dalton querían más fama como forajidos y que todo el mundo lo recordara su banda delincuencial, se atrevieron en asaltar dos bancos a plena luz del día. El 5 de Octubre de 1892 fueron a Coffeyville de Kansas, asaltar los bancos: Condon & Company's Bank y el Frist National Bank, iban con barbas postizas y se les había unido otros tres forajidos: Gearge (Bitter Creek), Newcomb y Charley Pierce (Black Faced). Pero al llegar al pueblo en plena luz del día los habitantes de ése pueblo lo reconocieron, la banda de los Dalton se dividieron en dos grupos y cada uno de ellos entraron en los respectivos bancos; los habitantes del pueblo ya estaban cansados y agobiados que les robaran sus ahorros que tanto sacrificios lo conseguían de sol a sol, ya que los banqueros no les devuelven su dinero cuando eran asaltados, los habitantes se armaron de valor y cada hombre tomó sus armas de fuego para enfrentarse a muerte con los Dalton. Al salir del banco el primero en recibirlos fue el alguacil, a quien lo mataron a tiros pero antes se llevó a la otra vida a uno de los Dalton, empezó esa guerra sin cuartel, algunos hombres se atrincheraron desde las casas y esquinas, otros hombres los más osados iban detrás de ellos disparando, los forajidos se convirtieron en presas, sus disparos eran de desesperación, cada uno de los bandidos iban cayendo muerto abatidos de los tiros del pueblo que ya había dicho un "Basta Ya!!" , los que pudieron llegar donde estaban sus caballos eran ajusticiados por los habitantes hasta que todos los mataron cesaron los disparos, el único que quedó con vida fue Emmetf Dalton con 23 disparos en su cuerpo, fue un verdadero milagro, lo hacían muerto pero la verdad no era su día de entregar su alma, con el restos de los forajidos exhibieron sus cuerpos en el pueblo como trofeos y un recordatorio a los forajidos, que en ese lugar se tendrían que enfrentar a todo un pueblo. Fueron tres los muertos de los habitantes del pueblo a quienes los enterraron con honor y un juramento eterno que sus muertes no serían en vano, que defenderían con sus vidas ante cualquier crimen organizado.