About Me: I was born in the most beautiful place in the Universe "Planet Earth" I love Literature in

My photo
Novato de la literatura y de la vida...

June 25, 2014

La Morgue

 
 Como era de esperar cuando uno es recién llegado a un Estado o Departamento, y tan sólo lleva consigo un buen amigo, un poco de dinero y un montón de ilusiones, pero adaptarse y conseguir un buen empleo no es tarea fácil, más aún cuando eres un perfectamente desconocido.
 No se como le hice caso a mi amigo Peter que nos fuéramos a probar suerte a Virginia West, pero la verdad que nos fuimos en su camioneta, que por cierto no le tenía mucha fe que ese artefacto nos llevará a nuestro destino; en el largo trayecto que hicimos nos quedo tiempo para hablar de nuestro futuro destino, Peter nunca había estado ahí solamente le habían dicho que encontraríamos trabajos muy bien remunerado y nada más, a mi me sonaba ese nombre Virginia West, que alguien me había contado que estuvo ahí un tiempo pero no recordaba gran cosa, solo recordaba vagamente, hasta el segundo día de trayecto que por cierto solo nos faltaba siete horas en llegar. Recordé que un gran amigo mío llamado Pablo había estado durante un tiempo en Virginia West, poco a poco recordé todo y se lo iba narrando a mi amigo Peter, que Pablo me había contado que Virginia West era una ciudad rural con muy pocos habitantes, se conocían muy bien entre ellos mismos pero eran muy huraños y reservados con los forasteros, los únicos trabajos muy bien remunerado era la minería, pero era un arma de doble filo ya que es un trabajo sumamente peligroso, hace algunos años se quedaron algunos mineros atrapados en esas minas por una explosión, pero por mucho esfuerzo que hicieron jamás lo sacaron debajo de la tierra y sin contar los muchos accidentes que han llevado a la muerte a muchos mineros, aunque que tengan muy buena seguridad en las minas nunca es suficiente.
  Llegamos un poco después del mediodía a Virginia West, la verdad era más rural de lo que pensábamos, decidimos comer en los pocos restaurantes del pueblo; las personas de allí eran muy pocas hospitalarias, hurañas y desconfiadas; pero yo les daba un poco de razón ya que si aparecen dos forasteros de la noche a la mañana en pueblo pequeño lo primero que pensaría que andamos huyendo de las autoridades o somos tan listos que seguimos delinquiendo sin que la policía se de cuenta y nos encuentren, los comensales nos miraban como bichos raros, la verdad que ya me estaba irritando mucho, mi amigo me dijo que tuviera calma, que después de vernos unos días les pasaría; lo único que me encantó de ahí fueron las chicas rurales, la verdad no tienen comparación a las chicas de las grandes ciudades, las chicas rurales son más espontáneas, alegres, sinceras y muy entregadas al amor, ellas lo único que buscan es un hombre que las ame y las protejan, no piden mucho, en cambio las chicas de las grandes metrópolis si vas a dormir con una de ellas es mejor que duermas boca abajo porque nunca se sabe.
 Una chica que estaba muy cerca de nosotros comiendo nos preguntó con mucha simpatía que de donde veníamos y a que veníamos, le dijimos que solo queríamos buscar trabaja dónde pudieran pagar muy bien, ella muy amable nos dijo que ahí sólo había dos lugares dónde se paga bien, en las minas y el hospital, quedamos muy agradecidos por su información y los indicó las direcciones dónde podrías encontrar las minas y el hospital, también nos invitó a su cumpleaños que sería el próximo fin de semana era en una casa comunal del pueblo, le dijimos que como íbamos a perder la oportunidad de bailar con semejante belleza, que ahí estaríamos y seriamos los primeros en bailar con esa preciosura.
  Llegamos a las minas con mi amigo Peter a temprana hora y ya todos los mineros estaban listo en su carro dónde lo llevarían hasta las profundidades de la tierra a cientos de kilómetros adentro, de sólo pensarlo se me erizaba el pellejo, pudimos ver que cada minero nos miraba con quisieran despedirse de esta vida para siempre, cada uno de ellos llevaba su equipo de trabajo, crucifijos, rosarios, amuletos y unas pequeñas libretas con su bolígrafo, por si se quedaran atrapados en esas profundidades y poderse despedir en forma escrita de sus seres queridos y amigos, la verdad nos parecía irónico la vida por un poco de dinero arriesgarse a tanto, de no saber con exactitud si volverías a ver la luz del día y tus seres queridos, pero era dónde más se ganaba dinero y así poder mantener tú familia, nos ofrecieron $17.00 la hora y con poco tiempo cuando ya hayas tenido experiencia de $20.00 hasta $25.00 por hora, a Peter se le alumbraron los ojos pero yo no estaba muy seguro si me metería a esa empresa porque una cosa es que lo enterraran a uno muerto y otra cosa es que lo enterraran vivo; al final optamos que era mejor dejarlo pasar y decidimos nuestra segunda opción, el Hospital.
 Cuando llegamos al hospital nos fuimos directo a la oficina de personal y ahí nos dijeron que efectivamente habían dos plazas pero en la morgue del hospital, que el trabajo consistía en acomodar los cadáveres y sacarlos cuando llegaban a reclamar o pedir el cuerpo del difunto algún familiar, también mantener siempre limpio la morgue por cualquier epidemia, el salario no era igual que el de las minas, pero al menos íbamos a tratar ya con muertos y no con vivos a punto de morir, la verdad yo no tengo miedo a los muertos siempre he visto cosas que se mueven sola, puertas o ventanas que se abren o cierran, lo que si tal vez me daría miedo es ver con mis propios ojos un espíritu, eso se lo explicaba a mi amigo Peter pero él estaba bastante nervioso, le daba pavor los muertos, pero ya no teníamos más opción nuestro ahorros se estaban agotando, al fin aceptamos el trabajo y Peter a regañadientes.
  Nuestro turno era de noche, no se pero en la morgue del hospital sentía que éramos algo así como sepultureros, la diferencia que no había familias, ni amigo, ni nadie que los llorarán, solo venían en bolsa plástica con zipper y una viñeta en su dedo pulgar del pie con su número de identificación, y nos entregaba su expediente con toda su informacion personal y el motivo del descenso. Nuestro primer cliente, perdón difunto, era un anciano de 77 años, Peter no quería que abriera la bolsa para identificar al difunto pero lo tenia que hacer era nuestro trabajo, porque ya nos habían advertido que los trabajadores anteriores no lo hacían y un día entregaron a un hombre blanco a una familia de Afroamericanos, cuando lo vi encogí los hombros sin darle importancia y le dije a Peter: de todas maneras ya esta descansando el abuelo ya cuando pasas de 70 años es ganancia, Peter temblaba de miedo y salio corriendo directo al baño a vomitar. Peter terminó el turno vomitando salía fuera de la morgue a respirar aire puro frecuentemente, pero poco a poco se fue acostumbrando al olor a muerte, para pasar la noche en vela con los muertos le ponía la canciones en español de despechos y melancólicas que tanto le gustaba a Peter aunque no entendía nada de español pero le encantaba.
 Así nos llegaban cadáveres casi todo los días, lo que nos daba en verdad pensar y ganas de llorar era los niños y niñas, nos preguntamos como era posible morir si todavía no habían vivido nada, era irónico, entonces nos preguntamos: Entonces para que vivir?  pasaba algo muy extraño que hasta años después me lo explicaron, los cuerpos se empezaban a mover algo así como tic, algunos eructaban, etc. la verdad entramos en pánico, se oían muchos ruidos de puertas lloronas y mucha veces el frió descendía más de lo habitual, ninguno de los dos se sentía en paz allí, pero yo me puse más nervioso y paranoico, mi amigo Peter tenía su arma de fuego un revólver 38 especial, yo había vendido mi arma para hacer ese viaje, una 9mm. semiautomática, Peter al verme más nervioso que el me dijo que tomara su arma para sentirme mas seguro, yo le dije: Como iba a matar a uno que ya estaba muerto? Peter se encogió los hombros y me dijo: No se! pero solo es para que te sientas con más seguridad nada más. Triste consuelo, le dije; Peter salió a comprar algo de comer y yo me quede cuidando los muertos, como si alguien tuviera la intención de robarse un cadaver, al cabo de un rato una de las bolsa que contenía un cadáver se empezó a mover frenéticamente, yo me orine en los pantalones y lo digo literalmente, quería gritar pero no podía sentía como si los huevos se me habían subido a la garganta y no podía articular palabra alguna, me quede parado erguido sin poder moverme y la bolsa se movía cada vez más y con mucha fuerza, no se como pude tomar el arma que me había dejado Peter y miraba que me temblaba ambas manos, pero empecé a disparar sin atinarle al cadáver, en eso el cadáver como queriéndose proteger se tiro al suelo y deslizando ligeramente y empezó a gritar que no lo matara y lo decía con mucha desesperación, me quede mas confuso que antes y me preguntaba: Como es posible que un cadáver me diga que no lo mate? pero algo sonaba mal esa voz me parecía conocida, y si era la voz de Peter, muy enfadado fue hasta la bolsa y abrí la zipper y vi a Peter temblando de miedo, y le dije por lo menos no tomaríamos molestia de meterse en una bolsa para cadáveres, ni llevarte a la morgue... después de unos minutos la verdad me daba mucha lastima mi amigo Peter, estaba en una esquina temblando todavía de miedo, y le dije que esta noche nos emborrachabamos, así es que fui a comprar cervezas para olvidar ese mal momento, Peter ya con la cuarta cerveza se sintió más animado y decidimos ir a la fiesta de nuestras futuras amadas, la pueblerinas de nuestros amores...





























No comments:

Post a Comment

Note: Only a member of this blog may post a comment.