La Trevi

Era ya fin de semana,  Beto y sus amigo había planificado ir a la inauguración de un centro comercial cerca donde ellos vivían, se pusieron sus mejores galas, todos bien bañados, acicalados, peinados y perfumados; así llegaron y para su sorpresa había música en vivo de varios grupos musicales, ya pasada dos horas de estar allí se pusieron aburrido de la misma música de siempre: Cumbia, Salsa y Merengue; así que decidieron ir a ver los nuevos almacenes de ventas, cuando anunciaron por el altoparlante a la estrella del evento era: Gloria Trevi!!! Beto y sus amigos se quedaron con la boca abierta no se lo podían creer lo que estaban escuchando, para esa época Gloria Trevi era la estrella del momento a nivel Latinoamericano, con su vestuario extravagante, su música escandalosa y su voz que recitaba la rebeldía de esa época; así es que salieron casi corriendo de regreso al escenario; cuando La Trevi salió al escenario a cantar hubo una emoción increíble en todos los presentes, mas aún en el genero masculino; Beto y sus amigos no paraban de gritar, saltar y disfrutar de la música en vivo de La Trevi, en un momento del concierto la Trevi se metió sus dos manos debajo de su bella minifalda y se sacó su calzoncito rosadito con parchesitos azules, se miraba tan bello e inocente que lo lanzó al aire en dirección de todos los jóvenes allí presente y Beto en ese momento fue para él como una escena surrealista, como si la vida misma le debiera algo y hoy se lo iba a reintegrar, hasta con un valor agregado; todos los jóvenes varones allí presente sentía como si el tiempo se había detenido y caminaba a la misma vez como en cámara lenta; a Beto le ardían los ojos por el sudor de su frente, no sabía si sudaba por el calor tropical o por sus hormonas que para ese entonces estaban a mil por hora, su corazón latía muy fuerte, no sabía si estaba muriendo o viviendo; saltó con todas su fuerzas, en esos instante solo existía él y los calzoncitos rosaditos de la Trevi... aunque todos los machos ansiosos de ser "Alfa" alzaron las manos para tomarla, pero el salto de Beto fue mas enérgico y decidido, lo tomo apenas con dos dedos de su mano derecha e instintivamente se lo llevó en su pecho con rapidez, formando una especie de concha con su cuerpo para protegerlo de lo demás cachondos. Beto se fue muy feliz a su casa y guardo ese tesoro en su baú de los recuerdos íntimos e intocables.
Veinte años después ya con tres divorcio en su vida, cuando una de sus ex-esposa le encontraba los calzoncitos rosaditos y con parches azules de La Trevi, se ponían tan celosas y le daban un ultimátum: O los calzoncitos de La Trevi o Yo? Claro él era fiel hasta la muerte y siempre respondía lo mismo: Los Calzoncitos de la Trevi.. y su memoria regresaba a esos bellos momentos.... empezaba a recordar esa canción de la cual tomó su tesoro mas preciado: La Papa sin Catsup.....