La Comedia del Pobre (Séptima Parte)

 

   Jerónimo entró con una sonrisa nervios y con rostro de incertidumbre al despacho del licenciado que estaba contratando al nuevo personal, pero su rostro cambió repentinamente cuando lo vió, era un viejo amigo de su niñez que se mudó a un barrio de media clase cuando tenía 17 años de edad, desde entonces no lo había visto hasta ése día, perdiendo toda comunicación ya que deseo olvidar de todo su pasado pobre, y eso incluía las viejas amistades de su niñez; el licenciado se levantó de su asiento con una sonrisa cálida y fue a saludar a Jerónimo con un fuerte y caluroso abrazo, como se lo dan los buenos amigos, Jerónimo por su parte hizo lo mismo, ambos se regocijaban en verse nuevamente - que sorpresa Jerónimo!!! nunca pensé en volverte a ver y menos en estas circunstancias, le decía el licenciado - Jerónimo no dejaba de abrazarlo y darle apretones de mano, diciendo: Me alegra mucho de volverte a ver Pablo, veo que ya eres todo un hombre profesional, siempre fuiste el mayor de todos lo del barrio y siempre pensábamos que tendrías un futuro prometedor, Y que de tú familia? - ya tú sabes Jerónimo, paseando y disfrutando de la vida, respondía el licenciado - Esa herencia que tú familia heredó fue como sacarse la lotería, decía Jerónimo muy feliz por la prosperidad de su amigo y su familia; pero el licenciado se incómodo, carraspeando su garganta soltó la mano de su amigo y volvió a sentar en la silla que estaba situado detrás de su escritorio ejecutivo - pero siéntate Jerónimo y hablemos de trabajo, que creo que por eso has venido, o no? - Claro Pablo, estoy desempleado hace algunos meses y tú sabes que en estos tiempos no se puede dar el lujo de estar sin trabajo, ya que los recibos de los servicios no paran de llegar y ni hablar de los sagrados alimentos, le decía Jerónimo - bueno Jerónimo, pero para empezar dime licenciado, no me malinterpretes es que no quiero que el personal sienta que hay favoritismo sólo porque somos amigos, recuerda que trabaja es trabajo, le decía el licenciado con tono prepotente; Jerónimo muy avergonzado se disculpó diciendo: perdón Pablo, lo siento, Licenciado!! Es que por la alegría de volverte a ver nunca se me cruzó eso en mí mente, es que no lo digiero todavía verte como todo un profesional - el licenciado se molestó por las últimas palabras de Jerónimo y le respondió: es mejor que lo empieces a digerir, porque estás enfrente de un verdadero profesional, se lo decía con un tono iracundo; pues déjame ver tu solicitud de empleo, Jerónimo se lo dió temeroso en folder dónde adentro estaba su corta experiencia y su pobre escolaridad; después de hojear las pocas hijas de vida de su amigo y su record policial como judicial, el licenciado cerró el folder de su amigo con desprecio, con un suspiro de decepción le dijo a Jerónimo: has tenido problemas con las autoridades, tienes poca experiencia y tu nivel escolar es bastante bajo - Lo de lo problemas con las autoridades jamás se me acuso de nada en un tribunal judicial, y creo que nadie es culpable hasta que se le venza en un juicio, respondía Jeronimo - Bueno, si, en cierto modo, pero estuvistes preso, o no? - Claro, pero fue por una protesta y pagaron la fianza, no soy un delincuente que a robado o asesino, que son delitos graves, respondía Jerónimo justificándose - Si, pero no quiero revoltosos en esta empresa, imaginate que cuando un dia todos los empleados no quieran trabajar porque le has lavado el cerebro con esas cosas de injusticias laborales y se dediquen a protestar enfrente de la empresa exigiendo un nose que, decía el licenciado - lo comprendo licenciado, pero se lo prometo que eso jamas pasara aquí, al menos conmigo, prometía Jerónimo - bueno si tu lo dices, respondió el licenciado todavía con dudas, y que de tu escolaridad? - soy muy joven todavía licenciado y tengo mas para dar, pero necesito dinero por eso estoy buscando un empleo también para poder seguir con mis estudios, respondía Jerónimo - escucha Jerónimo, por nuestra amistad sin dudas te daría el empleo, pero tu sabes que soy un profesional y tengo que dejar ciertas cosas a un lado, y eso incluye amistades, decía el licenciado con prepotencia - por su puesto, decía Jerónimo, cada vez más decepcionado por el encuentro de su viejo amigo de infancia - pero a pesar de todo te ayudare, por aquella vieja amistad de antaño; para que veas que soy un hombre justo también, te daré el empleo pero no te puedo pagar el precio de esa plaza vacante solo te dare el 60% del salario, le decía el licenciado - Jerónimo preguntaba muy extrañado por el atrevimiento, Por Que? - Porque estarás a prueba por tres meses, después de tres meses nos volveremos a sentar para hablar de tu salario laboral, decía el licenciado con la cara de sinverguenza que todo mundo conoce, pero Jeronimo sabia muy bien que en su país todo eso era mentiras, se inventan más cosas para no aumentar el salario y seguirlos explotando, era más de lo mismo y sabía muy bien que su amigo no era diferente a otros, era el mismo servilismo bestial protegiendo a los que tienen el poder económico, así que le respondió a la propuesta: no te preocupes por nuestra amistad "licenciado" porque antes que nada eres un profesional tal y cual lo dices tu; con respecto al salario, es el salario mínimo que no alcanza para casi nada, y todavía quieres que acepte menos que eso, es mas tengo entendido que esa plaza laboral hay que cubrir lo de dos plazas normales, por menos dinero? preguntaba Jerónimo - el licenciado se incomodo y ya estaba furioso, le dijo a su amigo señalando con su dedo afuera de la oficina: mira Jerónimo, la cantidad de desempleados hay afuera todavía esperando por esta única plaza laboral, y no tiene ni idea cuantas más personas han pasado desde ayer aqui en mi oficina entregandome su solicitud de empleo? No abuses Jeronimo, estoy dándote la oportunidad en trabajar en una buena compañía de prestigio y estable. así es que lo tomas o lo dejas? preguntaba el licenciado reclinándose hacia atrás en su asiento, con indiferencia y menosprecio - Jerónimo se levantó de su asiento y se dirigió hacia la puerta de salida de la oficina de su amigo, diciendo al licenciado sin echar la mirada hacia atrás: gracias por tu tiempo Pablo, pero lo dejo, soy pobre pero digno; abrió la puerta y con la mano en el manecilla voltio a ver a su amigo de infancia que estaba enfurecido, sus últimas palabras hacia él fueron: el abusador eres tu Pablo, porque abusas de la necesidad y desesperación de las personas pobres....